A casi tres años y medio que tiene la actual administración estatal que encabeza el Lic. Mauricio Vila Dosal, quienes integramos el Movimiento Antorchista en el Estado, reiteramos de manera respetuosa pero enérgica, nuestra petición de atención y solución al modesto pliego petitorio de obras y servicios, que necesitan miles de yucatecos de comunidades y colonias humildes.
Los antorchistas en la entidad, haciendo uso de nuestro derecho de petición estipulado en el artículo 8° de la Constitución Política de nuestro país, hemos solicitado ante distintas dependencias del Gobierno estatal, su intervención en la solución de distintas problemáticas de carácter social y productivo, que padecen campesinos, colonos y estudiantes, sin que hasta la fecha se resuelvan positivamente, por el contrario, se han negado de forma reiterada, aduciendo siempre, que éstas serán atendidas con “apego a la normatividad y a la disponibilidad de recursos”.
Sin embargo, la normatividad que las dependencias oficiales han definido en cada uno de los casos, no se ha avanzado en su solución; mientras tanto, la situación se agudiza para los miles de familias humildes cuya situación de vida sigue empeorando con la contingencia sanitaria, las afectaciones ocasionadas por los fenómenos naturales y la crisis económica que vivimos.
Los yucatecos, como todos los mexicanos, ven mermada cada vez más su sencilla economía. De acuerdo con el último censo publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el nivel de pobreza se acrecentó considerablemente en 47 de los 106 municipios del estado en los últimos 10 años, es decir, en 44 por ciento de los municipios aumentó la situación de carencias y, por tanto, el número de pobres. Los municipios que incrementaron sensiblemente el número de habitantes en situación de pobreza, son: Tinum, 24.5 por ciento, al pasar del 60.3 a 84.8 por ciento; Yaxcabá, 16.5 por ciento, al incrementar de 72.3 al 88.8 por ciento; Cuncunul, 16.2 por ciento, al crecer del 63.3 al 79.5 por ciento; Espita, 12.9, al pasar de 77.7 al 90.5 por ciento y Ticul, 10.1 por ciento, al transitar del 60.5 al 70.6 por ciento.
No podemos dejar de lado que existen municipios en donde más del 90 por ciento de sus habitantes sufren pobreza: Tahdziú (98.1 por ciento), Chikindzonot (97.6 por ciento) y Chacsinkín (95.8 por ciento). Mención especial merece el municipio de Mérida, capital del estado, donde 241 mil 515 meridanos -25.7 por ciento- se encuentran en situación de pobreza y 27 mil 572, sufren pobreza extrema, cuyas principales carencias están relacionadas con el número de personas que viven por debajo de la línea de pobreza por ingresos, incremento de personas sin acceso a servicios de salud, falta de seguridad social, de vivienda, carencia de servicios básicos en la vivienda y rezago educativo.
Este panorama deja ver a cualquier ciudadano desprejuiciado, que solicitar se resuelvan demandas básicas de insumos agropecuarios -fertilizante, semilla para siembra, herbicidas, implementos, azúcar, etc.-, terrenos para vivienda, regularización de colonias en los municipios de Mérida, Kanasín y Valladolid, mejoramiento de vivienda -recámaras, baños, cocinas, pisos, techos, etc.- aguas potables, electrificaciones, oficialización de la preparatoria de nueva creación “Felipe Carrillo Puerto” en Kanasín, pavimentaciones de calle, paquetes de materiales para artesanos, despensas, maíz para consumo, proyectos productivos, apoyos para albergues estudiantiles, etc., no son en modo alguno, lujos para algún individuo en particular, sino necesidades sociales, que de resolverse, mejorarán el precario nivel de vida de miles de familias humildes.
Por esta razón, y dado que los encargados de darle seguimiento a estas peticiones han dado como respuesta un absoluto silencio y ninguna alternativa, el próximo miércoles 12 de enero, una modesta comisión de 200 antorchistas, haremos presencia en la sede del Poder Ejecutivo, para renovar nuestro pliego petitorio y al mismo tiempo insistir se atiendan y resuelvan las demandas.
Sabemos que el Paquete del Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado en este 2022, asciende a 42 mil 635 millones de pesos y según lo prometido por el Gobierno estatal, estos recursos tendrán como prioridad impulsar la reactivación económica y el fortalecimiento a la red de protección social, salud, educación, seguridad y medioambiente; y si las peticiones arriba enumeradas coadyuvaran en el mejoramiento de la calidad de vida de ciudadanos yucatecos, éstas deben atenderse.
Mucho se pregona, el hecho de que en Yucatán se tiene al mejor gobernador del país y que la entidad es la más segura; pero del hambre, padecimientos y necesidades de los yucatecos poco se dice, tan solo la cifra de 164 mil 600 nuevos pobres (Coneval), debiera ponernos en alerta e inconformarnos, toda vez que nuestros gobernantes en el ámbito federal y estatal, escasa o nulamente hacen algo.
Los antorchistas yucatecos pedimos la intervención directa del señor Gobernador, toda vez que en la mayoría de los casos hemos agotado la antesala en varias dependencias, sin que los titulares de las mismas se preocupen por dar alternativas de solución a nuestras demandas.
Reiteramos que nuestra lucha organizada obedece a que hemos encontrado en ésta un soporte ante la reiterada negativa a nuestras peticiones, que nunca hemos pedido que los recursos se entreguen a los líderes, sino se apliquen los programas o se entreguen directamente a la gente, según el caso; esto ayudará a salir adelante a familias completas que muchas veces no tienen ni que llevarse a la boca.
Si el Gobierno quiere dejar de ser una fábrica de pobres, debe invertir recursos para detener el deterioro del tejido social y de la economía, debe reorientar el gasto social e invertir en la solución de los problemas de falta de empleo, alimentación, vivienda, salud, educación, deporte, por mencionar algunos, es decir, responder a las grandes mayorías que carecen hasta de lo indispensable para vivir, pero que son quienes más necesitan de su intervención decidida y oportuna.
Los antorchistas yucatecos no pedimos canonjía, solamente solución a nuestras añejas demandas, es nuestro derecho e insistiremos en ello.
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