En días recientes miles de estudiantes mexicanos regresaron a clases de manera semipresencial a pesar de todas las carencias que tienen las escuelas, realmente no es sorprendente que muchas de ellas no cuentan con las óptimas condiciones para mantener seguros a los estudiantes. Muchas de ellas requieren reparación en su infraestructura, en la instalación eléctrica y la gran mayoría no cuenta con un líquido vital para nosotros como seres humanos, el agua.
Realmente siempre me he preguntado, si el gobierno piensa que los padres de familia deben poner el dinero para aminorar las necesidades de las escuelas, por lo visto así piensan, ellos no quieren asumir su responsabilidad, se la pasan repitiendo la urgencia de que los niños y jóvenes regresen a las aulas de manera presencial. Pero jamás dicen que van hacer ellos para evitar contagios dentro de la comunidad escolar, jamás dicen que van a resolver el problema que presentan miles de escuelas a nivel nacional hablando de infraestructura y daños en sus servicios, en casi dos años que llevamos de pandemia nunca se han preocupado por la falta de dispositivos digitales en familias mexicanas, y tampoco en material de limpieza y protección para que al menos estemos más tranquilos en las escuelas.
Muchos padres de familia piensan que están enviando a sus hijos a un lugar seguro, como muchos dicen: su segunda casa (la escuela), pero si nos ponemos a pensar de manera consiente la situación, la señora Delfina Gómez no se va hacer responsable si los estudiantes se llegan a enfermar dentro de la institución, con qué cara los docentes le van a decir a los padres de familia que las escuelas no tienen ni lo más mínimo para mantener seguros a sus hijos, que el gobierno hace caso omiso al llamado que hacen los alumnos y docentes, para que nuestros funcionarios doten de lo necesario para que sus hijos estén seguros dentro de las aulas, es más que un hecho que al gobierno le vale lo que pase con la salud e integridad de los estudiantes mexicanos.
Por eso debemos unirnos y hacerle ver al gobierno que sus malas decisiones están llevando al matadero a millones de estudiantes y docentes. Todos sabemos que es obligación del gobierno brindar lo más necesario a la educación, pero no lo están haciendo, para este 2022 el presupuesto destinado a la educación será de 4% del Producto Interno Bruto (PIB), estas cifras son muy bajas, ya que la (UNESCO) recomienda un 8% según lo establecido en la Ley General de Educación.
Se debe terminar de vacunar al menos a un 70% de la población con sus dos dosis para que estemos un poco seguros, ya que eso recomendaron los especialistas, en días recientes se dio a conocer la variante Ómicron, que si bien es cierto no es peligrosa, si es mucho más trasmisible que las demás variantes. Según INFOBAE, el día de ayer México alcanzo un nuevo record con más de 44 mil 187 contagios y ya suman 301 mil defunciones en lo que va de la pandemia.
Estas estadísticas realmente son para ponernos a pensar la gravedad de la pandemia, es un hecho que este gobierno está en contra de la educación, no señor López Obrador, usted no está haciendo una transformación en el país. Usted resulto peor que sus antecesores, querido lector ¿A dónde crees que fue desviado el 4% que fue quitado a la educación? Si, así es, a sus tres megaproyectos según él, al aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas y el dichoso Tren Maya, con el fin de levantarse el cuello a finales de su sexenio y decir que trabajo muy bien.
Este señor en tres años que lleva al frente de México, se la pasa diciendo en sus mañaneras que él tiene otros datos, y si, efectivamente, pero esos datos no son verídicos, son los que a él le conviene mostrar, por eso AMLO llama traidores a la mayoría de profesionistas, porque ellos ya se dieron cuenta que el señor no es como él decía en sus campañas. En meses anteriores se vio una nota en donde el presidente demandó a 31 científicos del CONACYT por supuesto soborno y robo. La realidad es que él no quiere que le saquen sus trapitos al sol como decimos vulgarmente, porque ellos se dieron cuenta de muchas cosas.
Estudiantes, no sigamos de brazos cruzados, levantemos la voz y exijamos un mayor presupuesto en la educación, para la pronta rehabilitación de las escuelas y dotar de material y equipos necesarios para evitar contagios. Para finalizar, abramos los ojos y no caigamos en la trampa del gobierno de la Cuarta Transformación y exijamos lo que por derecho nos corresponde.
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