En Antorcha creemos firmemente que las revoluciones sociales, como lo sostiene Martha Harnecker, "no las hacen los individuos, las 'personalidades', por muy brillantes o heroicas que ellas sean.Las revoluciones sociales las hacen las masas populares".Es cierto.
Sin embargo, también sostenemos que el pueblo pobre y trabajador, en un principio, y en la medida que se está ahogando en medio de una crisis económica, sanitaria y de inseguridad, no puede por sí solo salvarse, jalándose él mismo de los cabellos; la necesidad de cambio exige la existencia de una organización cuyos integrantes, sobre todo a nivel de su vanguardia lleven la conciencia política de clase a las masas populares, la organicen y la enseñen a luchar primero, por la defensa de sus derechos elementales, como el derecho a una vida digna, y más tarde por sus objetivos históricos, que harán del país una nación próspera económicamente, pero equitativa y justa en el reparto de la riqueza social producida por todos los mexicanos.Una organización así, implica que sus miembros, sobre todo en su vanguardia, sean luchadores sociales sensibles ante el sufrimiento de millones de parias, altamente capacitados con la concepción científica que reivindica a los pobres del mundo, cultos, nobles, modestos, honrados, trabajadores, valientes, con un grado de compromiso profundo y a toda prueba con el pueblo humilde y trabajador, dispuestos a vivir y a luchar, férreamente hermanados con ese mismo pueblo, cueste lo que cueste, aunque en ello les vaya la vida.
En Antorcha, ese es precisamente el modelo de luchador social que perseguimos y que en muchos compañeros se viene forjando desde hace décadas; los mejores de ellos son nuestros queridos compañeros del Comité Ejecutivo y de la Dirección Nacional, encabezados y representados con creces por nuestro secretario general, el ingeniero Aquiles Córdova Morán.Los dirigentes de Antorcha no son un grupo de arribistas, u oportunistas busca huesos como proliferan en otros partidos, incluido muy destacadamente el partido de Morena; en Antorcha mientras más alto sea el cargo de un compañero, no encuentra ni privilegios, ni riquezas que acumular, sino más trabajo y responsabilidad; mientras más encumbrado esté un antorchista en la estructura de la organización, se le exige más compromiso, más disciplina, más modestia, más nobleza.Por eso, los que al interior de Antorcha llegan alto, es porque su trabajo y sus méritos los respaldan; a nuestros dirigentes nosotros mismos los elegimos con gusto y con cariño, como nuestros auténticos representantes.Por todo eso y más, muchos de ellos viven en la mente y en el corazón de millones de mexicanos.
Tal es el caso del ingeniero Juan Manuel Celis Aguirre y de la doctora Soraya Córdova Morán, ellos son, sin ningún asomo de duda, de los luchadores sociales modelo del antorchismo poblano y nacional.Ambos son pioneros de Antorcha en Puebla, integrantes del Comité Ejecutivo y de la Dirección Nacional de nuestra organización, responsables de la Comisión Nacional Cultural, principal creadora de los encuentros culturales y artísticos más bellos y exitosos, ofrecidos al pueblo de México, como las Espartaqueadas Culturales, los concursos de baile, danza, poesía, canto, pintura, teatro, etc.Y un sin número de eventos de la más alta calidad artística; creadora, además de grupos artísticos de diferente tipo, compuestos por hijos del pueblo, y de una gran categoría.El crecimiento numérico de Antorcha y el progreso material, social y económico de muchas zonas de Puebla y en la ciudad capital, son producto de este trabajo tesonero de Juanito y Soraya: El ingeniero Juan Celis, como diputado federal, gestionó más de 250 obras realizadas en 31 municipios, en beneficio de una población de más de 300 mil habitantes.La doctora Soraya, también siendo diputada federal, gestionó la realización de 600 obras, en 119 municipios, para beneficio de una población de más de 3 millones de habitantes.Además, los que conocemos personalmente al ingeniero Juanito y a la doctora Soraya sabemos que desde siempre han tenido un trato cortés, amable, solidario, regularmente con la sonrisa a flor de labios, porque se ve que disfrutan de su naturaleza como luchadores sociales de toda la vida.
Y hoy se ofrece hablar de ellos porque son perseguidos políticamente por parte de López Obrador y Miguel Barbosa, quienes tienen al país y al estado en una de las peores crisis económica, sanitaria, de inseguridad y política, como desde hace mucho tiempo no conocía el país.Estos gobernantes inútiles, arrogantes, mentirosos y cobardes, con todo el poder del Estado, intentan desaparecer a nuestra organización; y en su afán, ahora acarician la idea de descabezarnos, tratando de desprestigiar a nuestros dirigentes y, en caso necesario, encarcelarlos.Pero la estatura política y moral de dirigentes de la talla de Juanito y Soraya está muy por encima de los afanes represores del gobierno.Estos dirigentes emblemáticos del antorchismo, como el propio ingeniero Aquiles, saben lo que vale el pueblo trabajador, saben lo que valemos los Antorchistas; pero buena parte del pueblo trabajador y todos los Antorchistas (más de dos millones) sabemos lo que valen ellos, y así como ellos siguen dando su vida, aun corriendo el riesgo de perder la libertad o esa misma vida, nosotros también estamos dispuestos a corresponderles, como un solo hombre y a una sola voz, para defenderlos de esta brutal injusticia, cuantas veces sea necesario.
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