Ya son muchos y muy frecuentes los casos de corrupción que salen a la luz en lo que va del sexenio de López Obrador y precisamente en sus esferas más cercanas: sus hermanos Pio, Martinazo, con el dinero en efectivo para la campaña de Morena, Bartlett con sus casas, la prima Felipa con los contratos millonarios con Pemex, la anterior jefa de la función pública y sus casas, etc., etc. Y ahora recientemente Delfina Gómez, por la retención de 10 por ciento del sueldo a 550 servidores públicos del Ayuntamiento de Texcoco, donde era alcaldesa en los años 2013-2015. Cierto es que ya pasó hace tiempo y que los organismos encargados de realizar todas las debidas diligencias y sancionar en su caso no actuaron como debieron, y que ahora, en el 2022 se haya dictado la sentencia en contra de la funcionaria y el partido al que pertenece.
Pero ¿qué tiene de distinto esto a los demás casos de corrupción comprobada dentro del gabinete del presidente López Obrador? En apariencia nada, se puede tomar un caso más de algún político haciendo de las suyas, uno más de tantos que se han documentado a lo largo de la historia moderna de nuestro país, pero yo considero que en este caso en particular hay algo que se tiene que subrayar. Todos sabemos que la bandera del morenismo en general y en concreto de AMLO es la defensa del pueblo pobre de México, el ataque frontal a la corrupción de los altos mandos del gobierno, o por lo menos eso ha manifestado en el discurso. ¿Por qué digo que esto es un tanto diferente? Porque precisamente va en contra de estos planteamientos centrales de la política del presidente, uno porque al pueblo trabajador, a esos que tienen necesidad de trabajar para poder llevar comida a sus casas, darles una vida un poco más digna a sus familias, se les retenía parte de su salario, mismo que ya se habían ganado, pero de forma arbitraria. Se atenta de forma indirecta al bienestar de las familias de esos más de quinientos trabajadores, en otras palabras, no se cumple con una de las máximas de este gobierno.
En el caso al combate de la corrupción el aso vuelve a ser una piedrita en el zapato para AMLO ya que ni tardo ni perezoso salió en defensa de la maestra con su ya gastado y poco creíble, porque así ha defendido a todos, su discurso de que es una campaña en contra del movimiento, una campaña de desprestigio a los buenos políticos que militan en sus filas. Una campaña sucia en contra de la maestra porque pronto habrá elecciones, dijo. Estos argumentos los utiliza el presidente para demeritar las acusaciones, como ya dije, suficientemente probadas, así desvía la atención a otros lados.
¿Es esto una campaña mediática como lo dice el presidente? O se trata de una demostración más de la corrupción que se vive dentro de las filas de la 4T y de la impunidad con que gozan los funcionarios que la cometen, y más que eso, el respaldo que reciben, al defensa con la que gozan del propio presidente de la república aun cuando tengan todas las pruebas que los inculpan, aun así, todo será perdonado y ejemplo de esto, tenemos muchos casos. Y a todo esto, ¿cómo deberíamos reaccionar nosotros? ¿Cuál debería ser la posición del pueblo?
Lo que se ha hecho en con los gobiernos anteriores, tanto los intelectuales quienes se dicen enemigos de la ideología de Morena y nosotros, el pueblo; exigir claras los hechos de sus tantas promesas que en campaña prometió y demostrar con los hechos que han dejado desenmascarada su objetivo principal.
Y cómo hacerlo, es necesario que el pueblo tenga cierto grado de crítica, para analizar la situación en la que nos encontramos y poder elegir los actos a realizar y esto solo se logra como el Movimiento Antorchista ha demostrado por más de 46 años, contando con la educación revolucionaria la mentalidad y disposición para cambiar la situación del país, pues solo así se dará frente a las acciones equivocadas del gobierno actual.
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