Simojovel, municipio ubicado en las entrañas de la zona bosques cuenta con 52,935 habitantes, en comparación a 2010, la población creció un 31.4%. Hoy en día, el municipio es conocido como tierra del “ámbar”, aunque muchas familias siguen teniendo la agricultura como una de sus principales actividades económicas, durante mucho tiempo fue reconocido como productor de tabaco, café y ganado.
Muchos han cuestionado al gobierno de la república por no realizar un plan que ayude a sacar de la pobreza y marginación a municipios como éste; cientos de municipios a lo largo y ancho de nuestro país comparten sus características y, por tanto, también su suerte. Se sabe que se ha visto inmiscuido por la prensa nacional por conflictos sociales e inseguridad, pero se deja de criticar los problemas de salud, educación y desarrollo en obra social en los que esta rezagado, y es aquí donde se nota la falta de una política de solución, porque hay falta de una mayor inversión en carreteras, viviendas, lugares de convivencia familias, comunicación, etc., por parte del gobierno de la república. Actuar como lo ha hecho hasta ahora el gobierno, es actuar a ciegas y es además muy peligroso, pues la gente vive con temor que en tiempos de lluvias los cerros se desborden y queden incomunicados, que una emergencia de salud, los enfermos no se atiendan adecuadamente, no por falta de personal si no que este no cuenta con insumos ni las herramientas de trabajo.
Con una política así lo único que queda es encomendarnos a Dios y que se haga su santa voluntad; pero habiendo recursos suficientes en las arcas del gobierno federal resulta ser un crimen abandonar a la gente a su suerte y más aún en municipios tan pobres y marginados como en este caso, donde mas del 70% de su población es rural, dedicada en su mayoría a labores agrícolas y el resto son mineros, artesanos, vendedores ambulantes, trabajadores del servicio de transporte o pequeños comerciantes que viven al día y por lo mismo, sus habitantes son mas propensos a padecer problemas ocasionados por la mala alimentación como obesidad, desnutrición, o problemas de salud crónicos como diabetes, hipertensión, etcétera.
Perderemos nuestro tiempo irremediablemente si seguimos abrigando la esperanza de algún día ser escuchados por el presidente que está más preocupado por las campañas políticas. A estas alturas ya dio pruebas suficientes de que no ve y no oye nada de lo que le llega fuera de sus convicciones personales; si esto es así, como efectivamente lo es, solo queda una salida: acudir al llamado que lanzó recientemente el maestro Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista Nacional (MAN) para sumar fuerzas y crear un movimiento social que le dé rumbo al país; ante el descontento social que se avecina (y que ya estamos viendo en diferentes partes del mundo) por el hambre, el crecimiento del desempleo, la inseguridad y el estancamiento económico, nos conviene participar en este movimiento que sabrá orientar a nuestro país hacia un objetivo alcanzable y posible, no para regresar al pasado donde ya había injusticia y pobreza como a todos nos consta, sino para enderezar el rumbo mediante un proyecto de nación que tome en cuenta los intereses de la mayoría de la población y sobre todo, las necesidades del pueblo trabajador.
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