Tucídides, fue un político ateniense y gran historiador, caracterizó a los hombres que pudieran dirigir al Estado, como aquellos que contaran con elocuencia e inteligencia para hacer frente, prevenir y calcular los problemas que atentaran contra la integridad de los miembros de ese Estado, además, dijo: "deben ser hombres con elevado patriotismo, que estuviera por encima de cualquier acto de corruptela".Pues bien, en nuestros días, considero que los gobernantes que tenemos no se aproximan a estas características.Veamos.
A ya casi dos años del gobierno de la 4T, cientos de intelectuales, escritores, comunicólogos, analistas, etc., han desbordado sus conocimientos en innumerables líneas, señalando los aciertos y errores del mandatario federal, la mayoría con argumentos de gran calado, que lo único que han provocado son aspavientos ligeros en el presidente de la república, el cual no se ha inmutado en lo más mínimo, razón por la cual considero que la reflexión profunda en saber si Andrés Manuel López Obrador, está cumpliendo con el planteamiento de Tucídides, es tarea de los mexicanos humildes, aquellos en que directamente recae las acciones de nuestros gobernantes en turno, pues bien, a ellos me dirijo con respeto.
La situación actual de nuestra patria, tanto en lo económico, como en lo social y de salud, es sumamente complicada, pues desde el inicio de la administración de la 4T se señaló que las medidas económicas implementadas por el presidente de México, llevarían al país por el camino del "crecimiento y desarrollo económico", por el incremento de un 6 por ciento sobre el PIB, sin embargo, ¿qué tan cierto es este crecimiento que se prometió? La prueba de que esto es que no se está cumpliendo porque antes de la pandemia tuvimos un crecimiento de cero por ciento y ahora, organismos internacionales pronostican que México, tendrá una caída económica.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB de México, se desplomará en un 10.5 por ciento, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), prevé una contracción de hasta el 8.6 por ciento en el 2020 y el Banco Mundial prevé una caída del 7.5 por ciento, para este año.Esta crisis ha generado que 12.5 millones de personas se hayan quedado sin trabajo y más de 70 millones de mexicanos estén en pobreza laboral, es decir, que no les alcanza para adquirir la canasta básica, además, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), estima que en México cerrarán más de medio millón de empresas a causa de la pandemia, entonces, ¿Dónde quedó el crecimiento y el desarrollo económico prometido?
Lo mismo ocurrió con la seguridad, la escalonada ola de violencia y su estrategia de "abrazos y no balazos", nos ha llevado a tener cifras estratosféricas de muertes en el país, por ejemplo el mes de julio del presente año concluyó con dos mil 519 personas asesinadas, cifra que representa un incremento de 4.3 por ciento en relación con los 2 mil 413 casos de junio pasado, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), así mismo, el porcentaje se incrementó, en relación con julio del año pasado cuando se contabilizaron 2 mil 414 personas asesinadas, mismas que ya suman más de 57,000 víctimas en lo que lleva de gobierno y finalmente, en el caso de salud, las medidas aplicadas para contener la pandemia no han funcionado, los hechos lo comprueban dejando por los suelos los pronósticos planteados, llegando a tener 498 mil contagios y 54 mil 666 muertos, colocando a nuestro país en el tercer lugar en defunciones en el mundo.
Aunado a todo lo anterior, los bajos salarios, la carencia de vivienda, la falta de servicios básicos en comunidades de alta marginación, el desabasto de medicamentos, la raquítica inversión en educación, la ciencia y la tecnología y además, el crecimiento desmedido de la corrupción, siguen latentes, no obstante la situación por la que atraviesan millones de personas frente a la pandemia y el irracionalismo con el que se le hace frente, no cabe la menor duda que todo esto es un acto de barbarie, el dejar morir a la gente sin hacer nada al respecto, sobre todo, cuando en la mayoría de los casos es posible corregir el problema.
Con todo esto, me atrevo a decir que la pandemia ha desnudado al gobierno de la 4T, o mejor dicho a López Obrador, ya que lo muestra realmente como es, un irracional, sin una pizca de humanismo, de solidaridad y de capacidad cerebral para hacer frente a un enemigo que pone en riesgo la vida y la seguridad de todos los mexicanos, lo convierte en un verdadero monstruo, capaz de llevar al país a una catástrofe sin precedentes con tal de salvar su reputación y con ello tener el poder, ese es el verdadero rostro de López Obrador.
En síntesis, creo que todos debemos hacer conciencia que la realidad que enfrentamos con la pandemia, no debe distraer nuestra atención frente a todos los problemas que han estado antes y que no desaparecerán tampoco después de la misma, si no que al contrario, serán cada vez más agudos y lacerantes, por lo tanto, la única y verdadera salida frente a todos los problemas y riesgos es sustituir este gobierno, es decir, urge crear un frente común para que en las próximas elecciones del 2021 se elijan a nuevos gobernantes, como dice Tucídides: "que cuenten con la inteligencia de calcular y prevenir cualquier problema que atente contra la integridad de todos los ciudadanos y además, se encarguen de trabajar en beneficio de las mayorías y sobre todo, que la riqueza generada se reparta de forma equitativa entre todos los mexicanos, haciendo menos difícil la vida de millones de personas que padecen y sufren estos males".La tarea es urgente y necesaria, juzgue usted amigo lector.
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