Muy simple, sin inmutarse, respondió Artemio Caballero López, saliente presidente municipal suplente de la ciudad de Tehuacán, Puebla, ante el reclamo por incumplir un importante compromiso hecho ante mil 200 familias de la colonia Movimiento Antorchista Nacional para dotarles de agua potable.
Vamos por partes. El 1º de junio del año en curso, el entonces alcalde de Tehuacán fue recibido por los habitantes de la colonia referida en un colorido y festivo evento en el que puso la primera piedra para ejecutar un proyecto que por iniciativa propia fue a ofrecer y que está planteado en dos etapas para dotar de agua potable a todas las familias que allí habitan. La portada del primer expediente técnico reza: “Construcción de tanque elevado y sistema de rebombeo en la colonia Movimiento Antorchista Nacional, en el municipio de Tehuacán, Puebla” el cual estima un presupuesto de 1,633,040. Un segundo expediente da cuenta de la “Ampliación de la red de agua potable” en la misma colonia y contempla un presupuesto de 2,366,200. Ambos expedientes los entregó de propia mano a los representantes de la colonia. Al calor de la multitud y del programa cultural que se presentó por parte de los colonos, el presidente se comprometió a terminar y entregar la obra en tres meses.
Pasando el 6 de junio, día de las elecciones, después de los desastrosos resultados para Artemio Caballero que jugó a la reelección por el extinto y fugaz partido Fuerza Por México, los representantes de la colonia enfrentaron los enredos administrativos y “legales” que durante varias semanas le sirvieron al presidente municipal para ganar tiempo. Conocedores de esas y otras viejas maniobras que utilizan las autoridades (salvo rarísimas excepciones) para negar obras y apoyos a la gente, los colonos realizaron una serie de movilizaciones de protesta exigiendo cumplimiento a la promesa hecha.
El presidente municipal suplente nunca se ha retractado del compromiso, pero tampoco lo ha cumplido y a estas alturas de su agonizante periodo, ha reducido drásticamente su meta: dotar de 9 mil metros de tubería para la red de distribución, solo eso y está por verse si cumple.
Cualquiera dejará esbozar una sonrisa como diciendo “ya sabía que no iba a cumplir”, ante la conducta de Artemio Caballero, por la forma tan obvia y descarada para mentir. Con la rabia contenida, en una última entrevista, un colono le espetó en su cara al presidente: “o sea que, como perdió en las elecciones, ya no le interesa apoyar a la colonia, o sea, lo único que usted quería eran votos, ¿verdad? A lo cual, pausada y cínicamente respondió: Así es la política, amigo”.
Y, efectivamente, los políticos profesionales son identificados por decir una cosa y hacer lo contrario, por actuar anteponiendo sus intereses muy particulares a los intereses de la comunidad. Esos políticos ya no deben estar a la cabeza de ningún gobierno. Es necesario que el pueblo tome consciencia de que el único camino para sacudirse de una vez y para siempre de esos vividores del presupuesto público es que se organicen en una sola fuerza política y pongan al frente de sus órganos de gobierno a gente verdaderamente representante de los intereses del pueblo. Solo así la gente dejará de estar esperando que se haga la voluntad del gobernante para resolver sus carencias.
Artemio Caballero entregará la administración municipal y no volverá a tener en mente la inmensa necesidad de agua potable que padecen las familias humildes de la colonia burlada, sin embargo, la lucha abnegada, decidida y por demás necesaria por el agua potable para mil 200 hogares de esta colonia va a continuar, solo culminará cuando cada familia pueda disfrutar de ese servicio tan elemental para la vida al que tienen legítimo derecho y que hasta el momento se les ha negado por todo tipo de consideraciones, sin tomar en cuenta las fundamentales: las humanas.
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