El tema de la educación pública no se debe tomar a la ligera, ya que estamos hablando del futuro de miles de jóvenes estudiantes de los diferentes niveles educativos y que, para nuestra suerte, el número de estudiantes ha ido bajando a causa de que en México no existe una verdadera estrategia que pueda combatir el rezago educativo del país, rezago que ha ido en aumento por la pandemia y las malas políticas del gobierno de la 4T encabezado por Morena y AMLO. “Por lo menos 628 mil jóvenes entre 6 y 17 años han interrumpido sus estudios debido a la crisis económica derivada de la pandemia, según cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo. Una disminución de esta magnitud significa un retroceso de 13 años en el nivel de asistencia escolar” (sitio web de IMCO).

Ahora, como parte de una educación más completa e íntegra que merece y necesita el ser humano, es de suma importancia la implementación de un modelo que fomente verdaderamente, y con gran seriedad, la enseñanza de las bellas artes.

Las artes son un arma poderosísima capaz de tocar las fibras más profundas del ser humano logrando un cambio colosal dentro de él, sin embargo, en nuestro país son pocas las instituciones que, preocupadas por este tema, se atreven a fomentar la enseñanza artística y, más preocupante aún, que el gobierno no se preocupa por fortalecer en el sistema educativo de nuestro país, ocasionando un desinterés dentro de la población dejando a las bellas artes en segundo plano solo como un “hobby, pasatiempo, juego, etc.”, «es sorprendente  la falta de reconocimiento social que todavía impera para dichas carreras en comparación con otras, como derecho, economía, medicina. Falta de reconocimiento y deslegitimización de la que se hacen eco, en muchos casos, las propias familias de los estudiantes, a través del retiro de apoyo económico, de una franca oposición a sus proyectos, de  cuestionamientos, desvalorización, etc.» (dice Laura Moss, maestra de actuación de la facultad de teatro de la Universidad Veracruzana).

Pongamos unos datos sobre la mesa: «México invierte menos en sus creadores y sus públicos que muchos países latinoamericanos, incluyendo los Estados más pobres. Con un gasto público de apenas 0,12% del Producto Interno Bruto (PIB) en cultura, México tiene menor inversión en este sector que Colombia, Chile y Guatemala y un presupuesto de prácticamente la mitad que Panamá y Paraguay, de acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe» (sitio web http://xn--elpas-2sa.com/).

Por eso es de gran importancia que los mexicanos entendamos que la educación no es un tema que podamos pasar por alto, que es necesario un plan bien estructurado que saque del profundo rezago educativo en que nuestro jóvenes (incluido su servidor) hemos caído.