Cuando uno escucha hablar de Nuevo León se le viene a la mente la ciudad de las montañas, con sus grandes rascacie con sus calles pavimentadas, con autos de lujo circulando por las calles, la gente bien vestida y comida; servicios de salud garantizados, en fin, se nos viene a la mente una ciudad moderna: su paseo More Santa Lucía, sus museos. Si vienes en autobús, por la nueva autopista de cuota o si llegas por el aeropuerto internacional, esa imagen sigue viva en la imagen del visitante.
No sucede lo mismo para quién, después de haber abandonado a su tierra tiene que venir a trabajar a esta Metrópoli que alberga a más de 5.5 millones de habitantes. Si has emigrado, buscando trabajo y oportunidades, te encuentras que eso no es tan sencillo como te lo contaron, que tienes que irte a vivir a los lugares más alejados de la ciudad, como la Alianza Solidaridad, la Alianza Real de Escobedo, sólo por mencionar algunas de las colonias más alejadas. En donde se puede ver la otra parte de Nuevo León, la parte que solo conocen los medios por los asesinatos, asaltos y pandillerismo. Pero en él habitan miles de hombres luchando por ganarse el pan.
Pareciera que sólo de otros estados de la República llegan a Monterrey, pero no es así. Detrás de esas hermosas montañas que son parte de la Sierra Madre Oriental, se encuentra la otra parte de Nuevo León, la parte olvidada y abandonada por muchos años, de esa parte viene mucha gente de lo que se llama el Sur de Nuevo León, en donde la pobreza, sigue aumentando cada día más, donde día con día es casi imposible conseguir trabajo, donde no hay agua potable en la mayoría de los ejidos, muchas casas abandonadas, hombres y mujeres sobreviviendo apenas con lo indispensable, tallando lechuguilla, criando cabras o teniendo que rentar sus tierras y convertirse en obreros.
En estas hermosas montañas, porque sí, son hermosas, hay muchos espacios para hacer turismo, contrasta lo bello, con lo triste del paisaje, con casas de adobe que se están cayendo a pedazos, en donde las posibilidades de estudiar son mínimas, donde no hay señal de celular, en donde la gente tiene que salir a las 3 de la mañana a un trabajo agotador por un salario miserable. En donde se abandona a las mujeres e hijos para ir a conseguir trabajo o curarse en Monterrey ante las pocas posibilidades de sobrevivir aquí.
Y si alguien duda de esto, ponemos a su disposición las cifras del Coneval 2018, y sólo para poner algunos ejemplos de las cifras oficiales sobre pobreza que hay en Nuevo León. Destaca, por ejemplo, el municipio de Gral. Escobedo cuya cifra de pobreza aumentó de 92,790 en 2010 a 95,635; y tiene 6,376 habitantes en pobreza extrema. Monterrey con 182,970 pobres y 11,497 en pobreza extrema. En los municipios del Sur, Mier y Noriega tiene 5,295 pobres y 1591 en pobreza extrema. Aramberri aumentó su pobreza de 8,354 a 10,274 y su pobreza extrema también aumentó de 2,462 a 2,475. Dr. Arroyo pasó de 16,672 pobres a 25,568 y en pobreza extrema de 5,808 a 6,772; Galeana pasa de 23,351 pobres a 23,646 pobres y en pobreza extrema de 3,613 a 5,313 pobres.
Habrá cambiado algo de 2018 al 2020, parece que no. Porque la realidad, esa terca realidad sigue ahí, los pueblos siguen sin agua, sin trabajo, sin salud. Y tomando en cuenta un estudio del Gobierno del estado de 2009, el cual afirma que los programas asistenciales no solucionan el problema de fondo, que se requieren empleos bien pagados, agua potable, señal de celular, entre muchas otras cosas, que es por lo que lucha y ha luchado el Movimiento Antorchista.
No es cierto tampoco, que el gobierno deba mantener huevones, como lo manifiesta un gobernador salido de estas tierras y que en su momento, la gente vio con una esperanza fundada, pero una vez en el poder tildaba a la raza que decía que mandaba, en huevona y mantenida. Por supuesto que sus bienes materiles, las tierras compradas, con su esfuerzo personal, ahí están cercadas con alambre de púas, para demostrarle a este pueblo hambriento que él sí trabaja y le echa ganas y por eso merece lo mejor.
Hace dos años ganó otro hombre, que se vendió como el redentor de los humildes, que realmente él resolvería todos los problemas. Pero como el cuentecillo de Pedro que siempre asustaba a los lugareños con el Lobo, con la diferencia de que el Lobo, el Terrible Lobo resultó ser él.
Antorcha Campesina o Movimiento Antorchista Nacional, lo dijo y ahora lo repite con más fuerza que antes, que la solución de los problemas del pueblo las debe encabezar el propio pueblo, por eso a 47 años de vida, seguimos invitando a los campesinos, a los obreros, a las amas de casa, que si quieren que las cosas cambien debe ser obra de ellos mismos. Siempre nos hemos dedicado a luchar por las demandas del pueblo, pero en compañía del pueblo. Y ahora, al llamado nuestro dirigente nacional, estamos preparando una batalla política y desde el poder político mejorar las condiciones de vida de nuestra gente. Antorcha nació para iluminar el camino de los pueblos de México y esa tarea la seguimos realizando, te invitamos a que nos conozcas y luches junto a nosotros. Esta tierra está llena de oportunidades, pero nos las han robado siempre, nos han abandonado a nuestra suerte, es momento de que tomemos las cosas en nuestras manos, que es la única garantía para lograr un Nuevo León más justo y equitativo para nuestros hijos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario