MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El elefante que le tiene miedo a un ratón

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Quiero iniciar recordando que vivimos bajo el régimen capitalista donde la riqueza de nuestro país se concentra en unas cuantas manos de los dueños de los medios de producción, y que estos hacen creer a los trabajadores que son libres de decidir su forma de pensar, actuar y el destino de su vida laboral, pero la realidad es muy diferente, no debemos olvidar que la estructura define a la superestructura, es decir el individuo no es independiente en ningún momento. 

Este modo de producción está dividido en dos grupos sociales fundamentales que por sus intereses son antagónicos entre sí, es decir son enemigos; de un lado el pequeño grupo de los dueños del dinero (los capitalistas)  y del otro lado, la inmensa mayoría de trabajadores que apenas y tienen para medio vivir, y que lo único que poseen es su fuerza de trabajo, sus manos, su cuerpo, que es el que alquilan al mejor postor a cambio de un mísero salario (el proletariado). Los primeros hacen pensar a los segundos que gracias a ellos comen, calzan, beben y se curan, y que deben de agradecerles porque tienen la amabilidad de que les den la oportunidad de trabajar.

Esto es trabajar a la mayoría, de manera psicológica. Los trabajadores no tienen la noción real de su fuerza, de su tamaño, de sus alcances, por esta razón están al servicio de los dueños del dinero. Los trabajadores aún no han entendido que lo único que crea riqueza, ganancia para el patrón, es precisamente su fuerza de trabajo, que no existe otra mercancía más valiosa que está.

Por eso encaja a la perfección, el ejemplo del elefante y el ratón. Se dice que cuando encierran a un elefante y a un ratón en un cuarto, el elefante, sin tener conciencia de su tamaño y su fuerza, le teme a un minúsculo ratón, y es tanto el miedo y temor que hace todo lo que esté dentro de sus posibilidades para huir y evadir a este, lo cual es usado por el ratón para no ser aplastado por el gigante elefante. 

El pueblo es ese gran elefante que no tiene conciencia de su tamaño y su fuerza y se deja intimidar por un pequeño ratón, ¿qué debemos hacer? Despertar, educar y organizar  al elefante para crear una fuerza inmensa y se pueda de una vez por todas aplastar a los que por mucho tiempo han tenido el control de nuestro destino, pero esto no se puede llevar a cabo de manera aislada, debemos de unir fuerzas todos los que no tengamos nada más que perder, que no sean las cadenas.

Que nos inspiren nuestros hijos y nietos, a dejarles un mundo mejor, como dice la poesía de Manelic del poeta Yucateco Antonio Mediz Bolio: ¡No lamas como un perro la mano que te ata! Haz pedazos los grillos, y si te asedian, ¡mata! ¡Que la soberbia aleve halle tu brazo alerta, que a veces es justicia que la sangre se vierta! No temas nada y hiere, porque Dios es tu amigo y por tu brazo a veces desciende su castigo. 

El llamado es a organizarse y luchar de la mano de la única organización que está despertando al pueblo y me refiero al Movimiento Antorchista Nacional. ¡Juntos a despertar al elefante dormido!  

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