La violencia en México es un problema grave que requiere seriedad y atención urgente de los tres niveles de gobierno, sin embargo, aunque el país se está cayendo a pedazos y es evidente la fallida estrategia en materia de seguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue defendiendo su estrategia de abrazos y no balazos, advierte que no realizará ningún ajuste porque está dando buenos resultados y culpa a los gobiernos pasados de la violencia actual.
La violencia y la corrupción siguen creciendo en México y sólo se acabaron por decreto en la cabeza de AMLO.
Respecto a la privación de la libertad de 16 policías estatales de Chiapas por parte de un comando fuertemente armado, en reciente conferencia de prensa mañanera, en el Palacio Nacional, López Obrador, en tono burlesco, advirtió a los secuestradores “lo mejor es que los liberen, si no, los voy a acusar con sus papás y con sus abuelos”, comentario que generó críticas.
Afortunadamente, el 30 de junio, los trabajadores fueron liberados a unos metros de donde familiares y amigos realizaban una protesta para exigir su inmediata localización.
A pesar de las ejecuciones, los secuestros, balaceras, desapariciones y desplazamientos forzados, López Obrador asegura que la violencia actual es producto del enfrentamiento entre grupos criminales que se crearon y fortalecieron antes de su llegada al poder, “es un remanente de la violencia que se auspició y permitió desde el gobierno, acuérdense que hubo un narco estado durante el gobierno de Felipe Calderón”.
La tarde de este jueves, el exlíder de las autodefensas de La Ruana, en Michoacán, Hipólito Mora fue atacado con fusiles antiblindaje cuando viajaba en su camioneta; falleció junto a sus dos escoltas.
Y Guerrero no es la excepción, se ubica en el lugar siete de las entidades del país donde más homicidios dolosos se han cometido este año; con todo el jolgorio y blindaje de seguridad, Chilpancingo ocupa el séptimo lugar en homicidios y Acapulco el cuarto lugar; el estado gobernador por Evelyn Salgado Pineda, Chilpancingo por Norma Otilia Hernández Martínez y Acapulco por Abelina López Rodríguez, las tres de Morena.
Hace una semana, siete personas, entre ellas dos mujeres, desmembradas y decapitados, fueron encontradas en las inmediaciones del tradicional barrio de San Mateo, en Chilpancingo Guerrero, un día después, la Fiscalía General del Estado, en escueto comunicado, informó que ya inició una carpeta de investigación por homicidio calificado en contra de quien o quienes resulten responsables.
Además, Guerrero, junto con Michoacán y Chiapas, son las entidades con más desplazados por violencia.
El sexenio de López Obrador ya es el más violento en la historia de México, al rebasar 156 mil asesinatos de diciembre del 2018 a la fecha, por lo que, diversos sectores consideran que debe ajustar su estrategia de seguridad.
Andrés Manuel López Obrador reconoció que su gobierno es ya el sexenio más violento de la historia reciente del país, pero una vez más, culpó a la mala herencia que le dejaron los gobiernos anteriores. La violencia es un problema social, que debe frenar de una vez por todas, con seriedad, estrategias y responsabilidad, no con frases burlescas que sólo provocan el encono de la población, lastimada por este flagelo que sigue enlutando los hogares mexicanos.
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