El sector campesino en la zona corresponde al 5 % de la población rural en el estado, una población pequeña pero extensa en territorio. El abandono del campo es más que evidente; ciertamente, esto ha sido una constante durante muchos años, pues los gobiernos neoliberales, incluyendo el actual, han dejado al sector en el olvido.
El campo mexicano está en crisis desde hace muchas décadas: primero eliminando todos los apoyos productivos y después liberalizando el mercado.
A decir verdad, el campo mexicano siembra poco, produce poco, no cuenta con maquinaria ni equipo, enfrenta altos costos de insumos y carece de apoyo para la comercialización, entre otros problemas. Las condiciones actuales están llevando a muchos a vender sus tierras, lo que aumenta nuestra dependencia del extranjero.
Malin Jonsson, coordinadora de la Fundación Semillas de Vida e investigadora de Conacyt, destaca: “El campo mexicano está en crisis, es algo que ha venido desde hace muchas décadas, primero eliminando todos los apoyos productivos a la población campesina mexicana y después también liberalizando el mercado” (Meganoticias, Abel Martínez Luna).
Por otra parte, al dirigirse a los centros ejidales que manifestaban su desaliento, algunos de los cuales dependen de cultivos de temporal, sufren por la sequía y la falta de apoyos por parte del estado en las zonas donde los cultivos de maíz y frijol se siniestraron, como ocurrió con los huracanes y las extensas sequías en la zona de Arambarri y Zaragoza, donde los campesinos siguen esperando respuesta. Esto se debe a que el gobierno de Morena desapareció el Fonden y no hay recursos para restablecer los cultivos.
Juan Carlos Anaya, director general del grupo consultor de mercados agrícolas, indica: “El 49 % de la pobreza está en el sector rural y eso es preocupante.”
La realidad del grupo se refleja en estas cifras: 71.8 % de los productores tiene menos de 5 hectáreas, siembran para autoconsumo, sin tecnología y sin apoyos, y el 28.2 % tiene más de 5 hectáreas; los grandes productores que invierten y ganan.
Por otra parte, por ahora, agrega Navarro Morales, la única esperanza que tienen los productores del campo es que Claudia Sheinbaum en verdad apoye a los grupos que menos tienen. Como sabemos, eso está algo lejos de lo que quieren hacer con el país entero. El recurso está dirigido a sus programas sociales, en los que el único fin es electoral.
“En la conciencia de los funcionarios está el que tengan o no apoyo los campesinos, y para este 2025, yo espero que ilumine la mente de estas personas y que dejen de ser tan populistas, que mejor se dediquen a voltear hacia donde la gente necesita, ayudar a nuestro país a producir alimentos y a tener solvencia económica en el campo, en el medio rural, y que no se provoque un estallido social por falta de políticas de apoyo a los campesinos” (El Sol de la Laguna, miércoles 18 de diciembre de 2024, Miguel Solís).
Como vemos, no acabaríamos de enlistar y continuar con los enormes rezagos, sufrimientos y atrasos históricos del campo. “Para que el campesino mexicano sea competitivo y logremos como nación la autosuficiencia alimentaria, en primer lugar se deben crear formas asociativas entre ejidatarios y comuneros para aumentar la superficie cultivada, además de créditos accesibles y apoyo a la comercialización de los productos, inversión en servicios básicos, agua, drenaje, electrificación y vivienda, medicina y educación para mejorar sustancialmente la vida de los trabajadores del campo” (Pedro Martínez Coronilla, febrero 28 de 2024).
Una vez más, ante los malos resultados de la “4T”, el llamado para el pueblo es que se organice, se politice, se eduque para la toma del poder político, pues la clase política ya no funciona, solo le interesa comprar votos y permanecer en el poder, incluso a costa de corromperse, manipular y engañar a los menos informados.
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