El pasado 26 de agosto, más de 24 millones de estudiantes de educación básica en todo el país regresaron a clases para dar inicio al ciclo escolar 2024-2025. Mientras tanto, los padres de familia se están tronando los dedos, preguntándose cómo sortear los gastos del inicio de clases: algunos pedirán prestado, otros acudirán a la casa de empeño, y otros más se endeudarán en algún centro comercial.
Según la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp), se estima que el gasto por alumno para el inicio del ciclo escolar es de 2 mil 106.21 pesos. Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se señala que el promedio de hijos por familia mexicana es de 2.4, lo cual significa que hay al menos dos hijos por familia. Esta cifra varía dependiendo de la entidad federativa.
El gasto promedio por familia con dos hijos en edad escolar de educación básica es de 4 mil 212.42 pesos, lo cual cubre útiles escolares como libretas, lápices, colores, tijeras, juego de geometría, sacapuntas, diccionarios, hojas, diferentes tipos de papel, mochila y lapicera.
Muchos de estos artículos han aumentado su costo entre un 60 y 70 %. También se incluye el material de aseo, los uniformes, tanto deportivos como los de uso diario, que, aunque no son "obligatorios", los estudiantes deben llevar. Además, se debe considerar el calzado y las famosas "aportaciones voluntarias".
Si sumamos a estos gastos los de la canasta básica, el pago de agua, luz, internet, ropa y calzado para otros miembros de la familia, y los costos médicos en caso de enfermedad, el panorama se complica aún más.
Hasta ahora, no se ha cumplido la promesa del Gobierno de la 4T, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de ofrecer un sistema de salud similar al de Dinamarca, y ahora se anuncia el "segundo piso" con Claudia Sheinbaum.
Está claro que con un salario promedio de mil 800 pesos por semana, el ingreso de un trabajador en una fábrica o maquila no es suficiente para cubrir ni la canasta básica, ni el pago de servicios, y mucho menos los gastos escolares.
¿Qué pasó con lo dictado en nuestra Carta Magna en su Artículo 3°, que establece que la educación debe ser gratuita? Efectivamente, sólo en el papel.
Es urgente que se destinen más recursos del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación. En 2024, el Gobierno sólo asignó el 3.2 % del PIB, a pesar de que organismos nacionales e internacionales afirman que el mínimo debería ser el 4 %. Instituciones como el Banco Mundial incluso recomiendan que se destine cerca del 8 % del PIB a la educación. Sin embargo, ni este Gobierno ni los anteriores han logrado alcanzar este objetivo.
Estamos a unas semanas de que inicie el nuevo Gobierno, y es preciso no creer en cantos de sirenas. Es momento de educarse políticamente, organizarse y luchar por una sociedad más justa y equitativa para todos. Ese es el llamado del Movimiento Antorchista Nacional.
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