Como es sabido por la mayoría, Antorcha festeja en este 2019, 45 años de existencia y, desde su fundación, en el año de 1974 por el Ing. Aquiles Córdova Morán, se propuso alcanzar dos cosas: la primera, organizar a la gente más pobre de este país, y la segunda, educarlos políticamente. En este sentido, desde su nacimiento, así fue como empezó a aglutinar en sus filas, a gran cantidad de gente humilde, principalmente a aquellos que carecían de servicios básicos, ofreciéndoles luchar junto a ellos, para hacer valer sus derechos como ciudadanos (defendiendo incluso en algún momento de la coyuntura política del país, su derecho de organización y de petición a costa de la vida de algunos compañeros antorchistas en varias regiones del país, sobre todo en la mixteca, Sierra Nororiental y Norte de Puebla, y algunos municipios en el estado de México), haciéndoles ver, que podían aspirar a una vida mejor, con mayor calidad de vida. De manera que, si se organizaban y luchaban hombro con hombro, podían mejorar, o incluso conseguir, sin duda alguna sus servicios públicos básicos y resolver problemas de antaño en obras de infraestructura necesaria y urgente en sus lugares de residencia.
Abanderando dichas causas, Antorcha se fue consolidando como una organización grande y poderosa, creciendo cada día más, a tal grado que a pocos años de haberse creado ya tenía presencia en varios municipios importantes de Puebla y el Estado de México, principalmente. Ganando la simpatía de la gente, por los frutos positivos de las gestiones por parte de la organización a través de los activistas, materializando obras de gran impacto social, en algunas colonias y municipios más marginados de los estados ya mencionados.
Ese crecimiento no tardó en extenderse y llegar a la Sierra Norte de Puebla, a la región de Huauchinango, y en el año de 1986 se iniciaron las primeras asambleas en el municipio de Tlaola, organizando a los hermanos Montes Tetzonquila de la cabecera municipal, a don Samuel Picazo y don Miguel Picazo de la comunidad de Cutzontipa, y German Florentino de Tzitzicazapa, entre otros pioneros del antorchismo en la región, donde lograron aglutinar a gran cantidad de gente y animando al grupo a pelear la presidencia municipal, ganando la misma en el año de 1987, en ese entonces con don Jaime Picazo Millán, quien se convertiría en el primer presidente antorchista en la región.
El rumor de que había llegado una organización llamada "Antorcha Campesina" a la sierra que buscaba organizar a los campesinos para transformar los pueblos y municipios gestionando obras y servicios públicos en diferentes dependencias de gobierno, no tardó en llegar a los demás municipios circunvecinos, quienes fueron en busca de los activistas que estaban en Tlaola, para que formaran sus respectivos grupos y aglutinar a más gente para que progresaran a la par de donde ya había trabajo. Y fue así que en el año de 1988, llegaron a Jalpan y a Jopala (aunque en este municipio los activistas provenían de lo que entonces era el seccional Zacapoaxtla), al año siguiente llegaron a Chiconcuautla (1989). En los años siguientes ganaron las presidencias municipales de Jalpan, Chiconcuautla y Jopala (en otro artículo nos ocuparemos de hablar de la llegada de Antorcha a estos municipios).
A partir de ese entonces, hubo un gran progreso y desarrollo en los pueblos y colonias de las cabeceras municipales de los antes mencionados. El cacicazgo que imperaba en esta región, acaparaba todos los apoyos que llegaban por parte del gobierno federal, estatal y municipal. Una vez que antorcha empezó a gobernar en los municipios donde tenía presencia, no tardo en aplicar los recursos que llegaban para mejorar la imagen de sus municipios y comunidades, aplicando dicho recurso en servicios y obra pública; por ende, mejorando también la calidad de vida de la gente que vivía ahí.
Fue así que se empezaron a abrir caminos que antes no existían, se fundaron y construyeron escuelas donde no había acceso a la educación para la gente pobre, se ayudó económicamente a construir una innumerable cantidad de iglesias, se introdujeron redes de drenaje y agua potable, se pavimentaron los accesos principales a los municipios y comunidades más grandes (uno de los más importantes es el tramo Xaltepuxtla – San Lorenzo), se mejoró la calidad de la educación al contratar maestros donde hacía falta pagándoles con recursos de los ayuntamientos (pago municipal a maestros de Tlaola, Chiconcuautla, Jalpan y Jopala), se crearon albergues estudiantiles para que los hijos de campesinos tuvieran donde alojarse mientras cursaban su educación básica y media superior (Casa del estudiante "Jesús Cámez Valdez"), se electrificaron pueblos y colonias enteras que vivían en penumbras por la negligencia de los anteriores gobernantes, se construyeron espacios para practicar y fomentar el arte y la cultura (Casa de Cultura "Dr. Juan Manuel Celis Ponce"), etcétera.
En esencia, en este escrito, queremos destacar, que los antorchistas y no antorchistas de la región reconocen que la llegada de la organización a esta zona fue un parteaguas para la misma, ya que nunca antes se había visto progresar a un ritmo acelerado los municipios que gobernaban en ese entonces nuestros compañeros. Debe de entenderse, pues, que Antorcha, desde su nacimiento es sinónimo de lucha, de unidad, de progreso, sin lugar a dudas de fraternidad, donde ha tocado tierra la organización, seguro hay alguna obra que lleva de manera abstracta el sello de la lucha de Antorcha.
Es por eso que, en este año que nuestra organización cumple 45 años de existencia, lo vamos a celebrar con un magno evento para destacar los logros durante todos estos años de lucha, y a la par manifestarnos ante los atropellos de los cuales hemos sido objeto por parte del gobierno federal. Tenemos claro y estamos seguros que Antorcha después de nuestros eventos con motivo de su 45 aniversario será otra, saldremos más fortalecidos para seguir luchando por nuestros ideales y nuestro proyecto de nación. Que no quede duda.
Y como dijo algún día nuestro querido maestro: "nosotros nos proponemos ser los que alumbremos al pueblo para llevarlo por el camino del progreso, del trabajo, un camino constructivo para el bienestar del pueblo pobre de México", cuando se refería al surgimiento y por qué del nombre de nuestra organización, que ahora cuenta con cerca de tres millones de afiliados en todo el territorio nacional, de esta manera, les digo, que hay Antorcha para muchos años más. Celebremos, pues, todos juntos este 10 de noviembre junto a 150 mil antorchistas de los estados de Oaxaca, Tlaxcala, Veracruz, Guerrero y Puebla el aniversario número 45 de nuestra querida organización y gritemos a los cuatro vientos que estamos más vivos que nunca y preparados para los retos que vienen más adelante. ¡Que viva Antorcha Revolucionaria!
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