Tiempos de angustia están viviendo los pobres de la nación. A manera de las plagas de Egipto, que como maldiciones cayeron sobre la gente y la atormentaron durante muchos años, hoy nuevas plagas nos atormentan: desempleo, bajos salarios, enfermedades, drogadicción, abandono de niños y ancianos, muertes por delincuencia, muertes por covid-19, y encima de todo, sequía extrema en Chihuahua y lluvias caudalosas en Tabasco.
Tabasco y otros estados del sureste sufren inundaciones y pérdida de vidas humanas, de animales domésticos, de ganado y todo tipo de bienes. Las más graves inundaciones empezaron a principios de octubre, van más de dos meses de una situación angustiante para los más humildes. Muchos pueblos enteros están aislados, ahí no llegan apoyos. Hay varias localidades de los municipios de Centro, Nacajuca, Centla, Cunduacán, Tacotalpa y Macuspana en donde el agua sigue inundando las calles y las casas.
Se sabe, por información de los comités de protección civil de los 17 municipios de Tabasco, que cuando menos 600 mil personas sufrieron directamente las consecuencias de las lluvias, aunque el gobierno sólo reconoce 100 mil damnificados, pero ni el gobierno del estado, ni el gobierno federal se han apresurado a llevar ayuda a los afectados. Al mes de noviembre, el Gobierno del estado apenas pudo atender a poco más de 12 mil afectados en los albergues que instaló.
El Gobierno federal se comprometió a entregar 300 millones de pesos en "vales” de 10 mil pesos "a todos” los afectados; luego informó que entregó 37 mil, pero las cuentas no salen… Si entregó 37 mil vales, cada uno de 10 mil pesos, entonces debería haber entregado 370 millones, no 300. Hay muchas dudas, mucha desconfianza.
También se anunció que se van a proporcionar 2 apoyos que estarán entregados antes del 20 de diciembre; uno de 8 mil pesos para sanear y pintar la vivienda; el otro será un vale canjeable por enseres domésticos. No se sabe de cuánto será este vale ni en dónde se podrá canjear. Los "siervos de la nación” están realizando el censo. ¿Se dan cuenta? No está censando el mismo gobierno, sino los empleados de Morena.
Mientras tanto, la gente humilde sufre. Hay hambre, enfermedades, tristeza y angustia porque no solo se han perdido muebles y enseres domésticos. Se han perdido hogares completos. Casas que tardaron años en construirse han quedado inhabitables.
El pueblo está solo. No puede seguir esperando una intervención seria, integral, definitiva, de sus gobiernos. Sólo el pueblo apoyará al pueblo. por eso, el Movimiento Antorchista se ha dado a la tarea de organizar una campaña nacional de acopio de víveres para los afectados de Tabasco.
Hay que participar. A estas alturas, el grito de guerra de López Obrador: ¡primero los pobres!, ha quedado en el olvido. No es cierto que le preocupen los pobres, le preocupan tal vez, como votantes, pero ese es otro cuento, ya que está regalando dinero y regalará más a medida que se acerque el día de las elecciones, para asegurarse otra vez millones de votos, pero ya sabemos cómo trata al pueblo.
Para salir de esta pesadilla, urge que tomemos conciencia de que no debemos seguir detrás de los falsos redentores. La única fuerza auténtica de los humildes, radica en nuestra unión y en nuestra organización. ¡Adelante, vamos juntos por Tabasco!
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