El pueblo de México se ha caracterizado por ser solidario ante los problemas que se presentan con otros países, si hay algún desastre natural no dudamos en ayudar a quienes lo necesitan.
Eso sucede hacia el exterior y hacia el interior no es la excepción. Tenemos en nuestra memoria eventos recientes como el terremoto sucedido en el 2017 que afectó gravemente a la CDMX, Estado de México, Puebla, Oaxaca, por mencionar algunos; en 2018 ocurrieron dos inundaciones, una en septiembre en Sinaloa y otra de mayores magnitudes en Nayarit en el mes de octubre, ésta última debido a las intensas lluvias provocadas por el huracán Willa; ciudades fueron arrasadas por agua y toneladas de lodo, Tuxpan es un ejemplo claro de ello; en 2020, el estado de Tabasco también se vio afectado por inundaciones; en todos esos años hemos visto la solidaridad y entrega del pueblo que sin dudar ha acudido a ayudar, las imágenes no dejan mentir pues desde las lejanías del país llegaron víveres, ropa, artículos de primera necesidad y sobre todo llegó la mano del pueblo trabajador.
Hago un pequeño recuento de ello pues en días recientes los jóvenes moradores de la Casa del Estudiante Nayarita Amado Nervo ubicada en la capital desde hace 21 años, salen a las calles, a los principales semáforos de la ciudad para solicitar el apoyo ciudadano de los nayaritas que de buena fe y, a pesar de que también ellos tienen una familia que sostener, aún así dan un poco de lo que tienen para que los estudiantes puedan seguir con sus estudios.
Desde 2018 con la llegada de la 4T al gobierno federal, y, haciendo uso del lema de “combate a la corrupción” la despensa (arroz, frijol, azúcar, sal, material de aseo, entre otros insumos) que llegaba anteriormente mes con mes a los moradores, fue suspendida. Son tres años que los estudiantes no han podido acceder a ella.
Al igual que en los ejemplos arriba citados, en Nayarit es el pueblo el que ayuda a los estudiantes, son los locatarios de la central de abasto (pueblo también) quienes entregan una moneda, o alimentos en especie a los moradores, la mayoría de ellos originarios de comunidades serranas que salen de sus pueblos para seguirse preparando.
El pueblo de Nayarit debe saber que su aportación es muy valiosa, que con ello se ayuda para que en un futuro cercano esos jóvenes se conviertan en profesionistas que, sin duda, pondrán su conocimiento al servicio del pueblo.
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