La Ciudad de México, centro político, económico y social de la república y una de las más grandes urbes del planeta, debía ser por mínimo decoro, espejo donde se viesen los demás estados del país, sin embargo, se ha convertido en el peor ejemplo de todos. Si no, reflexionemos sobre lo que pasa con la pandemia tanto en el país como en la CDMX, que lo único que provoca es decepción con respecto a la 4T.
Por un lado, según la amarga experiencia de la pandemia de covid-19, el mundo enfrenta un nuevo capítulo con el surgimiento de una nueva variante: Ómicron. El 25 de noviembre de 2021, se dio a conocer al mundo de la existencia de una nueva variante de covid-19 con características preocupantes, sin embargo, nos encontramos con una serie de teorías muy difundidas entre los medios de comunicación, incluso entre especialistas y mandatarios que han retomado a las mismas, acerca de que se minimiza el peligro de esta nueva variante, así como sus desbordados contagios y hospitalizaciones, a pesar de que esta variante se ha ido extendiendo por todo el planeta como algo nunca antes visto, tanto para que a Ómicron se le considere como el virus más grave que haya enfrentado la humanidad.
Esto ocurre a casi dos años del primer caso informado de covid-19, cuando la pandemia había ya producido un estimado global de 260 millones de casos de los que 5.2 millones (aproximadamente el 2%) tuvieron un desenlace muy triste, la muerte.
Esta nueva variante del coronavirus encontró a una población mundial cansada, enojada y frustrada por los impactos negativos que la pandemia ha tenido en prácticamente todos los ámbitos de la vida: familiar, económico, laboral, social, político, educativo, sanitario y psicológico, solo por mencionar algunos, por lo que fueron presa fácil de teorías de personajes de la política que aprovechando los reflectores que poseen, se han encargado de esparcir falsa información acerca de la nula peligrosidad de esta variante, que no hay que alarmarse, no hay que “apanicarse”, como dijo la jefa de Gobierno capitalino, la morenista Claudia Sheinbaum, y eso que ella se ostenta como científica; incluso ha desdeñado la aplicación de pruebas, pues de éstas no hay suficientes y lo que hemos visto en los últimos días, son calles, banquetas y hasta puentes peatonales que se han convertido en grandes salas de espera para derechohabientes del IMSS, por ejemplo, que necesitan una prueba covid-19, una consulta o hacer trámites de incapacidad.
Un panorama del IMSS que se encuentra desbordado por la burocracia incapaz de resolver lo importante y urgente, y en las larguísimas filas corres un alto riesgo de contagiarte de covid-19, pues ni siquiera hay personal capacitado para poner orden y agilizarlas.
Tan solo, el martes 11 de enero se tuvieron 612 mil 687 contagiados en Estados Unidos, 368 mil 149 en Francia, 220 mil 532 en Italia, 185 mil 112 en India, 134 mil 942 en España, 134 mil 439 en Argentina, 90 mil 847 en Australia, 74 mil 266 en Turquía, 71 mil 447 en Brasil y en México la cifra récord de 44 mil 187 contagios, cantidad más alta en lo que de la pandemia, aunado a que en nuestro país suman 4 millones 55 mil 95 enfermos y han fallecido 300 mil 764 personas según información oficial, que dista mucho de la realidad.
Y qué vemos ante este panorama tan desolador, en primer lugar a un gobierno blandengue que ha tratado por todos los medios de minimizar la gravedad de la pandemia mundial que padecemos, con un presidente que se niega a usar cubrebocas a pesar de que los dichos de López-Gatell de que AMLO no era una fuerza de contagio sino moral, se desbarataron porque ya está contagiado por segunda ocasión, pero que tal que desde un principio invitaba a abrazarse, besarse, comer en restaurantes, salir, hacer una vida totalmente normal, asegurando que el coronavirus era muy parecido a la influenza, y un largo etcétera de sandeces que hicieron que la población viera esto como un juego y lamentablemente hoy el país está de luto por los miles de muertos provocados por la ignorancia.
Tenemos un secretario de salud, Jorge Alcocer, recomendando Vaporub para tratar covid-19 en niños, una total burla en un país donde 60,928 menores han resultado contagiados por la covid-19 y más de 600 han muerto desde el inicio de la pandemia, según las cifras oficiales.
Es preocupante la forma tan poco eficiente cómo ha llevado la gestión de la pandemia la 4T, sin salvarse uno de sus funcionarios, porque que hay hasta de los que recomiendan caldo de guajolote con chile para curarlo, hasta los que ponen por delante el detente, o se presumen más preparados hasta con doctorado como Claudia Sheinbaum, y se alinean a lo establecido en lo oscurito por la 4T, cuyo discurso es de no preocupación y sacan sus anuncios culpando a los alimentos de los contagios y muertes, tratando de desviar la atención en otras cosas.
De verdad hay un desastre en morena en la capital y con la pandemia de covid-19 se ha visto muy marcada, pues no existe una estrategia de Sheinbaum para salvaguardar a la población y la ha dejado a la deriva, casi casi en sálvense quien pueda, o dicho de otra manera, muérase quién se tenga que morir. Ella ha decidido no adquirir más pruebas para los capitalinos, pues no se vayan a gastar los recursos que tan celosamente guarda, seguro para su ya adelantada campaña política.
Y mientras tanto, en la CDMX y en el país ya hay saturación hospitalaria y se han reportado alrededor de 104 hospitales con ocupación del 100 por ciento, otros 35 hospitales están próximos a alcanzar la máxima capacidad al reportar un 70 por ciento de ocupación en camas, y en cuanto a camas con ventilador 20 unidades se reportaron en números rojos con porcentajes de saturación de 70 y 100 por ciento, así como 32 centros de cuidados intensivos tienen más del 50 por ciento de saturación y 13 de ellos ya no pueden recibir ni un paciente más.
Tan solo en la Ciudad de México el hospital Central Militar, de la Sedena, el Hospital General de la zona 01, del IMSS, Hospital Adolfo López Mateos, del ISSSTE, Centro Médico Naval, de la Marina, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” ya están saturados, pero Sheinbaum insiste en que eso no es verdad, y sale a decir en sus conferencias tratando de engañar a los capitalinos y a los mexicanos, que no hay saturación y que hay camas disponibles.
Por qué continúa con el discurso de que no hay problemas, de que no hay de qué preocuparse, quedando en el ridículo porque sus datos contrastan con los propios datos presentados por el mismo gobierno de la ciudad. Ella siempre tratando de responder más a los intereses políticos de su gobierno y no a la preocupación de proteger a los ciudadanos.
Así las cosas con estos mandatarios de la 4T que desinforman a la población tratando de minimizar una enfermedad y dejan a la población a su suerte sin herramientas para salvar su vida ni protegerse.
Que les quede claro que con la salud no se juega y el gobierno mexicano de la 4T ha hecho trizas de ella desde el inicio de su mandato. En vez de sumar recursos para el Sector Salud ha ido restándolos, y para colmo de males nos cayó esta pandemia que vino a desnudar la crisis por la que México está atravesando, por la sed de los que ostentan el poder de acaparar los recursos a costa de ir dejando a miles de familias sin este derecho elemental a la salud pública.
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