Se agrava desaceleración industrial mientras el Gobierno presume estabilidad laboral
Aguascalientes, Ags. Ante la baja demanda de vehículos y el impacto económico derivado de nuevas políticas comerciales internacionales, la planta ensambladora Compas —ubicada en el parque industrial Nissan A2— enfrenta una etapa crítica que ya afecta a cientos de familias trabajadoras en el estado. La incertidumbre crece ante la reducción de producción, los recortes de personal y la falta de un plan claro para garantizar la estabilidad laboral.
Trabajadores denunciaron que en las últimas semanas se han aplicado ajustes de personal en áreas clave de producción, afectando principalmente a técnicos y operarios eventuales. Aunque no se ha anunciado un cierre definitivo, al interior de la planta se habla de una caída importante en los niveles de ensamble y una presión creciente por abaratar costos.

Este panorama contrasta con el discurso oficial que presume estabilidad en el sector automotriz, mientras en la base obrera ya se sienten los efectos: menos trabajo, más incertidumbre y despidos silenciosos.
Representantes del Movimiento Antorchista en Aguascalientes criticaron que, mientras las grandes armadoras protegen sus ganancias, los trabajadores pagan los platos rotos de un modelo económico que depende casi por completo de las exportaciones a Estados Unidos.
“Las y los trabajadores que generan la riqueza son siempre los primeros sacrificados. En Aguascalientes no podemos permitir que se normalice la pérdida del empleo mientras el gobierno calla y se pone del lado de las corporaciones”, señalaron dirigentes estatales.

Además, advirtieron que la precarización salarial que se ha venido registrando en años recientes reduce el poder adquisitivo, lo que golpea directamente el comercio local y la economía del estado: si no hay empleo ni salarios dignos, no hay crecimiento interno.
Pese al panorama adverso, los antorchistas llamaron a organizarse y exigir transparencia, así como compromisos reales de las empresas y las autoridades laborales para garantizar la estabilidad de los puestos de trabajo y compensaciones justas.
“La planta Compas no sólo es una fábrica; es el sustento de miles de familias. No permitiremos que la crisis se cargue nuevamente sobre los trabajadores”, puntualizaron.
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