Diputados plantean resucitar el Fonden
Ciudad Victoria, Tamps. Las lluvias no han dado tregua en Tampico. Durante los últimos días, el cielo gris y los truenos constantes se han vuelto parte del paisaje. Las calles parecen ríos, las casas se llenan de agua y el ánimo de la gente se mezcla entre la preocupación y la frustración.
A pesar de todo, la solidaridad local ha sido el refugio más fuerte: jóvenes voluntarios reparten comida, vecinos prestan bombas de agua y grupos comunitarios organizan colectas.
Desde el pasado fin de semana, un fuerte sistema de lluvias ha dejado más de 200 milímetros de precipitación en la zona conurbada de Tampico, Ciudad Madero y Altamira. En sólo una noche, cayeron casi 90 milímetros, rebasando la capacidad del drenaje y provocando inundaciones que afectaron viviendas, escuelas y comercios.
Las colonias bajas y cercanas a lagunas o canales pluviales fueron las más golpeadas. En sectores como Morelos, Vicente Guerrero y Moscú, el agua alcanzó hasta la cintura. En algunas calles, los vecinos tuvieron que usar botes o tablas para desplazarse.
Son siete colonias las que sufrieron daño, por lo que se estima que están en posible riesgo 13 mil 718 viviendas habitadas por cerca de 36 mil 264 personas.
“Ya llevamos tres días sacando agua de la casa y nadie viene a ayudarnos”, lamenta María del Carmen López, vecina de la colonia Vicente Guerrero. “Protección Civil vino a ver, pero del gobierno federal no hemos visto a nadie. Todo lo hemos hecho entre vecinos.”
Alexander García, director de MeteoAlert Tampico, explicó que el fenómeno fue provocado por una perturbación en el Golfo de México que arrastró grandes cantidades de humedad hacia el sur de Tamaulipas. “El problema es que los sistemas de drenaje ya están rebasados. Venimos arrastrando lluvias intensas desde hace semanas y no hay capacidad de respuesta”.
El gobierno municipal de Tampico y el estado de Tamaulipas activaron operativos de emergencia: albergues temporales, entrega de alimentos y apoyo para el traslado de familias. La Guardia Estatal también ayudó a rescatar personas atrapadas en autos y viviendas.
Sin embargo, entre los pobladores persiste un sentimiento de abandono. No hay presencia visible del gobierno federal y los apoyos prometidos no han llegado a muchas colonias.
Comenta Eduardo Pérez, comerciante afectado: “Nos dicen que vienen con despensas, pero nadie se ha parado por aquí”. “Ya perdimos refrigeradores, mercancía, todo. No pedimos lujo, pedimos ayuda”.
Las escuelas suspendieron clases y decenas de familias duermen con el miedo de que vuelva a subir el nivel del agua. Algunos vecinos improvisaron muros de costales o levantaron muebles sobre bloques para evitar daños mayores.
A pesar de todo, la solidaridad local ha sido el refugio más fuerte: jóvenes voluntarios reparten comida, vecinos prestan bombas de agua y grupos comunitarios organizan colectas.
Aunque el cielo empieza a despejarse, las consecuencias seguirán por días. Autoridades locales piden apoyo federal para reparar daños, reforzar el drenaje y atender a cientos de familias que lo perdieron todo.
En el Congreso de Tamaulipas, la molestia por el abandono y la lentitud operativa para atender a las familias damnificadas —en Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo— ha sido tal que incluso diputados federales de Morena por Tamaulipas plantean “resucitar” el Fonden.
“El problema no es sólo la lluvia”, dice Rosa Martínez, madre de familia. “Es que cada año pasa lo mismo y nadie hace nada. Nos prometen obras, pero el agua siempre nos gana”.
Las lluvias dejaron más que calles inundadas: dejaron al descubierto una vieja herida, la falta de infraestructura y de coordinación entre los tres niveles de gobierno. Mientras tanto, en Tampico, la gente sigue sacando el agua a cubetadas, esperando que la ayuda llegue.
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