Jean Racine (La Ferté-Milon, 22 de diciembre de 1639-París, 21 de abril de 1699) fue un poeta, dramaturgo e historiador francés.
Fedra es una tragedia neoclásica, que además, está escrita en verso alejandrino. Fue realizada por Jean Racine y posteriormente se dio a conocer con el nombre de «Fedra e Hipólito» en el año de 1677 en Paris.
Podríamos enumerar un millar de temas coexistentes en esta obra dramática, como son el amor prohibido, el suicidio, la justicia divina, el temor tanto de forma moral como político e incluso divino, la ley divina y la libertad oprimida por el canon del honor, entre otros. Todos estos, en mayor y menor medida, se ven reflejados en la obra y en el fragmento a analizar.
Racine elige como tema principal, algo que en la mitología griega era bien conocido “He aquí otra tragedia cuyo asunto está tomado de Eurípides”.
Los personajes de Racine no son fuerzas abstractas sino seres humanos llenos de sentimientos, como el caso de Fedra, La esposa enamorada de su hijastro, quien domina toda la tragedia. La reina aparece en escena consumida por su amor adúltero e incestuoso, incapaz de resistir a la concupiscencia y a los remordimientos. Racine trata de que su personaje despierte en el espectador compasión y respeto ya que desde el principio se trata de una persona desgarrada por la vergüenza.
El de Fedra, es uno de los caracteres más destacados de las tragedias de Racine y esto se debe a que es víctima de sus impulsos y culpable de la desgracia de los demás, pese a que solo aspira a preservar su inocencia. Racine procura disminuir la culpabilidad de la protagonista haciendo que solo confiese su pasión a Hipólito cuando cree que su esposo Teseo está muerto, lo cual mitiga el adulterio.
Hipólito, a su vez, es un ser puro, injustamente castigado por rechazar el amor incestuoso de su madrastra. Se comporta heroicamente al no revelar la vergonzosa confesión de Fedra, por amor y respeto filial.
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