Hidalgo ocupa los primeros lugares en casos confirmados de dengue.En total se tiene registro de 209 personas infectadas durante 2020, número que representa un incremento del 535 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, esto de acuerdo con cifras oficiales de la Dirección General de Epidemiología.En 2019, el número de contagios creció un 656 por ciento, al pasar de 139 infectados en 2018 a 912 en 2019.Los municipios más afectados en este año están ubicados en la huasteca y sierra hidalguense donde el 80% de la población (según cifras del Coneval y lo confirman las condiciones visibles de la zona) se encuentra en condición de pobreza: Atlapexco registra 74 casos, de los cuales 11 son graves, le sigue San Felipe Orizatlán con 22, Huautla con 14 y Huazalingo con 8; 80 más se distribuyen en Huejutla, Pisa Flores, Calnali y Yahualica.
En Atlapexco, los ciudadanos denuncian a través de redes sociales que, así como se ha olvidado a la zona en el resto de problemas que incluyen pobreza, servicios de salud deficientes, etc., también el gobierno del estado no ha atendido correctamente la enfermedad con la implementación a tiempo- de acciones de prevención y en su lugar, desde la misma Secretaría de Salud estatal se minimiza el problema que año tras año se incrementa.
No hay duda que los virus no distingue posiciones sociales, colores de partido (como sí lo hace el gobierno de Hidalgo en la entrega de sus programas), sin embargo, al menos en Hidalgo, el virus se esparce con mayor facilidad ahí donde las condiciones de pobreza impiden a la población tener mejores condiciones de vida.Y precisamente, por la falta de condiciones para prevenir el dengue, los servicios de salud se han visto incapacitados para responder a esta enfermedad que también afecta los bolsillos de los hidalguenses pobres.
Ciertamente, los hidalguenses se encuentran siempre ante el asecho de enfermedades, pobreza ancestral, abandono por las instancias gubernamentales, de políticos como los que gobiernan hoy al país y al estado de Hidalgo.Hace poco se informó que Hidalgo regresaba al semáforo rojo por el incremento de casos confirmados, causados en gran medida, porque la población ha decidido salir a trabajar, porque o se mueren por covid-19 o de hambre, es duro, pero es la realidad.Recordemos que, durante el primer trimestre del año, se contabilizaron 654 mil 764 hidalguenses trabajando en la informalidad, esto representa el 74.5 por ciento de la población ocupada que, para el mismo periodo era de 1 millón 288 mil 481 trabajadores, esto de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que realiza el Inegi.
Para evitar que la covid-19 se siguiera propagando, para asegurar que los hidalguenses se quedaran en casa y para cuidar la salud de la población, desde el inicio de la contingencia, el Movimiento Antorchista solicitó en diferentes ocasiones al gobierno del estado la implementación de un Programa de Distribución de Alimentos serio, que beneficiara a todos, sin distinción de colores, sin embargo, el gobierno del licenciado Omar Fayad Meneses negó sin ninguna preocupación, la ayuda a los más vulnerables de la entidad, que, desafortunadamente, son muchos.No obstante, el gobierno estatal sí entregó despensas, pero solo a sus incondicionales, convirtiendo el programa "Hidalgo te nutre" en un recurso electoral de cara a la renovación de los 84 ayuntamientos del estado.
De esto, los hidalguenses deben sacar, al menos, dos conclusiones y aprender la lección para elegir mejor en las próximas elecciones locales y federales.Primero.El gobierno federal y estatal dejó a su suerte a toda la población durante la contingencia que aún continúa, aun sabiendo que la mayoría de la población vive al día, que come de lo que logra ganar en el transcurso de su jornada laboral.No obstante, han llamado a la población, a los obreros, a acudir a trabajar nuevamente, cuando el número de contagios y de muertes han superado récords; es un mensaje de "sálvese quien pueda".Segundo.Los hechos nos han dicho (y nos obligan) que sí queremos detener las malas políticas del Gobierno federal y del estatal, debemos organizarnos en un proyecto progresista donde resolver los problemas de todos sea prioridad, para que primero, en las elecciones locales, elijamos a candidatos que realmente conozcan las necesidades de la población y que, además, esté comprobado que aún sin cargo público, han trabajado para beneficio de comunidades y no propio, y segundo, para que en las elecciones federales, ganemos el Congreso federal para también, dirigir políticas en beneficio de todos los mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario