La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicó en el mes de abril, los resultados del primer trimestre del año 2023; esta encuesta proporciona estimaciones sobre la percepción de la seguridad pública en la población mayor de edad en zonas urbanas, con una periodicidad trimestral, tiene una cobertura de 75 ciudades incluida la Ciudad de México con sus 16 alcaldías. Incluye, entre otros aspectos, la percepción de los habitantes en la inseguridad por temor al delito; en el desempeño gubernamental y en la confianza en la administración pública, a los cuales nos referiremos.
De acuerdo con sus resultados, la ENSU ubica a la alcaldía Xochimilco como la tercera alcaldía con mayor percepción de inseguridad por parte de sus habitantes, pues el 69.5 por ciento de ellos siente temor en su alcaldía. ¿De dónde nace la sensación de inseguridad de los habitantes de Xochimilco? De la dura realidad en que viven sus habitantes. Y es que razones para esta creciente percepción de inseguridad están a la vista de todos. Existen poblaciones que no se han regularizado desde hace más de 30 años, sin acceso a agua potable mediante la red, sin acceso a red de energía eléctrica, sin alumbrado público, con decenas de calles sin pavimentar, por lo mismo la población sufre de caminos intransitables y a oscuras.
Veamos los resultados sobre la percepción en el desempeño gubernamental que tiene que ver con la efectividad en la atención de las principales problemáticas que enfrentan las personas.
Xochimilco es la alcaldía con el porcentaje más alto donde sus habitantes identifican como una problemática de su ciudad el alumbrado público insuficiente, con el 68.6 por ciento y a la delincuencia, con el 64.4 por ciento. La conducta poco efectiva de las autoridades para atender estas problemáticas hace crecer la percepción de inseguridad de los habitantes, y es que ni morena en ocho años de gobierno ni José Carlos Acosta en cinco han movido para nada la realidad de los más pobres, basta un ejemplo: los antorchistas en pliego petitorio ingresaron en octubre de 2018 y octubre de 2021, ambos al inicio de las administraciones del actual alcalde, la solicitud de habilitar doscientas lámparas del alumbrado público de las colonias Tiziclipa, Ampliación Tiziclipa, La Palma. Cuamecac, Terrojastitla y Xocotitla, lámparas que no costaron instalar a la alcaldía porque fue un logro de la lucha de los habitantes organizados en el Movimiento Antorchista.
Van casi ¡seis años! y siguen sin prenderse, a pesar de incontables compromisos del director de Servicios Urbanos, Gustavo Arias. Por tanto, ¿qué ha hecho, el gobierno de Morena y de José Carlos Acosta por mejorar la situación de los xochimilcas? Nada o casi nada.
Así se explica que en el rubro de confianza en la administración pública, solo arriba de Milpa Alta, Xochimilco sea la alcaldía donde solo el 19.5 por ciento de la población considera efectivo a su gobierno para resolver los problemas que enfrenta su núcleo urbano. A pesar de que el alcalde diga que se cuenta con el CESAC, el Xochiwats y pese a que se implementaron las audiencias ciudadanas, que contrario a lo que presume la alcaldía, es una mínima atención, 76 personas por audiencia, en relación con los 450 mil habitantes que tiene la demarcación y teniendo en cuenta que en dichas audiencias están presentes todas las áreas, las cuales vendrían atendiendo aproximadamente a siete solicitantes cada una; además de que no siempre está presente el alcalde.
Y el dato duro, el de la realidad: cientos de humildes vecinos de Xochimilco, amparados en el derecho que les da la Constitución, organizados en el Movimiento Antorchista han acudido a dichas audiencias ciudadanas, han planteado necesidades de agua potable, electrificación, drenaje, alumbrado público, entre otras y ni el alcalde ni sus funcionarios se ha molestado en resolver.
Van casi seis años de gobierno del actual alcalde y no se ha atendido ni una sola petición de los antorchistas. Por audiencias, recorridos y reuniones no ha faltado, pero resultados concretos, cero. ¿Por qué no resuelven problemas tan sensibles a los ciudadanos? Porque buscan debilitar la confianza del pueblo en su unidad, en su fuerza organizativa, queriéndoles mandar el mensaje que organizados no encontrarán nada. Sin embargo, la realidad golpea cada vez más fuerte las puertas de la alcaldía. La inconformidad en la ciudadanía crece, el pueblo de Xochimilco se sacude su apatía y se dispone a exigir la prometida trasformación en sus comunidades, para ellos y para sus hijos.
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