La situación del Metro de la Ciudad de México en los primeros días del año es, por decir lo menos, un crimen político y uno de los peores insultos a la inteligencia de los mexicanos.
Quisiera esforzarme para redactar una crítica sólida hacia el gobierno de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México, pero basta con hacer una relatoría simple de los hechos para dejar pasmados hasta a los más fervorosos defensores del régimen obradorista.
Apenas corriendo la primera semana de 2023, un choque de trenes conmocionó a la Ciudad de México, el percance se registró en la Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) entre dos unidades que se impactaron en la mitad del tramo de la estación Potrero a La Raza, en el transcurso de las primeras horas del sábado; cifras preliminares de las autoridades reportaban alrededor de 50 personas heridas, cifra maquillada que paulatinamente fue más realista, habían sido más de 100 los afectados por el contundente impacto de vagones y el lamentable fallecimiento de Yaretzi Adriana Hernández, una joven universitaria de apenas 18 años de edad.
“Hay gente atorada. Tardó mucho la ayuda. Nos están pidiendo que no grabáramos y no dijéramos nada. No querían ayudarnos a sacarlos”, relató un usuario que iba a bordo del tren que colapsó; un varón, visiblemente afectado tras el aparatoso accidente, dio su testimonio y fue uno de los tantos que circularon a través de las redes sociales tras la larga ausencia de las autoridades para brindar información oficial.
Por si fuera poco y para aderezar la desalmada ausencia de autoridades en el metro, se sumó la ausencia de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum quien tenía programadas actividades en Michoacán, pues sostendría con simpatizantes de Morena la conferencia titulada “Las políticas exitosas de la CDMX”.
Repito, uno quisiera esforzarse en criticar a la 4T, pero los sucesos se escriben con tanta facilidad como la de parpadear y untar las puntas de los dedos. De acuerdo con la periodista Azucena Uresti, al momento del accidente, Sheinbaum se encontraba en Morelia, por lo que el gobernador morenista, Alfredo Ramírez Bedolla le facilitó un helicóptero para regresar a la CDMX. Después de más de cuatro horas de ausencia, la aspirante a la presidencia de México ofreció una conferencia de prensa de cuatro minutos sin preguntas.
El silencio gubernamental y el vacío de poder se llenó con la contundencia inapelable de las críticas de la oposición que hacían desde sus posiciones, voces como las de las alcaldesas de Cuauhtémoc o Álvaro Obregón, Sandra Cuevas y Lía Limón fijaron una posición concreta: la corrupción y campaña anticipada de Claudia Sheinbaum cobraba vidas nuevamente.
No hay duda de que, desde hace más de medio año, la principal preocupación de la jefa de Gobierno de la CDMX ha sido ganar el favor del patrón para llegar a la presidencia a costa de la poquísima credibilidad que le quedaba.
No es dato menor que Sheinbaum desapareció de la escena, pues al presidente Andrés Manuel López Obrador le preocupaba más en aquel momento la visita de los mandatarios de Estados Unidos y Canadá. Claudia reapareció tras su micro exilio para ofrecer su nueva carta, la del sabotaje.
Claudia Sheinbaum, la doctora que se ofertó para darle un abanico de soluciones e innovación a la ciudad más ingobernable de Latinoamérica, recurrió a una de las bromas de peor gusto en la historia de la política nacional, acudir al argumento de que los sucesos ocurridos en torno al metro parecían más una orquesta de sabotajes que la ausencia de mantenimiento a las instalaciones, como una de las escenas más absurdas nos podríamos imaginar a Claudia acudiendo al presidente a contarle su increíble relato como una niña caprichosa al mismo tiempo que pedía la asignación de seis mil elementos de la Guardia nacional.
Quiero concluir con dos datos de lo absurdo. Luego de que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, sostuviera que “el Metro tiene presupuesto suficiente y no ha sufrido recortes”, los datos oficiales demuestran que de 2018 a 2023 el presupuesto del Sistema de Transporte Colectivo (STC) ha sufrido un recorte de alrededor de 3 mil millones de pesos. ¿Qué necesidad de negar la contundencia de los hechos?
Tras la asignación de 6,060 elementos de la Guardia Nacional, el Metro de la Ciudad de México contará con más elementos que en 29 estados del país, más seguridad que entidades con focos de violencia como Michoacán, Jalisco o Sinaloa. ¿Qué razón hay en la militarización del Metro? Porque eso es, militarización.
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