Escribo estas líneas haciendo un llamado a mis compañeros Antorchistas de BCS, de su solidaridad con el pueblo Palestino. ¿Cómo pedirle, a mis queridos compañeros Sudcalifornianos, que volteen a ver este caso de injusticia cometido a los palestinos, si a veces ni siquiera ellos mismos no ven en el espejo las propias injusticias que se cometen en su contra? Sin embargo, lo haré, apelando a que lo hagan y vean en esta tragedia lo que podría suceder con nuestro pueblo, y que por lo tanto debemos de sumarnos al clamor de repudio a la agresión que sufren los palestinos y al clamor de justicia y libertad para aquella pobre nación.
Palestina lleva 75 años sufriendo la ocupación y desplazamiento del régimen sionista del Estado de Israel, respaldado por EE.UU. Desde el 7 de octubre, 2.3 millones de palestinos de la Franja de Gaza fueron privados de agua potable, electricidad, combustible y alimentos. Hasta el momento hay 4,741 palestinos asesinados, 1,873 de ellos son niños ( Oficina de Prensa de Gaza)
Los mexicanos organizados en el Movimiento Antorchista condenamos enérgicamente el bloqueo genocida y los crímenes de guerra de Israel. Nada de esto y más, queridos compañeros y amigos, es un invento. No quiero llenarles de números, basta que hagan una investigación básica, que reúna los requisitos de imparcialidad, y que despojen de halos místicos las acciones concretas que se desarrollan en aquella zona del mundo, que nos apeguemos a la realidad científica, para que se den cuenta de que muchos de esos males en aquella parte del mundo, también se pueden agudizar en nuestro territorio.
Un poco de historia. “...Al término de la Segunda Guerra Mundial, el 29 de noviembre de 1947, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el plan de partición de la superficie de Palestina que otorgaba el 56.47% de Palestina a un estado judío (Israel) y 43.53% a un estado árabe, Palestina (todo esto apoyado y promovido por EE. UU y Europa). Pero en 1948-49 Israel proclamó su independencia y se apropió por la fuerza del 77% del territorio de Palestina. 750 mil palestinos expulsados de su patria salieron en un éxodo forzado. Empieza una guerra árabe-israelí, donde Egipto, Siria, Líbano, Jordania e Irak apoyaron a Palestina mientras Estados Unidos apoyó a Israel.
En 1967 Israel arrebató a: Egipto, la península del Sinaí y la Franja de Gaza; a Jordania, el Este de Jerusalén y Cisjordania, y a Siria, los Altos del Golán. En 1978, Egipto recupera la península del Sinaí. En 2009-2023, Israel radicalizó las agresiones diarias a Palestina, con el abierto apoyo militar de Estados Unidos al gobierno de Netanyahu, primer ministro israelí. (Fuente: France 24, La Vanguardia). De 1920 a 2023, han asesinado a 24 mil 981 israelís y 91 mil 361 árabes. En total 116 mil 342 personas. (Diario Británico, The Guardian).
El 7 de octubre de 2023, por primera vez el gobierno palestino lanza la “Operación Tormenta” de Al-Aqsa. Israel respondió y se acumulan (al 20 de octubre) 4 mil 385 muertos y 2 mil 900 heridos en Palestina, de extrema gravedad, dado la munición de guerra utilizada en los brutales bombardeos israelíes. Además del corte de agua, electricidad y alimentos para Gaza (Ministerio de Salud de Palestina, 20 de octubre 2023). El grupo armado palestino Hamás que lanzó una contraofensiva a territorio israelita, fue como muestra de que no están dispuestos a seguir soportando el asedio que el Estado de Israel comenzó desde 1948. Y, como es costumbre, medios informativos defensores de los intereses imperialistas tuvieron que hacer su trabajo para linchar mediáticamente a Hamás y al pueblo palestino; es decir, la prensa mundial se ha lanzado contra los palestinos, además de que han calificado este problema como una “Guerra entre Israel y Palestina”. ¿Una guerra? ¡Esto no es una guerra!
