MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Se quieren los fines, pero no los medios

image

No puede negarse que el pensamiento se ha desarrollado bastante desde que el ser humano apareció sobre la tierra. Los problemas filosóficos que tenemos hoy no son ya los de los griegos, quienes ahondaron suficiente en el desarrollo de las ideas. Aun así, es importante sopesar correctamente la relación entre lo pasado y lo presente cuando hablamos del pensamiento.

En el marxismo encontramos una contradicción básica que ilustra en este sentido. Se ha dicho bastante que Marx no necesita complementarse, completarse con otros pensamientos. Es decir que algo así como un marxismo kantiano o un marxismo platónico, aristotélico, etcétera, en lugar de aportar al marxismo hace una revisión innecesaria de los planteamientos centrales del pensador de Tréveris; éste es el sentido del revisionismo ya bastante criticado por parte de algunos marxistas.

Pero, por otro lado, una postura parcial, abstracta de lo anterior, nos llevaría al error clásico de pensar que Marx inicia y se acaba en sí mismo, que, dado que Marx ya lo dijo todo, no vale la pena estudiar nada más fuera de él. Siguiendo esta postura, estudiar solamente vale la pena para el revolucionario si este estudio consiste en repetir a Marx, a “entenderlo” cada vez mejor.

Éste es un error que el mismo Lenin ya había notado con toda claridad. En el artículo “Sobre el significado del materialismo militante” menciona: sería un gran error, uno de los más graves errores que pueda cometer un marxista, el pensar que los muchos millones de las masas populares (sobre todo campesinos y artesanos), condenadas por la sociedad contemporánea a permanecer en el oscurantismo, en la ignorancia y llenas de prejuicios, puedan salir de la oscuridad únicamente por la línea recta de la ilustración puramente marxista. Es necesario dar a dichas masas el más variado material […], hacerles conocer los hechos de las más variadas ramas de la vida, abordarlas de una y otra manera a fin de interesarlas, de sacudirlas en todos los aspectos, a fin de despertarlas del letargo religioso, empleando, para ello, los más distintos procedimientos, etcétera” (Lenin, 1973;385).

Lenin sigue una idea clara, el marxismo no se hizo solo, es el resultado del desarrollo mismo del pensamiento humano, o si se quiere, resultado de la realidad misma cuya captación consciente le corresponde al pensamiento. El marxismo es el heredero de lo mejor que ha creado la humanidad en materia de cultura, como lo han expresado otros autores.

Volver a los pensadores anteriores a Marx, o incluso tratar de complementar las ideas de Marx con algo nuevo dicho posteriormente, es un error cuando estas novísimas posturas son utilizadas para desviar el pensamiento central de Marx, para argumentar, por ejemplo, la invalidez de la teoría de la lucha de clases. Pero esto es un uso político que no tiene que ver mucho con el intento del análisis científico del fenómeno real.

La contradicción aquí se manifiesta en que si partimos de que Marx es consecuencia, es el punto de llegada del desarrollo de la realidad material y el pensamiento, para poder comprenderlo de mejor manera no se puede —como apunta Lenin— obviar ese mismo desarrollo, deben comprenderse los pasos que han sido claves para que el resultado se presente tal y como se presenta.

Por lo anterior es pertinente recordar las palabras de Hegel en la “Fenomenología del espíritu”: “La ciencia expone en su configuración este movimiento formativo, así en su detalle cuanto en su necesidad […]. La impaciencia se afana en lo que es imposible: en llegar al fin sin los medios”. (Hegel, 2015;22) [El resaltado es mío. ASLM].

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más