El pasado 29 de agosto inició el ciclo escolar 2022-2023 en Guanajuato. De acuerdo con cifras oficiales, un millón 666 mil 790 estudiantes y 91 mil maestros, regresaron a las aulas en los niveles preescolar, primaria y secundaria.
“Estamos listos para iniciar el nuevo ciclo escolar, sociedad y gobierno trabajamos juntos en beneficio de la formación académica de las niñas, niños y jóvenes. En Guanajuato creemos en la educación porque es el pasaporte para un futuro mejor y es la llave que abre todas las puertas del desarrollo”, señaló el secretario de Educación, Jorge Enrique Hernández Meza, pero, aunque todo parece marchar bien, la realidad nos dice otra cosa.
Las autoridades educativas reconocen que, cuando menos, 74 mil estudiantes dejaron la escuela, pero el protocolo del Pacto por la Educación señala que la deserción escolar podría haber alcanzado hasta 100 mil alumnos a nivel estatal. Guanajuato ocupa el tercer lugar nacional en abandono escolar, solo por debajo de Chiapas y Michoacán. De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación, los estudiantes que abandonaron la escuela, en el ciclo escolar 2021-202, en el nivel media superior, fueron 37 mil 987, este nivel es el que registró el mayor abandono, y le sigue el nivel secundaria, con 12 mil 589 alumnos que dejaron la escuela.
Entre los factores que influyeron en la deserción escolar destacan el bajo ingreso en las familias, falta de acceso al internet, la falta de una computadora y hasta problemas emocionales y no se debe perder de vista el incremento de menores de edad que se suman a las filas del crimen organizado, así como, el incremento de consumo de drogas desde temprana edad.
Son 19 municipios donde se concentra el abandono escolar, aunque los que presentan mayor problemática son León, Irapuato, Celaya, Dolores Hidalgo, Purísima del Rincón, Cortázar y Guanajuato. La medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval 2020) refiere que, hay un incremento en el rezago educativo de 22 a 23 por ciento, lo que significa que un millón 437 personas tienen carencias educativas. El rezago educativo es uno de los seis rubros que considera el Coneval para estimar las condiciones de pobreza en los estados y municipios.
A esta lamentable situación, hay que sumarle que, en el caso de los niños y jóvenes, de los que sí pudieron regresar a las aulas, a sus padres les representó un incremento de 30 por ciento los gastos de uniformes, mochilas y útiles escolares, que sin duda es un duro golpe a la precaria economía familiar, que ya de por sí se había visto afectada por el incremento de precios de los productos de la canasta básica. Estos incrementos para una familia de dos o tres estudiantes pondrán en una situación muy complicada ya que el salario de los padres será insuficiente para solventar los gastos del regreso a clases.
Por esta razón, una cantidad importante de padres de familia recurrieron al préstamo y al empeño de electrodomésticos para cumplir con la adquisición de útiles escolares, para lo cual deberán de pagar tasas de interés que van desde el 7 hasta el 15 por ciento mensual, que en algunos casos se traduce en niveles de hasta 30 por ciento anual, en caso de que haya un retraso en los pagos, sin perder de vista que, los artículos escolares enfrentan la alza de precios más importante de los últimos 25 años. De tal manera que el inicio de clases significa un verdadero calvario para miles de familias a consecuencia de las dificultades económicas que enfrentan desde el inicio de la emergencia sanitaria.
Aunque López Obrador repite, una y otra vez, que el pueblo está feliz, feliz, feliz. Cifras de la CEPAL señalan que el PIB en México ha perdido 47 mil millones de dólares entre 2018, año en que asumió la presidencia. El mismo organismo proyecta que la economía mexicana, en 2022, apenas crecerá un 1.9 por ciento, con lo cual el PIB seguirá siendo menor al del inicio de su sexenio. A ello hay que sumarle que, la inflación no da tregua y se estima que llegue a 9 por ciento en septiembre.
Sigue el incremento de precios en productos de primera necesidad que llega hasta un 51 por ciento y afecta sobre todo a los hogares de menores ingresos. En resumen, para este 2022 habrá 58.1 millones de mexicanos en pobreza, o sea 2.5 millones más que hace 2 años y 6.1 más que al inicio de su administración. No hay duda, la construcción de una sociedad que distribuya de una manera más equitativa la riqueza nacional sigue estando pendiente y no se alcanzará en los próximos dos años.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario