Todos los mexicanos sabemos que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una empresa del Estado, se precia desde siempre de ser propiedad del pueblo de México, la única que le queda después de la ola privatizadora de la época salinista y zedillista. No hay día en que el presidente Andrés Manuel López Obrador destque que su gobierno tiene como propósito hacer que la CFE adquiera carácter verdaderamente nacionalista, que brinde energía barata a las familias y empresas de México.
Y para refrendar este propósito, en meses pasados mandó al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma eléctrica, misma que describió como la panacea a todos los males que sufre el sector y sobre todo a la CFE. Su iniciativa fracasó al no reunir los votos suficientes para tal reforma.
AMLO y su partido Morena no tienen realmente una estrategia para resolver el abasto suficiente de energía que demanda la población y el sector productivo; unas veces se pronuncia por la producción a base de materias primas contaminantes, y otras por las energías limpias (obligado por el gobierno gringo)
Hoy, a tres años de gobierno morenista, los mexicanos seguimos pagando altas tarifas por un pésimo servicio. Y aunque mucho insiste que con las refinerías modernizadas y la que está en construcción en Dos Bocas, Tabasco, la situación cambiará y ahora sí tendremos un mejor servicio a menor costo.
Lo cierto es que este propósito está muy lejos de cumplirse, es sólo un buen deseo o como dice el refrán, potro en barriga de yegua, mientras tanto sigue el alto costo y el pésimo servicio.
Los apagones ya son frecuentes en todo el país, y Sinaloa no es la excepción. No hay día en que, en amplias zonas del estado, urbanas y rurales, por muchas horas deje de haber el servicio eléctrico, con las consiguientes pérdidas para las familias.
Y la justificación a toda falla siempre es la misma, que la población no poda los árboles, o sea, la CFE nunca tiene la culpa. Y a las altas tarifas igual siempre salen con lo mismo su instalación está mal, hay fugas de electricidad. Nunca la CFE se responsabiliza de sus abusos.
Lo bueno de todo esto es que la gente ya no se traga las mentiras, está despertando del y empieza alzar la voz, tal como lo han hecho mis compañeros antorchistas del sur de Culiacán, que ya no soportan las fallas constantes de un pésimo servicio, sigamos su ejemplo. Ya basta de demagogia, exijamos soluciones ya.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario