No es fácil opinar sobre los graves y grandes problemas del sistema educativo mexicano en la actualidad y menos con el problema de la pandemia que azota al mundo entero.
En nuestro país ha habido últimamente varias reformas entre ellas la educativa y es difícil que una institución por sí sola pueda salir adelante. Por lo cual, es necesario el apoyo de las instancias gubernamentales para su correcta solución y si no contamos en este momento con los datos estadísticos necesarios y actualizados de cobertura y deserción no se puede avanzar en este rubro tan importante como lo es el educativo que tanto está afectando a los jóvenes ya que se está creando un vacío muy grande al no proporcionar una educación de calidad para todos ellos.
Y puede suceder, como ocurre cuando se quiere conocer la historia del desarrollo de cualquier viejo árbol: que presenta en los círculos internos de su tallo en qué época fue mejor su desarrollo a causa de años lluviosos y en cuál fue raquítico a causa de las sequías.
Igual puede suceder con el proceso educativo que puede resultar afectado si no se le da la importancia necesaria para su desarrollo, sobre todo, a los jóvenes, que por derecho constitucional tienen derecho, antes se decía que eran el futuro de México, pero debemos pensar que más que eso, son no ya el futuro sino el presente de México y es por eso que no se les debe descuidar en ningún momento.
Sobre este aspecto sobresale la gestión inadecuada en que ha incurrido la presente administración, pues tal parece que no le interesa en lo más mínimo resolver este grave asunto. Y en esta contingencia se necesita hoy más que nunca, que haya cobertura al cien por ciento para abatir este grave problema educativo.
En la actualidad se sabe que hay jóvenes que tienen que desertar, pues no se les brinda la atención adecuada por parte de las autoridades educativas quienes hasta la fecha han hecho caso omiso a sus demandas.
Se deben crear espacios y condiciones adecuadas para la educación de los jóvenes. A todos se les debe dotar de computadoras e internet para que sigan estudiando.
El nivel que más sufre las consecuencias es el nivel medio (secundaria y bachillerato) ya que la adolescencia es una de las etapas más complicadas del ser humano y es precisamente durante esos años en los que el joven experimenta una serie de cambios físicos, hormonales y emocionales, cuando más incomprendidos se sienten.
En la actualidad tenemos una educación que no entiende a los jóvenes, que no los apoya porque "tiende a girar sobre sí misma” como lo señala Renato Opertti. Al sistema educativo le falta ampliar su mirada cultural y sociológica hacia los jóvenes "no como objetos de aprendizaje sino como sujetos activos, que tomen decisiones, que producen conocimientos y experiencias”.
Si ya de por sí la adolescencia es complicada, más complicada lo es durante una pandemia covid-19. "Conocer qué piensan los alumnos y cómo se sienten es fundamental para propiciar una vivencia estudiantil exitosa dentro y fuera de las aulas&rdquo, señala el profesor José Carlos Vázquez Parra.
Existe un descuido hacia el desarrollo armónico de todos los jóvenes. Urgen apoyos para atender la cobertura escolar a toda la juventud como dije anteriormente, dotarlos de computadoras e internet para que nadie se quede sin estudiar.
De igual manera, apoyo para todos los maestros involucrados en el proceso educativo. Urgen datos estadísticos precisos sobre cuántos jóvenes han desertado y esto le toca al gobierno tanto estatal como federal pues no deben ocultar ningún dato y menos utilizar los mismos, como un recurso político máxime ahora que se vienen las elecciones intermedias.
El gobierno, al ocultar cifras estadísticas y no apoyar a los jóvenes, ¿quiere tener al pueblo siempre ignorante?
El estudio es básico y fundamental para la liberación de los pueblos como ya lo señaló el gran pensador cubano José Martí.
El conocimiento es la mejor arma que pueden tener los jóvenes para su defensa y debemos exigirlo como sociedad y como mexicanos.
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