Cada año, en México se festeja a los niños el 30 de abril, ya sea en escuelas o plazas públicas; se llevan a cabo actividades recreativas, culturales y artísticas, a fin de promover su cuidado y el respeto a sus derechos. Pero, ¿es prioridad para todo gobierno la niñez de cada país? No lo es.
En la declaración universal de los Derechos Humanos, las Naciones Unidas proclamó que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales. Pero esto sólo está en el papel y en la palabra, porque es precisamente esos derechos los que se han violentado.
En el contexto internacional, el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), hizo pública una nota donde se identifican riesgos en la protección de este sector vulnerable. Lo documenta el informe Balance anual 2021, “Discriminación y violencia contra la niñez durante la sindemia”, publicado por Red por los Derechos de la Infancia (Redim), el cual fue entregado al Gobierno federal.
Para los adultos, los niños son lo más importante, y sobre todo el defender sus derechos civiles, y salvaguardar su integridad física y moral, que es lo que todos quisiéramos. Pero la realidad da mucho que desear en este país. Las niñas, niños y adolescentes enfrentan las desigualdades sociales, discriminación y violencia.
Se supone que la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. "El niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidados especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento".
De acuerdo con Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim, 2021 fue el primer año en el que, por completo, niñas, niños y adolescentes vivieron los efectos de la sindemia, entendida y evidenciada como la interacción de las desigualdades sociales con los efectos nocivos de una pandemia. Además de esos "efectos nocivos" de la pandemia, la Redim reportó que en 2021 se mantuvo la discriminación hacia la niñez desde las instituciones y los presupuestos públicos. Como ejemplo, menciona al Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), que no tiene titular desde marzo de 2021, así como la desaparición del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) y la disminución de recursos para rubros destinados a la infancia: 8.6 por ciento menos en salud y ocho por ciento menos en expansión de la educación inicial.
La Redim advirtió que en México hay 38.3 millones de niñas, niños y adolescentes, que es la tercera parte de la población, y aun así no se les garantiza un presupuesto específico para su protección. "Las disminuciones de recursos que se presentan ponen en riesgo la garantía de los derechos mencionados y en situaciones de vulnerabilidad a los menores en México", criticó Ramírez.
¿El Gobierno de la 4T que ha hecho para mejorar las condiciones de este sector tan vulnerable de la sociedad? Nada, porqué en México en promedio han desaparecido cinco menores de edad cada día, desde que inició el gobierno de la Cuarta Transformación encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Las niñas y adolescentes son las más afectadas, ya que la plataforma de la Comisión Nacional de Búsqueda reporta que cuatro mil 314 (57.28 por ciento) son mujeres, tres mil 210 (42.62 por ciento) hombres y los siete restantes son de género indeterminado. El Estado de México es la entidad que más desaparecidos registra, con mil 412; seguido de la Ciudad de México, con mil 107; Nuevo León, con 608; Jalisco, con 561 y Veracruz, con 459.
En materia de salud, la discriminación hacia niñas, niños y adolescentes se vio reflejada en falta de cobertura de vacunación, desabasto de medicamentos para enfermedades graves como el apoyo para los niños con cáncer y rezagos en la alimentación saludable ante el retorno a las escuelas. Así como la desaparición de escuelas de tiempo completo, eliminación de Estancias infantiles, Seguro Popular que de alguna manera ayudaba a que sus padres no tuvieran que preocuparse tanto de su atención como de medicamentos.
La violencia o el reclutamiento de grupos delictivos no dejó de afectar a la población infantil en 2021; se registraron más de 994 homicidios dolosos de personas de entre cero y 17 años. Del total de víctimas, 728 fueron asesinadas con armas de fuego. Las ciudades más violentas del mundo están en nuestro país que son Celaya, Tijuana, Ciudad Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato y Ensenada.
De enero a diciembre de 2021, 12 mil 918 menores fueron atendidos en hospitales por violencia familiar; el 88.3 por ciento de las víctimas correspondió a niñas. Hubo 97 niñas y adolescentes víctimas de feminicidio en el año 2012, y 942 niñas y adolescentes desaparecidas (2.6 cada día, en promedio), lo que representa un incremento de 17.3 por ciento con respecto de 2020.
Entre 2018 y 2020 la pobreza en la población menor de 17 años aumentó 2.3 puntos, para ubicarse en 52.6 por ciento. Por la pobreza tan lacerante, familias han migrado a Estados Unidos, pero se dan de topes en la pared. Porque de enero a octubre de 2021, 19 mil 793 menores fueron repatriados de Estados Unidos a México, lo que representa un aumento de 105.4 por ciento respecto de 2020. En los últimos 5 años aumentó 74 por ciento el número de mexicanos de 6 a 14 años que no asisten a la escuela. El número de menores en rezago educativo aumentó al 61 por ciento.
Según estadísticas mundiales de bullying, siete de cada 10 niños en América Latina sufren de ciberbullyng y el 71 por ciento de los encuestados considera que el acoso se da principalmente en redes sociales. Con el avance de la tecnología, hoy en día la comunicación digital, cuando no se usa para lo elemental, trae consecuencias para la niñez y adolescente. Según los expertos, con el tiempo, las redes sociales hacen que las personas sean más irreflexivas, impulsivas y menos empáticas con los demás.
La violencia de género es otro de los peligros latentes. Para Unicef existe un alto riesgo de que niñas y niños sean sometidos a la explotación sexual, pasen a ser presa de la comercialización y de muchas otras prácticas que vulneran sus derechos, como el trabajo no remunerado. Menores ingresos en los hogares porque día a día va aumentando la pobreza, orillan a las niñas y mujeres en la adolescencia a hacerse responsables de las labores del hogar y del cuidado de las familias.
En México hay 801 mil 327 niños y niñas de entre 12 y 14 años que laboran, siendo los varones en donde más prevalecen el trabajo infantil, de acuerdo con datos del 2020. La desigualdad profundiza la falta de oportunidades y discriminación a la que son sometidos niños, niñas y adolescentes de los grupos menos favorecidos.
Por eso es necesario que primero ataquemos sus causas profundas; mejorar los salarios de la clase trabajadora, es decir, fortalecer la capacidad adquisitiva de los salarios para obtener así los satisfactores necesarios para la alimentación y desarrollo de nuestros hijos, además de diseñar y aplicar políticas y programas para garantizar su educación y atención médica.
Mientras las condiciones materiales, de seguridad, de salud, no se tengan, el Movimiento Antorchista Nacional, sabedor de todas esas calamidades e injusticias, su prioridad es educar con responsabilidad y orientar a la niñez y a la juventud, hacia un buen camino, motivándolos a prepararse, porque la educación es clave para su transformación como ente social, así también en el deporte y las bellas artes, y sean en el futuro hombres y mujeres de bien. Se tiene que ir rescatando los valores sociales, fomentando la integración de niños y jóvenes en los diversos sectores, y con ello aportan una mejor convivencia. Como dijo José Martí: “para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”.
Para eso, el Movimiento Antorchista Nacional tiene un proyecto de nación bien definido y sabe cómo resolver los problemas: con organización, educación y concientización para tomar el poder político por el pueblo en sus manos. Sólo así habrá un cambio de nación.
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