Como se ven las cosas, se acabó el sueño de contar con un sistema de salud como el de los países nórdicos. La promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador se transformó en una pesadilla que afecta a millones de mexicanos que no cuentan con servicios médicos y medicinas.
Es una angustia para los mexicanos el que López Obrador prometió erradicar, desde el primer día de su gobierno, sin embargo, a escasos dos años de que abandone el poder, las expectativas de realizarse se reducen a cero, mientras los pobres siguen a la espera del sistema de salud de primer nivel que ofreció la 4T.
Además, de no tener infraestructura hospitalaria suficiente para atender a los mexicanos, se sabe también que la seguridad social está enferma de burocracia e indolencia. Basta ver y padecer la errática estrategia que la Secretaría de Salud, -secundado por el propio presidente López Obrador- implementó para enfrentar la pandemia por covid-19 y que costó más de medio millón de vidas y, además, dejó desahuciados a miles de niños con cáncer, porque del erario, ya no hay presupuesto para ellos, en los hechos así lo demuestra la 4T.
El Gobierno federal se contradice cuando dice que “antes de que termine nuestro gobierno, vamos a tener un sistema de salud de primer orden, tal como lo merece la gente”, sin duda, el inquilino de Palacio Nacional, además de mentiroso es un cretino o cínico, la salud de los mexicanos está en riesgo, pues resulta que actualmente sólo se le destina 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Se trata de una cifra mínima e insuficiente, en especial si se compara con otras naciones como Noruega en donde la cifra es del 8.7 por ciento, Alemania con el 9.5 por ciento y Estados Unidos con el 14.3 por ciento.
Sin duda, el colapso del país es evidente; hay más pobres, los salarios siguen siendo de hambre, la inflación agobia los ingresos de los pobres, la inseguridad está a la orden del día, la educación peor tantito, y el sistema de salud, ni se diga; es inaceptable la caterva de justificaciones que López Obrador utiliza para tratar de enmendar su mal gobierno, habrá que recordarle lo mucho que criticó y descalificaciones que propinó a los gobiernos de su época, pues éste ofrecía “recetas” y cómo gobernar, pero ahora que él tiene el poder en sus manos afirma "…que no es fácil, ya que es todo un desafío" debido a que "el periodo neoliberal fue un retroceso" y México no tiene los médicos que necesita. ¡Nada más falso que una moneda niquelada de dos pesos! Este político, hasta al día de hoy, no ha logrado resolver absolutamente nada, nuestro país está de cabeza, y al parecer, nuestro flamante Presidente se irá sin antes cumplirles a los pobres una sola de sus promesas.
Así las cosas, todo indica que los problemas sociales se agudizarán cada vez más, mientras que el Presidente de la 4T antepone todos los días en el discurso al "pueblo sabio", que está “trabajando” para mejorar sus condiciones de vida, pero paradójicamente, desmanteló todo, acaparó el recurso federal para su conveniencia y no para las mayorías, ya no existe el Seguro Popular, Prospera, apoyo a la vivienda, al campo, programas escolares, al parecer al mandatario federal no le importó que el gasto familiar de los mexicanos se incrementó en un 42 por ciento por falta de acceso a la salud y por el desmantelamiento de programas sociales que incidían en la pobreza.
El presidente López Obrador tiene que reflexionar y entender que sus malas decisiones, en caso del sistema de salud, excluye a 33 millones de mexicanos (el 26 por ciento de la población), y con ello se profundiza la brecha social, afectando a los más pobres. Por otra parte, solamente el 45 por ciento de la población, es decir, 56 millones de personas, está afiliada a algún servicio de salud de la seguridad social, como el IMSS, ISSSTE, los institutos estatales, Marina y Defensa Nacional, un 27 por ciento, o sea, 33.8 millones de personas dependen de otros sistemas públicos, como el mismo INSABI, que resultó un fracaso y apenas un dos por ciento tiene acceso a un seguro privado u otro sistema particular.
Pero la Cuarta Transformación tiene otros datos, su necedad y ceguera de poder lo hacen delirar, mientras que el bienestar de la ciudadanía está descuidada, la realidad ha puesto al descubierto, más claramente, que bajo este esquema de gobierno, la inmensa mayoría de los mexicanos no tenemos la certeza de poder tener una vida sana, aunque sea medianamente segura; ante esa situación, Antorcha propone al pueblo luchar por una verdadera transformación social y económica que nazca de la unidad de todos los mexicanos, con el objetivo de aspirar a un gobierno verdaderamente del pueblo, es una lucha lleno de obstáculos, pero no existe otra vía para aspirar a ella, y que con mucho anhelo clamamos millones de mexicanos.
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