No hay por qué ocultarlo, el gobierno del estado de Puebla se está cayendo a pedazos gracias al nefasto trabajo que está haciendo Miguel Barbosa Huerta. Y los principales afectados somos los ciudadanos, los trabajadores, los de a pie, los más desprotegidos de esta sociedad. ¿Qué se puede esperar de un gobernador del talle de Barbosa Huerta? ¿Alguien creyó que después de su “victoria” en las elecciones extraordinarias del 2019 todo iba a cambiar para bien de los poblanos? ¿Alguien en estos días sigue teniendo esperanza en la 4T que encabeza Barbosa? Yo no.
Y es que cada día que pasa en este gobierno las cosas se ponen de mal a peor. Al comienzo del mandato barbosista la pobreza cerró el 2019 alcanzando al 58% de la población, pero al término del 2020 aumentó a un 62.4%, y la población en pobreza extrema creció de un 8.1% a 12.7% en el mismo lapso ya mencionado y esto ubicó únicamente a la ciudad de Puebla en el cuarto lugar a nivel nacional con más de 680 mil pobres (datos del Coneval).
El desempleo también se manifestó de manera significativa, 4.01% tan solo en el segundo trimestre del 2021 (portal DataMéxico). El Coneval también informa que Puebla fue la segunda entidad federativa con más rezago educativo, pues del 2018 al 2020 creció de un 21.3 a 23.2%, es decir, de un millón 380 mil a un millón 534 mil poblanos.
Pero sin duda, lo que más nos ha afectado a los poblanos es la inseguridad. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI solo de septiembre del 2021 la persepción de inseguridad era de un 68.8 %, pero para diciembre del mismo año creció de manera alarmante hasta un 81.9%.
Pero el problema no es solo de persepción. En todo el 2021 sucedió todo esto: 25 mil 924 casos de robo, de estos 7 mil 246 fueron de vehículo automotor, 5 mil 645 fueron de coche de cuatro ruedas, además de mil 601 robos de motocicletas y mil 85 robos de autopartes, también un total de 2 mil 254 casos de robo a casa habitación y 3 mil 372 de robo a negocios. Hay más. La cifra de homicidios de enero a noviembre del 2021 fue de mil 43 casos, y los homicidios contra mujeres fueron 172 casos y 5 secuestros. Y el Sistema Nacional de Seguridad comparó las cifras de desaparecidos: con el exgobernador Marín 107, con Moreno Valle 1,072 y con Barbosa 4,050 desaparecidos, solo en lo que va de gobierno.
Y si alguien piensa que lo peor ya pasó, debo decirle que se equivoca totalmente. Nuestro gobernador está perdiendo la cordura, el poder lo ha transformado en un megalómano. Clara evidencia de esto el grave caso del bebé encontrado muerto en un contenedor de basura en el Cereso de San Miguel el pasado 10 de enero del año en curso. ¿Cuál fue la primera acción que llevó a cabo nuestro gobernador? Amenazar a los periodistas que estaban dando a conocer la noticia, les lanzó la flagrante amenaza de que se iban a callar.
Hay muchas preguntas al respecto que quedan sin respuesta. ¿El gobernador no sabe lo que sucede en el penal de San Miguel? ¿Dónde están sus aptitudes de “experto en seguridad”? ¿Cuántos funcionarios estarán detrás de este horroroso hallazgo? ¿Cuántos casos como esté existirán en todo México? ¿Las autoridades federales saben del tráfico de cadáveres y restos humanos que existe en Iztapalapa, así como lo evidenció Noticieros Televisa? Y si, como el mismo gobernador Miguel Barbosa Huerta lo dijo, “va a aparecer mucha porquería en todo esto”, y para ser sinceros, se están tardando en capturar a los verdaderos responsables de este hecho, porque esas dos mujeres que ya han capturado solo son una ínfima parte de todo este hecho.
Y si le faltaba algo a esta crisis social y política, viene agregarse el tremendo escándalo que se está haciendo entre el propio gobernador Miguel Barbosa Huerta contra la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), pues la revista Proceso a puesto al descubierto las verdaderas intenciones de Barbosa en torno a la UDLAP. Todo indica que es plan maquiavélico que ha orquestado el Gobierno del Estado de Puebla en conjunto con la firma de abogados de Roberto Gil Zuarth, todo para apropiarse de 720 millones de dólares pertenecientes a la Fundación Mary Street Jenkins y de la propia Universidad. ¿Puede ser otra la razón? Quizás así sea, pero no olviden que los gobernantes morenistas los únicos ideales que siguen son los ideales de obtener la mayor cantidad de dinero a como dé lugar.
Repito, ¿ya pasó lo peor? No, no es así, todavía nos quedan algunos años de barbosismo. Invito a los poblanos a no callar las injusticias, a que alcemos la voz para exigirle a este gobierno de cuarta todo lo que nos prometió: más seguridad, empleo, salud, educación, obras y servicios, etcétera, etcétera. Y aunque Barbosa se blinde con vallas y policías alrededor de Casa Aguayo para que nadie vaya a manifestarse contra su mal gobierno, aunque amenace a los estudiantes de la FNERRR e intente arrebatarles a cien familias su hogar, el pueblo organizado y educado estará dispuesto a denunciar y hacerle frente a este gobierno padeciente de megalomanía.
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