Los resultados electorales obligan a la reflexión honesta de quienes participaron activamente como candidatos en el proceso electoral 2020-2021, considero que las propuestas desarrolladas por el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD en Guadalupe se ajustaban a las necesidades y aspiraciones en el municipio debido a que se ofrecieron medidas concretas a problemas que aquejan a la población.
Sin embargo, la voluntad democrática de los ciudadanos dio el triunfo al candidato de Morena, por lo que llegó la hora en que habrá de cumplir las nuevas promesas hechas en campaña, así como dar continuidad a los proyectos asumidos en su primer periodo de gobierno en 2018.
Lo afirmé en ocasión anterior, la estrategia de culpar a los de antes ya no tiene vigencia, porque el ahora reelecto es parte de los gobiernos del pasado y tiene la obligación moral y legal de trabajar para todos porque la administración pública es la ejecución de recursos del erario, la aplicación de la estructura de gobierno con sus secretarías y departamentos para procurar el bienestar de la gente que haya o no votado por el proyecto que se alzó con el triunfo.
El candidato Osvaldo Avila obtuvo el respaldo de 22 mil 485 guadalupenses que le brindaron su confianza a través de alguno de los tres partidos de la alianza, pero no tengo duda que hay aún malestar ciudadano, porque para garantizar el triunfo de Morena se incrementó la entrega de dádivas de forma por demás descarada usando para ello el aparato gubernamental, incluida la fuerza policiaca que en todo momento actuó a su favor logrando inclinar la balanza hacia su proyecto.
Debo mencionar que desde el inicio de la campaña se sufrió persecución, soportamos las calumnias centradas en el candidato, en la alianza y contra la organización antorchista, pero fuimos prudentes, no caímos en las provocaciones desesperadas de nuestros oponentes, cosas que ya quedaron atrás, ahora es tiempo de trabajar por el progreso desde las distintas trincheras.
Me sumo también a la exigencia de que en el segundo periodo de gobierno de la 4t en Guadalupe deban notarse seriamente cambios radicales y profundos en el municipio, por ejemplo, en el ordenamiento del desarrollo urbano de la ciudad que sigue provocando problemas con la dotación de servicios públicos de calidad.
Como ciudadano, afirmo que urge la creación de obra pública, especialmente en lo referente a pavimentación y preservación de las vialidades porque el crecimiento permanente trae consigo múltiples demandas por lo que se requiere una visión integral del gobierno en turno que garantice redes de agua potable, de drenaje o electrificación que padecen los guadalupenses, porque además sigue la pobreza, los bajos salarios, las enfermedades y la insalubridad.
Finalmente, quiero dejar claro que Antorcha retomará la gestión en los tres niveles de gobierno, para lo cual, una vez que las nuevas autoridades hayan asumido el cargo como servidores públicos, acudiremos a entregar el pliego petitorio 2022 donde se enlistarán las necesidades más urgentes mediante los procedimientos que señala la ley, se esperarán los plazos convenidos en el total de municipios donde Antorcha tiene presencia y de ser necesario se iniciará la lucha.
Esta misma labor se hará en el municipio de Guadalupe esperando que haya tanto respeto a la ley como a los derechos ciudadanos, además de sensibilidad y tacto político, me pronuncio anticipadamente en que no sea la soberbia el sello del segundo periodo de gobierno porque la población hoy demanda obras, calidad en los servicios y trato humano de sus autoridades.
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