Ahí están los datos, es una agresión, hoy podemos ver con absoluta claridad que detrás de Israel están los intereses económicos, políticos y territoriales del Imperialismo de los Estados Unidos de Norteamérica. son ya 75 años de hostilizar y prácticamente desaparecer, –eso es lo que busca Estados Unidos y sus aliados europeos– al pueblo palestino. Si hoy vemos el mapa del territorio y pueblo palestino, han quedado reducidos a la nada. Israel tiene 9.2 millones de habitantes, los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza 5.4 millones, hoy los han reducido a 2.2 millones en la Franja de Gaza. Y lo peor, Israel todos los días bombardea a los palestinos no importando sean niños, escuelas y/o hospitales. La gran pregunta es: ¿Cuándo va a tomar medidas la Organización de las Naciones Unidas para detener al ministro de Israel, Benjamín Netanyahu? ¡Este es el imperialismo en su máxima expresión!
Se ahonda la crisis del capitalismo. Al frenarse su crecimiento del comercio mundial, habrá menos compras, menos producción, menos empleo y menos ingresos en todo el mundo. Al haber pues, una "recesión global", un agravamiento de la crisis, "agravamiento" porque nadie en sus cabales se atrevería a afirmar que el mundo del capital no está hundido en una crisis devastadora por lo menos desde el año del 2008. Hace muchos años que la economía de Estados Unidos, que había sido la potente locomotora del mundo entero, no crece y, también hace muchos años, que la riqueza de ese país se concentra en menos manos; el uno por ciento de su población tiene en su poder un patrimonio igual al que posee el 99 por ciento restante- al grado de que cada día se generaliza más la idea de que Estados Unidos ha dejado de ser la tierra de oportunidades y progreso que fue alguna vez.
Estados Unidos vende cada vez menos mercancías por la competencia formidable de China, de Rusia, de la India y de otros países que producen, tanto o más barato y de tan buena o mejor calidad, que los tradicionales capitales norteamericanos. La vida cotidiana del mundo actual está, por tanto, fuertemente marcada por los esfuerzos de los Estados Unidos por conservar su hegemonía puesta en serio riesgo. Por otra parte, EU opera a toda velocidad el reforzamiento y aseguramiento de sus esferas de influencia, para someter, por todas las vías, dentro de ellas la guerra de exterminio de ser necesario a todo aquel que no se someta a sus designios.
En el espejo de injusticias esta también nuestro México, donde hay hambre, hay graves problemas de salud, de educación que es un desastre, no hay empleo, la economía no crece lo necesario y, aunque creciera, ello no implicaría necesariamente una distribución más justa puesto que no existe ninguna política de redistribución de la riqueza social. El capital no tiene patria, y buscará lugares para emprender la producción de mercancías siempre en pos de la máxima ganancia.
Y ahí está el presidente Joseph Biden acaba de estar en Israel para ofrecer el apoyo incondicional de EE. UU. y ha solicitado al congreso un presupuesto millonario para reforzar con armamento a Israel. Diciendo que al igual que Ucrania se debe defender “La Democracia”. Es decir: el uso de la fuerza a través de la tecnología, y todo el arsenal bélico creado por el hombre, para sojuzgar al hombre y privarlo de sus derechos elementales: la vida, la tierra (es decir, la patria), la libertad, la casa, el vestido, la paz y el sustento.
¿Defender la “democracia”? en este caso apoyado a Israel para cometer genocidio contra Palestina. Los verdaderos intereses de EE.UU. están a la vista. No es una guerra entre Israel y Palestina, sino que es un genocidio de Israel respaldado por los EE.UU. contra el ya maltratado pueblo de Palestina. Los antorchistas como un solo hombre, condenamos esta situación donde sin ningún rubor, ni acato a las leyes internacionales, se ataca a un pueblo indefenso, con toda la tecnología militar acumulada con toda la fuerza de un imperialismo en decadencia que solo de esa manera se puede sostener: con la Guerra y la invasión.
Cuidado, ahí está nuestro país, víctima incuestionable de la crisis económica del capitalismo. No hay que ir muy lejos para documentarlo con sucesos conocidos y palpables. La pobreza crece cada año a una tasa de un millón de mexicanos porque el uno por ciento de los mexicanos concentra una inmensa riqueza y no se ha podido detener ese cáncer social.
Debemos seguir organizándonos, para lograr gobernar nuestra patria y convertirla en un ejemplo de unidad, fraternidad y lucha por transformar la vida del pueblo trabajador. Única manera real de apoyar al pueblo palestino y a los pueblos del mundo que luchan por su libertad. ¡Alto al genocidio en Palestina!
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