MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Colonia Gaviotas Sur; una lucha que inició hace 40 años

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Corría el año de 1984 cuando un grupo de colonos provenientes de los alrededores de Villahermosa y diferentes puntos del estado como Huimanguillo, Cárdenas y otros municipios, con necesidad de un pedazo de terreno para construir su vivienda, se armaron de valor y empezaron a adquirir sus lotes en aquella zona conocida como La Marchena; a partir de ahí, la mancha urbana fue extendiéndose hacia al fondo, por San José. Cuentan los vecinos que los ejidatarios que aceptaban vender sus terrenos carentes de todo tipo de servicios y en zona pantanosa, lo hacían por un costo de 250 pesos de los viejos; precio que inmediatamente se duplicó con la llegada de más gente.

“Para comprar un terrenito, teníamos que tratar directamente con los ejidatarios; ellos nos vendían, pero no nos podían dar escrituras; porque aquello era terreno ejidal. Pero como teníamos necesidad de un lugar donde vivir pues ahí nos quedamos. Éramos como 300 familias que iniciamos con esta lucha y con el tiempo se fue sumando más gente” -narra doña Juanita Hernández Escalante, plenista del Movimiento Antorchista y una de las principales fundadoras de la colonia.

 Lo que tenemos que hacer es formar, entre todos, una fuerza capaz de tomar las riendas de nuestra patria para encaminarla hacia un mejor futuro

“Nos empezamos a organizar porque no había servicios y fueron los activistas de Antorcha como la maestra Rosa María Dávila Partida y el biólogo Fernando Figueroa, los que nos ayudaron a meter los servicios. La luz fue lo primero que se metió por la calle Vulcanólogos; todo eso era pantano y a la mitad del lodo iban poniendo los postes los compañeros. Luego jalamos agua hasta el Kínder Tabasco y ahí llenábamos nuestros tinacos. Luego se hizo un puente peatonal por San José porque no había salida más que por el camino real” agrega doña Juanita.

Otros servicios que introdujeron los pobladores organizados con Antorcha fue el drenaje, el agua potable, pavimentación de calles, El Kínder, la escuela Primaria, la Secundaria Técnica, el centro de Salud, el domo, créditos de vivienda en diferentes etapas, y lo más importante, la escrituración que les dio certeza jurídica sobre el predio que cada uno ocupa; desterrando para siempre la amenaza de desalojo que en algún momento pesó sobre los habitantes de Gaviotas Sur.

De aquella fecha para acá han pasado 40 largos años; tiempo durante el cual se ha demostrado con hechos contantes y sonantes, el tipo de trabajo que hace el Movimiento Antorchista donde quiera que se para. En este caso, con los compañeros de Gaviotas Sur, solo desarrollo y progreso ha propiciado su acercamiento con la organización. Para todo aquel que mire sin prejuicios la realidad y la analice de manera objetiva, se dará cuenta que, con mucho trabajo y lucha, pero siempre de la mano de todos los pobladores, se ha logrado conseguir mejores condiciones de vida para todos.

En la actualidad, entre los fundadores de la colonia Gaviotas Sur y pobladores en general, la gente recuerda a los activistas que ya mencionamos y a muchos otros que dieron su tiempo y parte de su vida en la construcción de este centro de población; a líderes estatales como el maestro Pedro Zapata Vaqueiro, entre otros, se les recuerda con mucho cariño porque siempre estuvieron al pendiente del rumbo que se tenía que seguir para hacer de este lugar, una colonia que sirviera de ejemplo para todas las demás que quisieran vivir mejor.

Si bien hemos avanzado bastante en nuestra lucha, también debemos reconocer que aún hay muchas carencias que se deben eliminar: falta el dren pluvial, se necesita una ampliación del centro de Salud que inicialmente se proyectó en cuatro etapas, urge la rehabilitación de la pavimentación que ya se llenó de baches, el drenaje ya requiere de mantenimiento urgente, también hace falta la clave de la escuela preparatoria; entre muchas otras cosas que ahora se escapan a la memoria. Y lo más importante: hace falta que acrecentemos nuestro compromiso para formar una organización indisoluble, una unidad inquebrantable que nos permita alcanzar el bienestar material, pero también eleve nuestra conciencia de clase. ¿De qué sirve avanzar un paso, si retrocedemos dos, al abandonar la lucha y alejarnos de la organización?

Es necesario entender que la lucha no solo consiste en conseguir dos o tres obras, que a la vuelta de unos años estarán obsoletas y tendremos que volver a empezar; lo que tenemos que hacer es formar entre todos una fuerza capaz de tomar las riendas de nuestra patria, para encaminarla hacia un mejor futuro, donde haya empleos suficientes y bien remunerados con un salario que nos permita, como dice la Constitución, tener una vida digna y decorosa, que alcance para satisfacer nuestras necesidades básicas de: alimento, vestido, calzado, educación, salud, vivienda y recreo; hace falta que los impuestos se paguen de manera progresiva, de acuerdo con los ingresos de cada uno y donde el dinero público que se recaude vía los impuestos se priorice para los más pobres de nuestra patria.

Como podemos ver, el país que Antorcha propone lo empezamos a construir con colonias como Gaviotas Sur, pero la tarea no acaba ahí; hay que extender el ejemplo hacia todo el país entero. Por eso, en este 40 aniversario de la colonia Gaviotas Sur reafirmamos nuestro compromiso con nuestro bienestar como mexicanos, que no es otra cosa que reafirmar nuestro compromiso con la lucha y el trabajo Antorchista.

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