Una verdadera danza de millones para la Península de Yucatán, prevé el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF), que fue aprobado por el Congreso de la Unión, con cifras dadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que llega a los 479 mil 97 millones 520 mil pesos que se deberán destinar, si no ocurre otra cosa, para el desarrollo económico y social, así como para la gobernanza federal, estatal y municipal.
De esa cifra, quizá por vez primera, Campeche se lleva la tajada más grande del pastel y la menor le corresponde a Quintana Roo; por su parte, Yucatán mantiene su tendencia de los últimos años. ¿Ayuda la distribución de los recursos que ha dispuesto el Congreso de la Unión a petición de la autoridad recaudadora y dadora de dinero como lo es la SHCP?
Claro, pero todo depende de cómo se quiera mirar el vaso, medio vacío o medio lleno. Es innegable que mientras más dinero hay, más se puede hacer, y dependerá de la capacidad de los gobernantes de las tres entidades para sacar provecho de lo mucho o poco que les han asignado para apuntalar o impulsar el desarrollo de sus pueblos.
Veamos, se sabe que del monto presupuestado para los tres estados peninsulares, o sea los 479.9 millones de pesos, el PEF 2023 lo distribuirá en Desarrollo Social, 109 mil 70 millones 3 mil 781 pesos (22.8 por ciento); Desarrollo Económico de 314 mil 338 millones 15 mil 152 pesos (65.6 por ciento); Gobierno, 6 mil 649 millones 709 mil 682 pesos (1.4 por ciento); y en Participaciones a Entidades Federativas y municipios, 49 mil 39 millones 791 mil 425 pesos (10.2 por ciento).
Es de aplaudir que, al menos en el papel, la mayor cantidad de dinero esté asignado al desarrollo económico, porque urge, en las tres entidades, un verdadero rescate de la actividad productiva que ayude a las empresas que tuvieron que cerrar sus puertas desde hace dos años y que, hasta hoy, no han podido reabrir, y que dejaron sin empleo a miles de personas que hoy subsisten como pueden, la mayoría de ellos desde la clandestinidad y la informalidad.
No hay que lamentar que en contraste con el gasto de 86 mil 313 millones 260 mil 824 pesos (18.0 por ciento), asignado a Quintana Roo, a Campeche se les haya dado 270 mil 372 millones 625 mil 864 pesos (56.4 por ciento); en tanto que a Yucatán la cantidad de 122 mil 411 millones 633 mil 352 pesos (25.6 por ciento). Así se ordenó repartir el pastel y con eso tienen que bailar y trabajar los gobernadores.
De lo que sí podría quejarse la gobernadora Mara Lezama, que su entidad no fue contemplada para ser beneficiada con recursos de Petróleos Mexicanos, pues hay la propuesta de que la empresa del Estado invierta, sólo entre Campeche y Yucatán, un gasto de 204 mil 485 millones 530 mil 40 pesos, dinero que saldrá o será financiado con ingresos propios.
¿Qué ocurrió, qué se dejó de hacer o porqué el castigo a Quintana Roo para ser excluido de esa manera, de esa tajada presupuestal? Ahí quedará el misterio, la duda, pero marca un reto a la mandataria estatal para evitar ocurra de nuevo y desde ahora pelear por lo que pudiera llegar de Pemex a la entidad, pues por poco que pueda ser, ayuda mucho a un gobierno para hacer frente a la demanda de obras y servicios.
De lo que no se puede quejar Mara Lezama, es del gasto asignado a la actividad turística, renglón en que se prevé la mayor asignación en la Península, con un presupuesto de cinco mil 796 millones 26 mil 300 pesos (17.9 por ciento), de los cuales, le corresponden a Quintana Roo, 28 mil 486 millones 692 mil 954 pesos; a Yucatán con 28 mil 254 millones 666 mil 672 pesos; y para Campeche 28 mil 54 millones 666 mil 674 pesos restantes.
Son recursos indispensables para rescatar la actividad turística que se perdió en los dos años de pandemia, que lesionó severamente en lo económico a la Península pero que ahora deberá resurgir con fuerza, más ahora que se impulsa como nunca un proyecto que será el distintivo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como lo es el Tren Maya, que se quiera o no, está avanzando, pero está por verse si enserio beneficie al pueblo o la clase económica.
Y para fortalecer la seguridad social, una de las promesas que el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó, llegando incluso a jurar que México tendrá atención médica de lo mejor que se pueda en el mundo, pues el presupuesto asignado es, por la cantidad de 43 mil 214 millones 278 mil 983 pesos para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 15 mil 108 millones 934 mil 845 pesos para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en tanto que a la Secretaría de Salud le fueron asignados mil 248 millones 36 mil 974 pesos, cantidad distribuida en los tres estados.
Así el panorama para 2023 para la Península, para Quintana Roo, al menos las cifras no se ven mal, y cualquier mortal, más los que están en pobreza extrema, puede aspirar, soñar, que esta vez sí pudieran llegar y ser beneficiados por acciones de gobierno que les ayuden a tener una mejor calidad de vida. El dinero ahí está, es sólo cuestión de saber administrarlo y apartarlo de quien pretenda hacer mal uso de él.
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