Hace ya más de un mes que se dio a conocer la presencia de la enfermedad en nuestro país y desde entonces se empezaron a tomar medidas en algunos lugares con más ahínco que en otros, pero al fin de cuentas prepararse me refiero a los gobiernos estatales, aunque no puedo decir lo mismo con el gobierno federal. Desde los primeros casos confirmados en México nos dimos cuenta que con los caprichos del presidente nadie se mete, pues mientras que por un lado el subsecretario declaraba que hay que tomar medidas para que el contagio en nuestro país sea menos, López Obrador lo contradecía totalmente con sus acciones, mientras uno instaba a no asistir a lugares concurridos el otro hacia giras por todo el país.
Y esas actitudes las hemos señalado puntualmente, porque para bien o para mal el presidente es un ejemplo y es el primero quien debió poner el ejemplo de que debíamos resguardarnos, tomar en serio las medidas de higiene en las que López-Gatell puso énfasis,
Ahora ya en la Fase 3 de la pandemia, las consecuencias empiezan a verse más acentuadamente en el sector vulnerable de la población, el sector que no percibe un ingreso fijo, que sobreviven en el comercio informal. A pesar de ser la 14va economía del mundo, en México hay cerca de 50 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema
López Obrador ante un problema tan enorme que tenemos en frente con la pandemia se aferra a sus caprichos de querer construir obras que como ya todos sabrán es dinero perdido, pero ese es otro tema que no me toca a mí.
A nivel nacional hemos alzado la voz los que nos damos cuenta el camino hacia el despeñadero que estamos siguiendo. Nosotros desde hace mucho tiempo con o sin pandemia hemos venido denunciado la falta de atención en los sectores más vulnerables, entre la población humilde ya sabíamos desde antes de la pandemia la situación de millones era de por sí difícil, ahora está situación, se ha agravado mucho más.
Con las medidas adoptadas por las autoridades, como cerrar los comercios que no son esenciales, con esto hubo muchos despidos en las maquilas, los empleados de comercios que no son esenciales, todo esto con el objetivo de que toda la población se quede en casa y esto lo han estado recalcando a diario, de que nos quedemos en casa, pero yo como muchos me hago la pregunta ¿todos podrán encerarse en su casa por el tiempo que dure esta pandemia?, por supuesto que no, no van a poder hacerlo los cerca de 90 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema, ellos no podrán encerrarse en su casa por 30 o 40 días, simplemente porque ellos ni siquiera tienen el sustento de mañana asegurado, muchos se levantan muy temprano para ir trabajar y regresar a la hora del almuerzo con algún medio kilo de tortillas, para que su familia desayune tal vez con un poco de sal, esta es la situación en que viven millones de mexicanos, que viven al día y eso no es todo porque hay muchas familias que ni siquiera gozan de un techo en donde a guarecerse, familias que viven debajo de los puentes, me pregunto ¿y que van a hacer estos millones de familias que viven en esta situación?.
Ante esto, los antorchistas de Durango alzamos la voz para toda esa gente que ha solicitado apoyo alimentario pero que no ve cuándo le llegará, pero también alzamos la voz para todas aquellas familias que lo necesitan, familias humildes que viven al día, que ahora no pueden autoemplearse, para todos aquellos que no están recibiendo su salario, porque ni siquiera tienen uno.
Les hago la invitación a todos los que se encuentran en estas condiciones que he mencionado arriba, a que nos unamos y exijamos al gobierno federal que implemente las medidas necesarias para que, en esta contingencia, también puedan quedarse en casa el sector de la población más vulnerable, proponemos un plan nacional de distribución de alimentos, porque solo es gobierno tiene la capacidad y la estructura para poder llevar a cabo una tarea de tales magnitudes.
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