MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Engaños conscientes para acceder al poder político

image

Desde el 20 de noviembre del 2016, en plena campaña anticipada rumbo a las elecciones del 2018 en que cambiaríamos al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador empezó a engañar al electorado con el fin de llegar a ese alto puesto político.

Gasolina, energía eléctrica, salud y educación fueron promesas centrales de la 4T, pero sus resultados no sólo han sido insuficientes, sino que han generado más problemas de los que prometieron resolver.

Ese día del 2016, el caudillo morenista aseguró: “reiteramos nuestro compromiso de bajar el precio de las gasolinas, el diésel, el gas y la energía eléctrica en beneficio de consumidores, transportistas, pequeños y medianos empresarios; para que se tenga una idea, si ya estuviésemos en el gobierno, si Morena estuviera gobernando México en estos momentos, la gasolina no costaría catorce pesos por litro, costaría, cuando mucho, lo que cuesta en Estados Unidos, 10 pesos el litro…” (26 de mayo 2024, YouTube, Atypical Te Ve, Carlos Alazraki).

Con la facilidad con que López Obrador hizo tantas promesas, como la de que al final de su sexenio los mexicanos gozaríamos de un “sistema de salud mejor que el de Dinamarca” –lo cual no sucedió ni sucederá mientras el capitalismo rapaz en que vivimos no lo permita–, también prometió que el litro de gasolina regular costaría máximo diez pesos, pero a nueve años de distancia, vemos que eso tampoco sucedió ni sucederá: hoy, la gasolina Magna, la verde, está en promedio en 24 pesos con 50 centavos, y la Premium (roja) se cotiza en 25 pesos con 72 centavos en promedio por litro.

Precios que se están volviendo inaccesibles para los automovilistas, por lo que muchos de ellos volvieron a ser usuarios del transporte, con los riesgos que ello implica, pues conductores y pasajeros son víctimas de los delincuentes que se suben a las unidades a robarles dinero, celulares o cualquier cosa de valor; además, casi siempre son amenazados con armas de fuego u objetos punzocortantes, los cuales, si no llegan a herirlos, sí les infringen un daño psicológico no superable fácilmente.

En otros casos vemos las vialidades primarias de la CDMX con un crecimiento de motociclistas quienes, en muchos casos, dejaron el automóvil para ahorrar en gasolina, lo que también se traduce en más accidentes por la falta de experiencia al manejar estos vehículos y el riesgo que de por sí conlleva.

Así, con promesas fáciles –más bien engaños–, con las que dijo remediar problemas cruciales que desde hace muchos años padecemos los mexicanos, López Obrador llegó a la Presidencia de la república, pero ni siquiera desde ahí pudo construir un sistema de salud mejor que el de Dinamarca.

Tampoco frenó el incremento de los precios de la gasolina ni del diésel, a pesar de que invirtió 20 mil millones de dólares (alrededor de 400 mil millones de pesos) para restablecer la refinería Dos Bocas, que aseguró aportaría toda la gasolina que requiriéramos los mexicanos. Por eso dijo que el litro de la gasolina regular no rebasaría los diez pesos, pero, como todos sus proyectos emblema, resultó un fracaso que costó muchos millones de dólares.

En esta enumeración de los fracasos de la 4T, también se encuentra el hecho de que Morena tampoco terminó con la pobreza y mucho menos con la pobreza extrema, a pesar de que ha entregado millones de pesos en pensiones y becas.

Tampoco construyó un sistema educativo de calidad, más bien lo hizo trizas con su programa de la “Nueva Escuela Mexicana”, y los precios del diésel, el gas y la energía eléctrica cabalgan a toda velocidad hacia el alza, la cual parece ser su meta.

Morena no sabe gobernar. Si supiera hacerlo, ya hubiera resuelto por lo menos alguno de los graves flagelos que azotan a los mexicanos, pero lo que sí sabe hacer, y muy bien, es hacer promesas fáciles con las que engaña ideológicamente a la gente, además de que la tiene mediatizada por los apoyos directos que reparte a diestra y siniestra, los cuales sí ayudan momentáneamente a la gente, pero no les cambia radicalmente su condición de sector vulnerable.

La administración de Claudia Sheinbaum también dejó atrás la promesa de bajar el precio de la gasolina; en su lugar, la mandataria anunció una, según ella, novísima estrategia: convencer a los empresarios gasolineros de vender la gasolina regular a menos de 24 pesos, pero ni de lejos menciona que el precio por litro será de diez pesos, como aseguró López Obrador en su engañosa campaña rumbo a la conquista de la presidencia de México.

La presidenta Sheinbaum ya no se avienta esas maromas lopezobradoristas porque seguramente ya se dio cuenta de que los mexicanos críticos ven claramente los engaños y manipulaciones de Morena.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más