Hoy por la mañana, como de costumbre, cuando revisé la prensa local para enterarme de las últimas noticias encontré dos notas que me produjeron un sobresalto molesto, la primera, y un sentimiento de desesperanza, también molesta, la segunda. Para que mis escasos lectores juzguen mi parecer, doy a conocer, a continuación, las notas de referencia.
La primera: "´Fue un desmadre´ el gobierno de Anguiano", - así dijo el presidente de la Comisión de Gobierno interno del Congreso del Estado, Nicolás Contreras Cortés, a un medio local- "[...] luego de revisar los documentos de la auditoría que realizó el OSAFIG [...] a la administración de Mario Anguiano. Dichos documentos señalan desvíos de recursos por más de 2 mil millones de pesos [...]" (Diario de Colima, 23/10/2016) ¡¿Dos mil millones de pesos?! ¿y qué hacían los partidos políticos, los diputados, el OSAFIG y los empresarios que suelen a cuidar sus inversiones a largo plazo, mientras el ex gobernador desviaba tantísimo dinero? no creo que me lo digan; pero con ese dinero alcanzaría para construir 12 mil 500 viviendas para familias pobres, de 160 mil pesos cada una o 44 mil 444 recámaras adicionales a igual número de familias, de 45 mil pesos cada una. ¿No es esto suficiente como para amargarle el día a cualquiera? Creo que ahora entienden mi sobresalto molesto.
La segunda nota: "Inauguran segunda etapa de Altozano, Gobierno del estado seguirá respaldando inversiones, asegura el mandatario estatal"; más adelante el Gobernador declara: "Lo que queremos como gobierno es seguir construyendo políticas públicas y decisiones de gobierno que permitan respaldar esas inversiones para que sean rentables, productivas, e inversiones que motiven el que se pueda seguir invirtiendo en Colima" Los inversionistas por su parte - y yo creo que en todo su derecho - explicaron que "hace cinco años (es decir en pleno apogeo del gobierno "Anguianista") abrió sus puertas Altozano con la visión de ser el mejor lugar para vivir en Colima...-resaltaron que- tienen instalaciones de primer nivel, con vistas espectaculares, abundante vegetación, y el marco perfecto, nuestro Volcán, [...] ¿en qué lugar se tiene un campo de golf con Volcán incluido?" (Diario de Colima, 23/10/2016, pág. A3)
No, pues tienen razón, estoy seguro que para cualquier colimense sería una verdadera bendición poder construir su vivienda en un lugar tan privilegiado como ese, si no fuera por la escasez del maldito dinero, seguro que muchos lo haríamos. Pero, ¿por qué me causa esto un sentimiento de desesperanza molesta? En seguida me explico.
Veamos. El Movimiento Antorchista de Colima representamos a un grupo de más de mil 500 familias colimenses que no tienen vivienda, porque no tienen un lote de terreno donde construirla; desde hace cinco años (igual que Altozano), les estamos pidiendo a los Gobiernos, primero al de Mario Anguiano y luego al de Ignacio Peralta, el apoyo necesario (como lo marca el artículo 4º de la Constitución), para crear seis colonias populares en ocho municipios; sólo que, a diferencia de Altozano, no hemos logrado materializar ni uno solo de los proyectos mencionados, a pesar de que, son los solicitantes quienes pagarán el importe total de cada lote de terreno. ¿Por qué no apoya entonces el Gobernador nuestras propuestas de vivienda? ¿Porque "esas inversiones" no pueden ser "rentables, productivas", ni "inversiones que motiven el que se pueda seguir invirtiendo en Colima"? Es muy genuino y respetable que el Gobierno del Estado "construya políticas públicas y decisiones de gobierno que permita respaldar esas inversiones que sean rentables" donde - según informan los inversionistas - "cada lote tiene 500 metros cuadrados [de terreno], y cada uno tiene el doble de superficie de área verde [...]; pero y ¿qué respaldo hay del Gobierno para la vivienda popular? ¿Cuándo el Gobernador va a venir a inaugurar, cuando menos la primera etapa, de las colonias de la gente pobre? ¿Ahora se entiende mi molestia?
Para terminar, los antorchistas no le estamos reprochando al Gobernador nada cuando acude a dar el respaldo a inversiones tan importantes y respetuosas como lo dice la nota de referencia; lo que reclamamos es que no se aplique también ese respaldo, para la vivienda de carácter popular, como lo dice, repito, el artículo 4º de nuestra Carta Magna, ésta, como nos lo enseña una cita del maestro Aquiles Córdova Morán, Dirigente Nacional de todos los antorchistas, "[...] fue pensada y redactada para cumplir con las dos funciones básicas de toda Constitución, tal como las definiera Mariano Otero, quizá el teórico más fino y avanzado del liberalismo mexicano del Siglo XIX: garantizar la unidad nacional y permitir y promover el desarrollo y progreso de la sociedad en su conjunto, y no sólo el de los grupos privilegiados. Para lo primero, es vital respetar, proteger y permitir el ejercicio de las garantías básicas de libertad, igualdad, seguridad y respeto a la propiedad; para lo segundo, deben hacerse realidad derechos tales como empleo para todos, salarios dignos, educación, vivienda, servicios, energía, descanso y un ambiente limpio. Pero en el México de hoy, hay suficientes elementos para afirmar que no se cumple ni lo uno ni lo otro." (Buzos de la Noticia, No. 636 p. 37, 3 /11/2014). No hay duda pues, en Colima, en materia de vivienda, se debe aplicar la Constitución y defender el espíritu justiciero de la misma; no hacerlo traerá consecuencias sociales que después se pueden lamentar. Que conste.
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