Hablar de Oaxaca es sinónimo de cultura, biodiversidad, multiculturalidad, danza y música; hablar de Oaxaca es referirnos también a una entidad federativa de las más pobres del país en donde las principales actividades económicas son la agroindustria; en contraste con la pobreza, Oaxaca es patrimonio cultural de la humanidad, lo que hace al sector terciario como el turismo, servicios hoteleros y de transporte, según la Secretaría de Economía, actividades muy importantes para el ingreso económico en el Estado.
En Oaxaca, según el Coneval 2018, al menos el 23.3 por ciento de gente se encuentra en situación de pobreza extrema, lo que significa no tener una vida sana por falta de alimentos (define la pobreza extrema como una persona que tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana). Otro 43.1 por ciento de la población, se encuentra en pobreza (Una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social en los seis indicadores: de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación, y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias).
Entonces, con ayuda de las cifras anteriores, podemos deducir que más del 66 por ciento de la población oaxaqueña se encuentra en situación de pobreza, lo que significa que más de la mitad de la población estará sufriendo hambre en estos momentos, sobre todo por las consecuencias de la contingencia del Covid-19.
Ahora bien, en cuanto a la agroindustria (agricultura y ganadería), ha sido una actividad económica poco valorada y apoyada por el gobierno federal y estatal; los programas federales que se destinan para el campo significan, para los campesinos, una serie de trámites burocráticos y complicados para lograr solicitarlos (que no significa que sean adquiridos). En este proceso, muchos campesinos, por falta de conocimiento tecnológico o alfabetización, abandonan la lucha por conseguir un apoyo para trabajar sus tierras y quienes lo logran muchas veces no reciben el apoyo económico o en especie, según sea el Programa.
Lo anterior, produce hambre y pobreza en la mayor parte de la población oaxaqueña ya que el campo, a pesar de ser tan importante, no ha destacado por brindar estabilidad económica para los campesinos. El campo, solo ha significado, en mayor medida, una actividad para no morir de hambre mientras buscan mejores oportunidades de vida. En consecuencia y en ausencia de mejores oportunidades, los jóvenes en edad escolar deben dejar la escuela para salir de su pueblo, trabajar y encontrar un sustento para su familia. Por lo regular, estos jóvenes salen a la ciudad de Oaxaca, donde encuentran empleos mal pagados en empresas mayoritariamente con inversión extranjera, donde nuestra gente es explotada por un mínimo sueldo, pero, que si se mantienen ahí es, al menos, por la esperanza de un ascenso laboral.
Entonces, el sector terciario que ofrece sus actividades principalmente en turismo, hoteles, restaurantes y transporte (servicios) se nutre de la gente que se encuentra en condiciones de mayor pobreza, son ellos quienes en gran parte sostienen el funcionamiento de las grandes empresas y las empresas sostienen miserablemente a muchas familias en Oaxaca.
Si el sector terciario ha significado una fuente importante de empleo en Oaxaca, y durante esta pandemia se les ha ordenado a las empresas cerrar sus servicios, entonces ¿Cómo se están sosteniendo estas familias para alimentarse en Oaxaca durante esta pandemia? Si no existen programas eficaces para apoyo al campo y tampoco hay empleo ¿Qué nos espera en los próximos días? ¿Está el gobierno esperando a que la gente con hambre y sin trabajo comience a asaltar? ¿Están esperando a que inicien las extorsiones? ¿Están esperando que se fortalezca el narcotráfico, la trata de blancas, etc.? ¿Qué espera el gobierno para comenzar a dar atención al menos en el tema de alimentación?
Por ello, el Movimiento Antorchista Nacional, exige atención hacia los sectores vulnerables de la sociedad. La población no pide lujos, pide tener al menos la comida asegurada porque esa es una de las tareas principales del Estado, asegurar los intereses primigenios de sus pobladores. Recordemos las cifras anteriores: más de la mitad de la población en Oaxaca, podría estar padeciendo hambre en estos momentos.
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