Hace poco, en la región Mixteca, el Movimiento Antorchista empezó a realizar eventos culturales a los que hemos denominado "Domingos Culturales". Estos eventos artísticos que ha reunido, en diferentes lugares céntricos de los municipios sobre todo de la región cañera, a numerosos grupos de ciudadanos, buscan en primer lugar que la gente encuentre un lugar y un momento de sana diversión y distracción, donde disfrute de los bailes folclóricos, escuche la música popular mexicana y la declamación de poesías. Pero no solo esto, en Antorcha valoramos que la cultura y el arte sean verdaderas armas para cambiar la conciencia humana y para cambiar la mentalidad del pueblo trabajador, que entienda que se puede cambiar de ser un pueblo oprimido a un pueblo progresista. Estas son las razones que nos empujan, no ahorita, sino desde el nacimiento de nuestra organización, para promover el arte y la cultura en el pueblo y con el pueblo.
Lo que buscamos los antorchistas con la cultura, siendo este una herramienta de educación y transformación del pensamiento, es curar a nuestro país de las diversas enfermedades de que adolece, tales como la pobreza, la insalubridad, la falta de trabajo, salarios, la vivienda, el hambre. Cambiarlo por un país honrado, limpio, trabajador, progresista y, sobre todo, un país equitativo en cuanto a la distribución de la riqueza nacional, un reparto justo, y no como ahora, donde un puñado de personas gozan de la riqueza que producimos todos, mientras la inmensa mayoría se debate en la pobreza.
La danza, el baile, la música, la poesía y entre otras bellas artes, juegan un papel fundamental en este camino del cambio hacia una sociedad mejor, pero es verdad también que la sociedad se ha topado que no es fácil acceder a esta vasta y rica cultura que posee nuestro país, los que controlan la sociedad, los grandes capitalistas han privatizado esta delicia espiritual, en primero como un negocio y en segundo, y la más importante, la esconden porque saben lo que puede provocar en el pueblo, saben que puede despertar al pueblo dormido y exigir un cambio para su bienestar.
Sabemos y conocemos cómo funciona este sistema en que vivimos, donde el arte y la cultura la prostituyen y lo venden, por eso es necesario cambiar a los individuos que viven bajo ese sistema para poder lograr un país nuevo, sabio, diferente, y superior como lo propone Antorcha; y para esto es necesario formar a hombres nuevos, individuos con otra mentalidad, con otra idiosincrasia, distinta a la que actualmente se le inculcan a los jóvenes y a la sociedad entera.
Por eso queremos que estas disciplinas artísticas dejen de ser mercancías y se conviertan en cotidianas actividades culturales del hombre, eso persigue Antorcha y eso queremos en Izúcar de Matamoros y en los municipios a su alrededor.
Hemos creado y seguimos creando grupos culturales en Izúcar de Matamoros con jóvenes hijos de trabajadores, hijos del mismo pueblo, y al mismo tiempo ofrecemos esta riqueza cultural para el deleite de la gente y como un arma de educación.
No deben dejar de asistir a los eventos culturales a los que invita el Movimiento Antorchista. Lo que buscamos y queremos es la educación de la gente a través de la cultura, hacer una sociedad solidaria, honesta, progresista, con espíritu de justicia social, que sean hombres capaces de sentir en carne propio el dolor ajeno y provocar el deseo profundo de trabajar para acabar con esas lacras que padece el México de hoy.
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