En los últimos cuatro meses, Texcoco ha sido testigo de una escalada de violencia que ha alarmado a sus habitantes y evidenciado las debilidades estructurales del sistema de seguridad en el Estado de México. El 31 de enero de 2025, Erick Galicia Ortiz, primer regidor de Texcoco, fue asesinado mientras se dirigía a su casa en San Miguel Coatlinchán.
Si el número mensual de homicidios dolosos se mantiene en 3 mil 232, el sexenio de Sheinbaum alcanzaría un total de 232 mil 752, o sea, 112 mil 289 más que el expresidente Calderón.
Días antes, el 21 de enero, un ataque armado en una pulquería clandestina dejó dos muertos y dos heridos. También en enero, hubo un intento de asalto en la carretera federal Texcoco-Calpulalpan, en el tramo Apipilhuasco-La Virgen.
Desde asaltos a mano armada hasta homicidios dolosos, los incidentes muestran que la inseguridad no es sólo un problema local, sino parte de un fenómeno más amplio que afecta a todo el país.
El Semáforo Delictivo, elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), clasifica a los municipios según su nivel de riesgo en ocho delitos principales: homicidio doloso, feminicidio, secuestro, extorsión, robo de vehículos, robo a casa habitación, robo a negocio y robo a transeúnte.
En su reporte de julio de 2023, el Estado de México se ubicó entre las entidades con más municipios en color rojo, indicando un nivel crítico de inseguridad.
Aunque Texcoco no está entre los cinco municipios más peligrosos del estado, ha registrado un alarmante incremento de violencia. Según el SESNSP, en los primeros siete meses de 2023, los homicidios dolosos en Texcoco aumentaron 45 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. También han crecido los robos a transeúntes y negocios, situando al municipio como un foco de preocupación para las autoridades estatales.
Los cinco municipios con mayor incidencia delictiva en el Estado de México son: Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Toluca, Chimalhuacán e Ixtapaluca.
A nivel nacional, el Estado de México ocupa el segundo lugar en incidencia delictiva total, solo superado por Guanajuato. Sin embargo, en términos per cápita, Guerrero y Michoacán presentan cifras más alarmantes debido a su menor población.
Esto sugiere que, aunque el Estado de México enfrenta graves problemas de seguridad, su densidad poblacional atenúa la percepción del impacto.
La violencia en Texcoco y otros municipios del Estado de México es el resultado de factores interrelacionados como el crimen organizado, la falta de coordinación institucional, la desigualdad social y la impunidad. Las disputas entre cárteles por el control territorial han intensificado la violencia, mientras que la corrupción sigue obstaculizando la impartición de justicia.
La pobreza y la falta de oportunidades económicas empujan a algunos sectores de la población hacia actividades ilícitas, y la percepción de impunidad perpetúa el ciclo de violencia.
Desde que asumió el cargo, en septiembre de 2023, la gobernadora Delfina Gómez ha prometido abordar la inseguridad con un enfoque integral.
Sus estrategias incluyen el fortalecimiento de la Policía Estatal, la entrega de programas sociales, la coordinación con el Gobierno Federal y el uso de tecnología para la prevención del delito. Sin embargo, estas medidas aún están en una fase inicial, y su éxito dependerá de la eficiencia y transparencia en su ejecución.
Nazario Gutiérrez hereda un gran reto y debe trabajar junto con el estado y la federación para atenuar este problema, pero con 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera cazando criminales, creemos que esta tarea se complicará.
A nivel federal, los datos no son alentadores. Comparar los homicidios dolosos durante los sexenios de Felipe Calderón y Claudia Sheinbaum arroja resultados reveladores.
Durante el gobierno de Calderón (2006-2012), marcado por el inicio de la “guerra contra el narcotráfico”, los homicidios dolosos aumentaron drásticamente, alcanzando un pico histórico en su sexenio de 120 mil 463 homicidios, 55 diarios.
En contraste, durante el gobierno de Sheinbaum (2024-2030), que lleva un poco más de 100 días, han sido asesinadas 9 mil 698 personas, 78 homicidios diarios.
Hagamos un ejercicio de proyección: NO LO DESEAMOS, pero si el número mensual de homicidios dolosos se mantiene en 3 mil 232, el sexenio de la presidenta Sheinbaum alcanzará un total de 232 mil 752, o sea, 112 mil 289 más que el expresidente Calderón.
Esta comparación demuestra que aunque la narrativa oficial de la 4T se centra en criticar a Calderón por la “guerra contra el narco”, la violencia sigue siendo un problema estructural que requiere soluciones profundas.
La situación en Texcoco es un reflejo de los retos de seguridad que enfrenta el Estado de México y el país. A pesar de algunos avances, los problemas persisten debido a la complejidad de sus causas. El crimen organizado, la desigualdad social y la impunidad siguen siendo los principales motores de la inseguridad. ¿Se están atendiendo las causas profundas en los tres niveles de gobierno?
Finalmente, la comparación histórica de los homicidios dolosos demuestra que la violencia no es exclusiva de un gobierno o partido político, sino un reto nacional que requiere una respuesta unificada y sostenida.
El cambio profundo del sistema, que nos ha fallado, solo puede estar en manos del pueblo, educado, unido y organizado. Sólo así se podrá construir un futuro más seguro para todos los mexicanos y no esperar que el gobierno lo haga por su cuenta.
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