Un año más en que el cambio de presidente de México dominará el escenario político del país. Pero, una vez más, ese cambio no será para bien de los mexicanos, como ya empezamos a escuchar en boca de las precandidatas que desde hace tiempo andan promoviendo sus virtudes personales y prometiendo que con ellas todo va a estar mejor.
No nos dejemos engañar por las palabras aparentemente progresistas que ya están ofreciendo las precandidatas a la presidencia y los candidatos a gobernadores y a presidencias municipales ofrecerán beneficios para todos. No, no por ser “nuevo gobierno” –ya sea en la presidencia de la república, en gubernaturas de los estados o presidencias municipales– van a actuar de diferente forma que los anteriores porque finalmente pertenecen a los mismos partidos políticos que han llevado a la ruina al país, a los estados y a los municipios y tanto que no ha habido día de este mes de enero que no haya asesinatos colectivos o individuales, tanto de hombres como mujeres y niños. tragedias producto de la cruel y sistemática violencia que vive el país y que los gobiernos no han podido parar porque no sólo no han instrumentado “estrategias de seguridad” para combatir a la delincuencia, sobre todo a la organizada, sino porque en muchos casos están coludidos con ella y, por tanto, los dejan actuar a su satisfacción.
Ya está demostrado que los políticos de los partidos tradicionales (Morena, PRI, PAN, PRD, PVEM y PT) no son la solución a los graves problemas del país (inseguridad, salud, educación, etc., etc.) porque con palabras nadie cambia nada; ahí tenemos todos los buenos deseos y promesas del presidente de México que está por dejar su cargo: prometió todo y no ha cumplido nada, no ha cambiado nada de lo malo que ya existía en el país, más bien está dejando las cosas peor que antes porque, repito, las palabras y buenos deseos no cambian nada; la única función que tienen es engañar a la gente: la entusiasman con promesas, pero una vez en el poder, hacen todo lo contrario y tenemos que terminan su administración y dejan a la gente en peores condiciones que antes.
En el último mes he escuchado muchos, muchísimos comentarios en torno a que ahora la gente no sabe por quién votar para la presidencia de la república; por eso me dicen que van preguntando a todo aquel con quien se topan que por qué candidata votarán, para ver si los convencen y hacer frente común, pero los argumentos que la gente da no convencen a todos, por lo que finalmente miles de personas dicen que prefieren no votar, lo que indica que no saben el daño que hace el abstencionismo.
Los medios de comunicación dicen que la elegida por López Obrador lleva ventaja para la presidencia de México, pero no es lo que yo he escuchado en la calle, pues dicen que esa mujer hará lo mismo que López Obrador: que seguirá la violencia y las tragedias masivas, pero que Xóchitl Gálvez tampoco es opción porque será más de lo mismo de lo que en momento hicieron tanto PRI como PAN. Cierto, en realidad ambas precandidatas presidenciales son más de lo mismo: caras nuevas, pero con la misma forma de actuar y gobernar.
Por eso desde hace 50 años, el Movimiento Antorchista Nacional trabaja directamente con el pueblo para acabar con la pobreza en México… cierto que no lo hemos logrado porque no tenemos el poder nacional y no decidimos cómo deben emplearse los dineros para beneficiar a todos los mexicanos. Con el gobierno de López Obrador más bien la pobreza sigue creciendo: cada año, y sobre todo en los últimos años, millones de mexicanos han caído en sus filas por falta de educación, empleos y buenos salarios: de acuerdo con un comunicado que emitió el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en agosto de 2023 –que es una dependencia gubernamental–, en el segundo trimestre del 2023, en el ámbito rural la pobreza aumentó 8.8 % y en el ámbito urbano fue de 9.3 %. Ambos incrementos fueron mayores a la inflación anual promedio del segundo trimestre 2023 (5.7%). O sea, es una mentira redonda la afirmación de López Obrador de que la gran satisfacción que le dejó su administración fue que disminuyó la pobreza en México. ¡Falso! Sus palabras son para engañar a la gente a fin de manipularla para que le den su voto a su candidata a la presidencia de México.
Pruebas. En 2022 hubo un incremento en las personas que declararon que no pueden pagar los servicios de salud; este indicador pasó de 16.2 por ciento de la población en 2018 a ¡39.1 por ciento en 2022! Y es que la atención médica no se paga con las pensiones para adultos mayores o cualquier otra tarjetita del Bienestar que entrega el presidente López. Subió el porcentaje de personas que tiene más de tres carencias sociales (que pueden ser: educación, salud, alimento, vivienda y servicios básicos) subió: pasó de 29.2 millones de mexicanos a 32.1 millones. Eso en el ámbito nacional, en donde la presidencia de la república concentra mucho del dinero que los mexicanos pagamos en impuestos, pero no los utiliza en beneficio de la mayoría de los mexicanos, sino para favorecer a su partido y amigos ricos, como a Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego y Germán Larrea, entre otros.
Las cosas no van mejor en los estados de la república o en los municipios: el gobierno de López Obrador está pasando a la historia como el sexenio más violento, pues durante su administración ha habido 156 mil víctimas de homicidio, más que en el sexenio de Peña Nieto. Los asesinatos han tenido lugar en: Jalisco, Michoacán, Veracruz, Zacatecas, Guerrero, Guanajuato, Colima, Aguascalientes, Estado de México, Puebla, Nayarit, Sonora, Chihuahua… bueno, para terminar pronto, diré que se dan en todas las entidades federativas del país.
En el terreno municipal, las cosas no van mejor, porque hay alcaldes inconsecuentes que no han cumplido con lo que dijeron que harían y de ese tipo de gente está lleno el país: . Por ejemplo, en los municipios del oriente mexiquense, Ixtapaluca y Chimalhuacán, los cuales transitaban por una ruta de progreso y bienestar para la población, ahora con los primeros gobiernos municipales emanados de Morena, no sólo se frenó el progreso, sino que esos municipios han sido abandonados y, por tanto, la infraestructura urbana que tenían ahora se está cayendo a pedazos, como lo han registrado varios medios de comunicación estatales.
Durante todo la administración de la morenista Xóchitl Flores Jiménez en Chimalhuacán, ha habido deficiencias en el abasto de agua; problema que se agudizó en los últimos meses del año y a inicios de este “feliz y próspero” 2024: miles de habitantes de todo el municipio, provenientes del Ejido Santa María, del barrio nativo de San Lorenzo, de Acuitlapilco, Tlaixco y de los barrios Fundidores y Hojalateros, entre otros, prácticamente todos los días de lo que va de enero se han manifestado en las oficinas del organismo municipal encargado de administrar el agua a fin de exigir que se les dote del vital líquido, al cual no tuvieron acceso ni siquiera en la semana de las fiestas decembrinas. Aunque la administración morenista se ha comprometido con ellos a solucionar el problema, la gente ya no les cree, por eso afirman que “si alguna vez creímos en Morena, ahora no votaremos por ese partido porque nada más nos ha engañado”.
La solución, pues, no está en tener nuevas caras en los gobiernos; los partidos tradicionales, incluido Morena, ya demostraron que sus intereses para acceder al poder no son beneficiar a la gente, sino beneficiarse ellos y sus partidos. La solución está en que todos los mexicanos nos unamos para aventar al bote de la basura a esos partidos y políticos mentirosos y construir un partido que verdaderamente represente los intereses de pueblo pobre; es decir, que se ponga a trabajar para verdaderamente sacar a los mexicanos de la pobreza. En Antorcha trabajamos para educar y organizar a los mexicanos a fin de que construyan un partido de nuevo tipo que sí trabaje a favor de la mayoría.
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