Quiero empezar esta colaboración esperando que todos ustedes, amables posibles lectores y compañeros antorchistas, que en estas fechas de reunión familiar hayan compartido su tiempo y sus buenos deseos con los que mas quieren y sobre todo que su salud esté en condiciones para que comiencen este año de la mejor manera, ya que como todos sabemos, estos tiempos se ponen difíciles para todos, con mayor fuerza para la calase desprotegida y trabajadora que siempre ha luchado por subsistir a pesar del olvido en que todos, todos los partidos políticos los han tenido. Dicho esto, me permito compartirles algunas reflexiones.
Al iniciar el año se aplicó una de las tan publicitadas acciones del presidente López Obrador y de todos sus moneros que se encargan de darle gran revuelo.
Aunque no fue ni su propuesta ni su decisión, si se acaparó todo el crédito de que su gobierno fue el impulsor de tal medida, pero como digo, el aumento al salario mínimo a una parte importante del pueblo mexicano, aunque es cierto, solo a los que tienen un trabajo formal, ayudará en la tan lastimada economía de todos nosotros y más ahora que han ido en aumento productos de la canasta básica.
Es innegable que para todas las personas que van al día, se dan rápidamente cuenta de cualquier aumento que sufran los productos de consumo diario y precisamente estos aumentos son los que van mermando primero la economía familiar y después la calidad de vida que pueden aspirar, ya que tienen que modificar los productos de los que regularmente se alimentan por otros mas baratos. Por lo tanto, sin este aumento quien sabe que habrían hecho estas familias, pero aun así la vida no será fácil para este año.
Las gasolinas también subieron, a pesar del discurso oficial que dice y sostiene que no es cierto, aún así, la realidad es terca y todos nosotros somos fieles testigos de ella y nos damos perfectamente cuenta de que, si ha venido aumentando el combustible, todos nosotros que día a día nos desplazamos a nuestros centros de trabajo y cada día gastamos mas y mas para llegar a ellos. Aquí también se diluye parte de nuestro aumento de salario. Si se buscara otra opción para llegar al trabajo, nos daríamos cuenta que también se corre peligro, por ejemplo, en las grandes urbes va en aumento el asalto en el transporte público, ahí se pierden todas las posesiones materiales que con esfuerzo han ido acumulado las personas. En cualquiera de los casos, los perjudicados son las mismas personas, la clase trabajadora de México.
Si a este panorama le agregamos la creciente ola de violencia en todo el territorio mexicano, nos daremos cuenta de que este panorama que nos espera para este año cada vez se irá poniendo mas complicado en todos los sentidos incluyendo también en la salud, que también ya es común escuchar en las noticias que al variante Ómicron es la cepa dominante en los contagios, desplazando así a la Delta, aunque también es cierto que no es tan peligrosa y mortal, si muy contagiosa y si alguien llegara a contagiarse simplemente ya no podría ir a su trabajo y ganarse el pan de cada día.
Esa ha sido la realidad para nuestro pueblo, siempre olvidado y pagando los platos rotos de esta sociedad, a la que solo algunos pocos son beneficiados a costa del trabajo de la gran mayoría.
Esto es perfectamente demostrable si comparamos el aumento en las fortunas de las personas mas poderosas del mundo y la considerable capacidad adquisitiva del resto de la población, mientras unos pocos se vuelven aún más ricos en tiempos difíciles y la gran mayoría se vuelve más y más pobre y este hecho debería de cambiar. En estos tiempos de crisis los beneficiados son las clases ricas.
Es por ello que los mexicanos debemos pensar de manera correcta y exigir verdaderamente a los responsables de la desigualdad económica, a los poderosos que acaparan la riqueza que a diario generan los mexicanos día a día.
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