Nos remontamos al año 1988. Chimalhuacán era un municipio a 20 kilómetros de distancia de la capital, que se encontraba en la miseria total porque durante décadas el poder municipal estuvo al mando de algunas personas sin escrúpulos que solo usaron el poder para generar riquezas y aprovecharse de la gente que tenía la necesidad de un lugar para vivir. Fue este año cuando Antorcha llegó a Chimalhuacán, atendiendo el llamado de un grupo de padres de familia de la Escuela Primaria “Emiliano Zapata” (EPEZ) que, cómo verdadera Antorcha, iluminó la penumbra en la que se encontraba el municipio.
Para ese entonces, miles de carencias existían en la localidad, entre ellas la falta de escuelas cercanas para los hijos de la gente que salía a trabajar a la Ciudad de México. Me platican los vecinos del barrio Alfareros y Hojalateros, que fueron ellos los que motivados por las injusticias que vivían y la amenaza del cierre de la EPEZ, encontraron en Antorcha y en su dirigente, Jesús Tolentino Román, la claridad para resolver los problemas que sufrían. La fórmula fue: organizarse, educarse y luchar como un solo hombre para conseguir la oficialización de la mencionada escuela y darse cuenta de que ese era el primer paso para lograr condiciones dignas para vivir para todos en el entonces olvidado y rezagado viejo Chimalhuacán. Fue tomar conciencia para aprender a distinguir quiénes eran los verdaderos amigos del pueblo y quiénes eran los que abusaban del poder municipal, estatal y federal, y por qué la pobreza es el principal problema que debemos erradicar.
En los años noventa, el reinado del terror y los caciques se agravó en Chimalhuacán: Un pequeño grupo controlaba a los presidentes de la época; entre ellos, Susano González, Guillermo Villa, Enrique Suárez Pacheco, Carlos Cornejo, Benjamín González, quienes eran manipulados desde Toluca mediante la cacique y tristemente célebre Guadalupe Buendía, conocida como “La Loba” y sus lugartenientes los Preisser que, por cierto, en la actualidad apoyan abiertamente a la morenista Xóchitl Flores, lo que demuestra que esas corrientes del pasado, las cuales están manchadas de sangre, violencia, negocios turbios y terror, se han camuflado bajo el ropaje del morenismo y pronto volverán a gobernar el municipio. Por si no lo sabían.
Sin embargo, cabe destacar que la presencia del antorchismo fue creciendo en esa década. Atendiendo las demandas populares, fue logrando posiciones importantes como regidurías, la presidencia del PRI local y más tarde la candidatura a la alcaldía, algo que no agradó a los caciques y sus huestes, quienes hicieron todo para derrotar al candidato Antorchista, Jesús Tolentino Román Bojórquez, abanderado de 100 grupos que se aglutinaron en el Proyecto Nuevo Chimalhuacán y que a pesar de cualquier adversidad ganó la elección municipal, el 2 de julio del año 2000.
Llegó el 18 de agosto, día de la toma de posesión del alcalde electo Tolentino. Mucho se ha buscado tergiversar este hecho por los acontecimientos ocurridos, al final se mostró que la desesperación de los esbirros de la Loba y políticos de altas esferas del Estado, por perder su mina de oro la traducían en la agresión: le quitaron la vida a 10 civiles, con lo que buscaban generar desestabilización. Pero al tomar Tolentino Román posesión del cargo, fue un momento fundamental, un hito histórico para Chimal porque Antorcha y el Proyecto Nuevo Chimalhuacán llegaron al poder, de manera democrática, con un auténtico respaldo popular y materializan en resultados las promesas hechas a la gente. En el 2000, Chimal fue el único lunar verde de la zona, todos los municipios aledaños fueron ganados por el PRD y, a nivel federal, llegó el PAN a la presidencia de la república con Vicente Fox. Algo similar sucedió en el 2018 cuando Antorcha resistió ante el efecto López Obrador y retuvo presidencias municipales como la de Chimalhuacán, a diferencia de toda la zona metropolitana que se pintó de guinda.
A diferencia de hace tres años, en las pasadas elecciones en que el partido Morena ya tenía el poder federal y, contrario a todos los pronósticos, el partido Morena, con su abanderada Xóchitl Flores, se hizo del poder con ayuda de sus programas y su influencia en diversos órganos, el envío de operadores nacionales y extranjeros; el reparto de dinero o dádivas, su alianza con grupos criminales y otras acciones y, sobre todo, por el golpeteo mediático contra el gobierno antorchista. Su victoria en Chimalhuacán, por ejemplo, seguirá siendo ilegítima por estos hechos, sin embargo, Antorcha es respetuosa de la resolución del tribunal electoral y no impediremos que entren al poder, es más, daremos muestra de civilidad política. No como lo hicieron los lobos -hoy morenistas- en el año 2000 en contra del antorchismo.
En este segundo artículo recordamos algunos acontecimientos relevantes porque pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla, y quienes no conocían la de Chimalhuacán es porque quizás son muy jóvenes de edad o tienen poco tiempo viviendo en el municipio. Los invito a estudiarla, solo el tiempo y los hechos demostrarán quién tiene la razón.
Estoy orgulloso de decir que Antorcha y el Proyecto Nuevo Chimalhuacán le cumplieron al pueblo en 21 años de gobierno. Gracias a la visión que tienen de construir un país progresista y de futuro, gracias a su modelo humanista e integral, transformaron este municipio: Chimalhuacán era un municipio de tierras salitrosas, basura y canales de aguas negras, y lo convirtieron en el municipio de éxito que es hoy, con desarrollo e infraestructura social que beneficia a todos. Chimalhuacán es un lugar digno para vivir y eso es obra de Antorcha y la gente lo sabe. Con orgullo decimos: #TeCumplimosChimal.
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