El pasado 14 de agosto en su visita a El Zapotillo, Jalisco, el presidente López Obrador afirmó que “la corrupción es más que el COVID, no es una pandemia, es una peste, eso es lo que más destruye, ahora no sucede eso. Cero corrupción”. Para todos los mexicanos pensantes y que se ganan la vida trabajando 8 horas o más diarias, esta declaración es una falta de respeto y una completa tontería (perdón por la expresión) que el Sr. de palacio nacional, jamás debió mencionar porque aparte de ofender es una completa mentira.
Porque si hablamos de la covid-19 este 16 de agosto, San Luis Potosí y algunos estados más de nuestro país, amanecieron en semáforo rojo por la actual pandemia, con los hospitales saturados por personas contagiadas, además de que la reciente ola ataca con más fuerza a jóvenes, niños y mujeres embarazadas, y por si fuera poco la gran mayoría de nuestros compatriotas aun no tienen el esquema completo de vacunación, que los pone en un estatus de riesgo alto, porque tienen que salir a trabajar.
Eso por un lado sobre la covid-19, pero en temas de corrupción estamos igual o peor, este gobierno no ha podido en tres años acabar con dicho mal y es que tan solo en lo que va del 2021 los casos de corrupción dentro de Morena, el partido en el poder, se han incrementado considerablemente, tal es el caso de su hermano Martin López Obrador, que salió en un video recibiendo dinero en efectivo para financiar eventos del mismo partido, claro, como todos sabemos fue negado por el Presidente, haciendo mención de que los medios de comunicación se unen con los enemigos personales de este señor para desprestigiarlo.
A todas luces se ve que la declaración que hizo en Jalisco es una completa incongruencia, no ha sabido qué hacer con la pandemia de la covid-19, que a estas fechas supera el medio millón de defunciones, por doquier se escuchan opiniones que él mismo ha acallado, diciendo que no hay condiciones materiales en los hospitales para atender dicho mal y que irremediablemente los pacientes se quedan en casa esperando lo peor, la muerte; tampoco ha sabido cómo controlar y erradicar la corrupción tanto en el país como en su partido y familiares que, un día sí y otro también saltan a la luz hechos que descalifican rotundamente el actuar de esta transformación.
No queremos pecar, haciendo mención de algo que a las primeras de cambio los defensores de la 4T quieran denostar o hacer menos, diremos que la ciudadanía en general ya está cansada con el discurso oficial y aparte de estar harta, las condiciones de vida no han cambiado mucho o nada, están llegando al momento en que se les diga: “Ya estuvo”.
Donde sustentamos lo anterior, el pasado 1 de agosto el líder de Macuspana, realizo una consulta para saber si los mexicanos estaban de acuerdo en enjuiciar a los expresidentes, en otras palabras, preguntó si debía o no ejercer la ley, situación que en estricto sentido es trabajo de él y los órganos judiciales, pues bien, en este ridículo ejercicio solo participó el 7% de la lista nominal, en cifras reales 6,510,000 votantes de los 93,000,000 que somos, los ciudadanos ya no le creen ni a la trasformación ni al presidente, cabe aclarar que esta votación ellos la manejaron a su antojo, bueno, también la del 6 de junio y con los mismos estragos, la primera sin mucho qué decir solo que ya no se les cree y la segunda con estragos pésimos para la vida pública de este país, pues ganaron personajes que solo les interesa el bien individual y no el colectivo.
Con todo lo anterior está más que claro que esta administración nacional, no tiene ni pies ni cabeza, no les importa nada, más que la satisfacción personal, no toman en cuenta ninguna opinión salvo si es del Sr. Presidente, los problemas de la nación incrementan diariamente, no tenemos rumbo ni político ni económico, la pandemia los superó y estamos en riesgo todos los que habitamos este país.
El COVID, es una enfermedad letal que debemos combatir con responsabilidad y mucho cuidado, no como lo dice el Presidente, si no lo hacemos ahora, tal pareciera que la pandemia nos dirá como le dijo el general Pascual Orozco a Porfirio Díaz, después de una batalla en el norte de Chihuahua, en la época de la Revolución Mexicana, cuando Orozco había derrotado a las tropas de Díaz y le enviaba los uniformes de los soldados llenos de sangre: “hay te van las hojas mándame más tamales”.
Al grito de “Ya estuvo”, como dicen los chavos, le pedimos al presidente se deje de ridículos y cosas sin sentido, que se ponga a trabajar por el bien de todos y si no lo puede hacer que dimita, porque el pueblo quiere gobernantes de verdad no farsantes.
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