En Guerrero, la educación sigue sufriendo un retroceso sin precedentes, ya que, tras los estragos ocasionados por la pandemia, hay escuelas prácticamente sin condiciones para el regreso a clases presenciales, es decir, sin condiciones para recibir a los alumnos y maestros; no sólo hablamos de planteles ubicados en pueblos de las regiones Costa Chica, Montaña y Costa Grande, sino de escuelas de todos los niveles, que funcionan en la periferia de Acapulco, incluso en colonias alejadas de Chilpancingo, la capital del estado.
Estamos en el sexenio donde más recortes presupuestales se han hecho a la educación, también ha eliminado varios programas educativos y es el periodo con menor inversión en este rubro, dejando claro que para la 4T, la educación nunca ha sido prioridad; a pesar de que la educación está en uno de sus peores momentos, los gobiernos municipales, estatales y federal ya piensan en la próxima elección, no en atender a este sector.
Mientras desde el gobierno federal siguen eliminándose programas educativos, en las siete regiones del estado hay estudiantes sin escuelas, docentes sin aulas dignas, salones sin maestros y sin material básico, como pizarrones, escritorios y sillas, evidenciando que en México, principalmente en Guerrero, la educación, que no es tema prioritario para la Cuarta Transformación, sigue a la deriva ante la irresponsabilidad del gobierno federal encabezado por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador y estatal, representado por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, ambos de Morena.
La pandemia agudizó la desigualdad educativa en el país, ya que, en pueblos de La Montaña y Costa Chica, no hay servicio de internet, energía eléctrica y por tanto, no hay computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas y otros enseres necesarios para la educación en línea, situación que agravó aún más el déficit educativo en Guerrero.
Para muestra, dos botones: 1.- De manera constante se ha venido solicitando la oficialización de cinco telebachilleratos impulsados por el Movimiento Antorchista, que funcionan en los municipios de Ometepec, Acapulco, Chilpancingo y Coyuca de Benítez, y que brindan atención a jóvenes de escasos recursos económicos, que encuentran en estos planteles, una opción para continuar su preparación académica; 2.- Desde hace más de 10 años, aproximadamente 50 estudiantes de preescolar y primaria de la comunidad Rancho del Cura Tejería, municipio de Xochistlahuaca, reciben clases en aulas construidas con cartón, telas, malla ciclónica, madera, láminas y tejas; las gestiones y denuncias realizadas para construir el plantel, no avanzan y los alumnos siguen recibiendo clases en muy malas condiciones.
El sexenio de la 4T continúa y la situación ha empeorado en todos los ámbitos, en materia de seguridad, salud y educación; en este ultimo rubro, se regresó a las clases presenciales y ningún gobierno dotó a docentes y alumnos de los implementos necesarios para esta nueva normalidad, como la desinfección de espacios públicos, mucho menos de gel antibacterial, cubrebocas, sanitizantes, productos de limpieza, etcétera, que fueron adquiridos por padres de familia. Todos los materiales tuvieron que ser adquiridos en los planteles, a través de cooperaciones del personal que ahí labora y los padres de familia. Aunado a esto, las Becas Benito Juárez, que tanto cacarea el gobierno federal, no llegan a los pueblos más alejados, por ejemplo de Cochoapa el Grande, municipio con alto grado de marginación, ubicado en la región Montaña.
Queda claro que la educación, al menos en Guerrero, gobernado también por una morenista, no es prioridad para la 4T y la política que se está implementando en este rubro, es equivocada y está provocando mayor atraso educativo y deserción escolar grave; la lucha organizada de estudiantes y maestros para exigir al gobierno mayor inversión en educación, desarrollo de la investigación y de la tecnología, es lo único que puede sacar del atraso al sistema educativo en Guerrero, donde lamentablemente, la educación sigue a la deriva.
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