El día de ayer, tuve la oportunidad de acudir en el marco del Día Internacional de la Discapacidad, a la charla “La Discapacidad desde otro punto de vista” impartida por el atleta Aldo Chavarría de la Asociación Don Bosco sobre ruedas.
Y tuve la oportunidad de escuchar de cerca las necesidades y dificultades por la que atraviesan cientos de personas con discapacidad, no solo hay que enfrentarse a la ignorancia de mucha gente que desconoce el tema, si no también del poco o nulo presupuesto que se asigna a crear las condiciones de infraestructura y obra pública que permita a los discapacitados contar con verdaderas herramientas de desarrollo y bienestar.
Muy poco se habla de este sector vulnerable, pero que sin duda también sufren las consecuencias de las políticas públicas mal aplicadas de los gobiernos. Veamos.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 6 millones 179 mil 890 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9% de la población total del país. De ellas 53% son mujeres y 47% son hombres.
Con respecto a la población en situación de pobreza según la presencia de discapacidad, en 2020, el 49.5% de la población con alguna discapacidad se encontraba en situación de pobreza, lo que representa una diferencia de 6.0 puntos porcentuales mayor que la registrada en la población sin discapacidad (43.3). Mientras que el 10.2% se encontró en situación de pobreza extrema, es decir, 1.8 puntos porcentuales más que sus pares sin discapacidad.
De igual forma, las personas con discapacidad presentan, en promedio, más carencias sociales que la población sin discapacidad, ya que 28.1% son vulnerables por carencias mientras que para sus pares sin discapacidad esta cifra es de 23.4%. Cabe destacar que 30.2% de las personas con discapacidad presenta al menos tres carencias sociales, mientras que para las personas sin discapacidad esta cifra es de 22.5%.
En cuanto a carencias sociales, se observa que las personas con discapacidad tienen acceso a la seguridad social y acceso a los servicios de salud en mayor medida, esto en comparación con la población sin discapacidad, ya que presentan porcentajes de incidencia menores.
Por otra parte, en las carencias por rezago educativo, servicios básicos en la vivienda y alimentación nutritiva y de calidad, las personas con discapacidad presentan niveles superiores comparadas con quienes no tienen una discapacidad. De este último grupo de carencias, destaca la carencia por rezago educativo y la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, para las cuales, la población con discapacidad presenta una incidencia de 28.5 y 9.9 puntos porcentuales más en comparación con las personas sin discapacidad.
En resumen, los datos de la medición de pobreza 2020 muestran que aún existen retos para garantizar la integración social de las personas con discapacidad, así como para el ejercicio de sus derechos sociales.
Agreguemos además a está situación tan complicada, la falta de infraestructura para personas con discapacidad. Actualmente en México no existen los elementos suficientes para que las personas con discapacidad múltiple tengan acceso a la infraestructura y los equipamientos necesarios en espacios públicos y mucho menos en privado, de acuerdo con la Asociación Mexicana Anne Sullivan (ASOMAS).
La situación para las personas con discapacidad es complicada y la pobreza en la que se encuentran muchos de ellos, se verá agravada por la situación económica actual del país. Este sector vulnerable de la sociedad también exige un trato digno para ellos y sus familias, además de inversión en infraestructura y obras públicas que les permitan desarrollar sus potencialidades, como en el caso de Aldo, que al día de hoy es un atleta paralímpico, digno representante de nuestro país y nuestro estado de Colima.
También las personas con discapacidad y sus familias, tienen que organizarse y educarse para cambiar sus condiciones de vida y exigir a sus gobiernos mejores resultados en pro de una vida más digna.
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