La Ciudad de México es uno de las principales estados de nuestra patria, porque aquí convergen los tres poderes de la nación y es el centro del país, del que deberíamos sentirnos orgullosos todos lo mexicanos, pues precisamente en este punto nuestros antepasados se asentaron y formaron la gran Tenochtitlan.
Sin embargo, desde hace más de 20 años la ciudad está siendo gobernada, y digo que está siendo porque gobierna el mismo grupo en el poder desde hace más de dos décadas, tiempo en el que se han dedicado a chupar la sangre de esta gran urbe, favoreciéndose con las bondades que la ciudad ofrece, pero también empobreciéndola más y más, y ni hablar de sus habitantes, que todos los días tienen que tronarse los dedos para garantizarse los satisfactores necesarios para poder sobrevivir en medio del caos.
Solo que este grupo en el poder ahora llamado Morena, se cambió de camiseta para tratar de pasar desapercibido por los capitalinos y estos creyeran que llevaban al poder a políticos genuinos, honestos y preocupados por las causas justas, que pondrían en práctica su cacareado lema de primero los pobres; ahora sí habría justicia para los relegados de las decisiones más importantes que toman los gobernantes en turno, ahora los marginados de la ciudad podrían contar con los beneficios que este nuevo gobierno les ofrecería, ahora sí había llegado su momento de disfrutar de la mieles que los ingenuos creyeron que gozarían.
Pero con qué nos enfrentamos y sí, digo que nos enfrentamos, porque aunque hayamos sido de los que analizaron al nuevo partido que ofrecía hasta las perlas de la virgen para ganar simpatizantes y no le creímos ni un ápice a su letanía de mentiras, pero ahora también tenemos que pagar los platos rotos de todas las malas decisiones de los que sí se dejaron engañar y hoy, este gobierno tanto federal como capitalino se ha encargado de hacernos ver nuestra suerte, afectando a los más pobres. Las pruebas no mienten, porque sabemos que con Morena en el poder en la Ciudad de México, en 2020 se retrocedieron diez años en cuanto a satisfactores de la población: seguridad, educación y acceso a servicios de salud, etc. De 2018 a 2020, la pobreza extrema en la capital del país aumentó 163 por ciento, alcanzando a más 400 mil capitalinos.
Decenas de colonias en la ciudad carecen de los servicios más elementales para que sus habitantes vivan una vida decorosa, como agua potable, y tienen que saciar su necesidad del vital líquido a través del llenado de tambos con pipas, claro que si son pipas enviadas por el gobierno de la ciudad, primero el ciudadano, para ganarse servicio debe agradecer en video a la mandataria morenista Claudia Sheinbaum, porque ella te hizo el favor de acordarse de ti y te mandó una limosna de agua. Triste situación, pero también hay pruebas de eso, incluso de los funcionarios que exigen afiliarte a morena para que puedas recibir agua. Así las cosas en la CDMX.
Cientos de capitalinos carecen de una vivienda digna, por lo que familias enteras tienen que pasar sus días viviendo hacinados o gastándose el mísero salario que perciben en el pago de una renta, algo totalmente lastimoso porque esto ocurre en detrimento del alimento de la familia, el vestido, la educación y mucho menos se puede pensar en el recreo, que también es muy necesario para el ser humano.
Y qué decir de la delincuencia, en la ciudad operan bandas criminales muy peligrosas, pareciera que con el permiso de las autoridades o bajo su cobijo, porque con total descaro cometen delitos en contra de la ciudadanía que no puede transitar libremente por su ciudad por el temor de ser asaltado, o que lo priven de su libertad o hasta de su vida. Vivir con miedo no es vivir.
Y así, desgraciadamente podríamos llenar páginas enteras con problemas que ocurren en la ciudad, esta ciudad que es gobernada por la morenista Claudia Sheinbaum, quien se ostenta como científica y presume su doctorado, pero por lo visto no pone en práctica ni los más mínimos conocimientos que debió adquirir en su larga trayectoria académica, porque a la ciudad la tiene de cabeza con todos los problemas antes mencionados que no ha sabido resolver.
Claudia Sheinbaum no ha podido poner orden, ni mucho menos brindar un gobierno cercano a los capitalinos, un gobierno de soluciones, no, ni mucho menos ahora que la señora está empeñada en ser la señora presidenta y con esto suceder a AMLO, cree haberse ganado a pulso este título por ser la discípula más leal y la que no cuestiona al señor presidente, en pocas palabras la que profesa la fe a ciegas que López Obrador exigió a sus seguidores.
Esta carrera adelantada por la presidencia a puesto a Sheinbaum en una situación al parecer descontrolada, al grado de percibirse claramente, que si antes estábamos mal con su gobierno que ya sumó tres años, ahora estamos peor, pues la señora ni siquiera es capaz de ejercer los recursos que desde la federación se entregan a las arcas de la tesorería para obras y servicios.
Denunciamos oportunamente en noviembre del 2021 que Claudia Sheinbaum no había ejercido hasta ese entonces 30 mil mdp. La cantidad se redujo, a 6 mil 281 millones de pesos, aun así ésta es una cantidad de dinero muy elevada que Sheinbaum dejó de gastar, incurriendo en un subejercicio, a pesar de que prometió que el presupuesto total se ejecutaría al cierre de 2021.
Ésta es una situación increíble, pues habiendo tantas necesidades en la ciudad a la señora le sobra dinero.
El monto equipara al gasto que se destinará este año para los servicios de salud pública y es tres veces superior a lo que se necesita para operar el Servicio de Transportes Eléctricos. Pero, nuevamente habría que preguntarnos ¿dónde quedaron esos recursos? Es criticable que morena y Claudia Sheinbaum se guarden los recursos que, además, son producto de nuestros impuestos que debieron de ser ejercidos para resolver problemas de agua potable, luz eléctrica, drenaje, vivienda, entre otros.
Todos debemos estar conscientes de la clase de gobernantes que nos están representando y a los que les hemos otorgado amplio poder para hacer y deshacer con los recursos con los que contribuimos todos los mexicanos. Y que decidan que no se inviertan nada más porque a ellos se les antojó, como a Sheinbaum, que parece que no entiende que a la ciudad le urge que se resuelvan muchos problemas que abruman a los capitalinos. Ella es una simple administradora de recursos, los dueños de ellos somos los ciudadanos y somos quienes debemos en primer lugar saber lo que está ocurriendo en el gobierno de Sheinbaum, y en segundo lugar exigirle que deje de lado la ineptitud y que se ponga a trabajar y a cumplir con su deber como funcionaria pública.
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