En 2024, el listado oficial de beneficiarios del programa Fertilizante para el Bienestar excluyó a miles de campesinos guerrerenses que siembran para el autoconsumo y la comercialización. En plena temporada de lluvias, lamentan la falta de interés de las autoridades de los tres niveles de Gobierno para facilitar la siembra y garantizar cosechas óptimas en el ciclo agrícola primavera-verano.
Entre las causas están los engorrosos requisitos de la Sagadegro y la Sader, como la necesidad de tener título de propiedad. Muchos productores del campo rentan parcelas, algunas veces son prestadas o pertenecen a familiares.
Mientras se envía ayuda a Cuba y Venezuela, en el norte, centro y sur del país, no hay apoyo para los campesinos, generando una drástica disminución en la producción de maíz.
Al no poder entregar este documento, quedan automáticamente fuera del apoyo federal, comenzando un calvario en busca de insumos para sembrar y asegurar el sustento alimenticio de sus familias.
Incapaces de adquirir insumos agrícolas en casas comerciales a precios elevados, visitan dependencias federales y estatales, solicitan ayuda a organizaciones sociales y a sus ayuntamientos, sin resultado alguno.
Algunos optan por abandonar sus pueblos y emplearse como jornaleros agrícolas en estados del norte de México o en Estados Unidos, donde son sometidos a arduas jornadas laborales y sus derechos humanos son pisoteados ante el desinterés de las autoridades.
Tal es el caso de campesinos de diecisiete localidades de Chilapa de Álvarez, municipio de la región Centro de Guerrero, quienes se manifestaron esta semana frente al ayuntamiento encabezado por el presidente Aldy Esteban Román para solicitar apoyo.
Lamentablemente, el alcalde negó toda ayuda, argumentando que su administración está próxima a concluir y no puede justificar los recursos requeridos para producir granos básicos, dejando en total incertidumbre a pequeños productores de Nejapa, Pantitlán, Amate Amarillo, Acalco, Xolotepec, Zinantla, La Mohonera, entre otras localidades.
Al campo mexicano se le siguen recortando recursos y desapareciendo programas de apoyo agropecuario, agravando la problemática en el país. Sin embargo, el Gobierno federal tiene dinero para enviar tractores a Cuba y, a través del organismo de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), enviar recursos financieros a Venezuela.
El Gobierno de López Obrador ha sido uno de los más corruptos de México, y un ejemplo son las irregularidades financieras detectadas por la Auditoría Superior de la Federación en Segalmex, con un desfalco de casi 20 mil millones de pesos.
Respecto a una operación de lavado de dinero en Puerto Rico, que reveló el apoyo financiero del Gobierno de México, a través de Segalmex, a Venezuela, el dirigente de la Licaseg, Evencio Romero Sotelo, expresó que esto no es sorprendente, ya que hace medio año el Gobierno federal envió cerca de 100 tractores a Cuba y recientemente otros 200, lo cual está documentado.
El Gobierno de López Obrador no ayuda a los campesinos mexicanos, que durante su sexenio han tenido que valerse por sí mismos, pero sí apoya a Gobiernos de otros países.
Mientras se envía ayuda a Cuba y Venezuela, en el norte, centro y sur del país, no hay apoyo para los campesinos, generando una drástica disminución en la producción de maíz.
Esta situación ha llevado a un aumento en la importación de maíz transgénico a 17 millones de toneladas, lo que representa más de 200 mil millones de pesos, recursos con los cuales México ya habría logrado la autosuficiencia en la producción de maíz.
El Gobierno federal, que ya vive sus últimos días, es el más corrupto que ha tenido México desde la época de la posrrevolución, porque desarmó al campo, lo hizo pedazos.
No hay producción en México debido a los desfalcos sufridos por instituciones como Segalmex, deploró el exdiputado y dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Guerrero.
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