Juventud, divino tesoro…, bellas palabras del gran poeta Rubén Darío vienen el día de hoy a mi mente, ya que la juventud de nuestro país debe de estar en primer orden, igual que la niñez mexicana, pues se dice que son el futuro de México y también el presente del mismo.
Y es que en esta pandemia que ha asolado al mundo entero y a nuestro país ha causado estragos, sobre todo por el mal manejo que se ha tenido para con ella por parte de las clases gobernantes. La mayoría de los gobiernos dibujan a sus países casi perfectos, paradisiacos, idílicos, lo cual es completamente falso como sucede aquí en México.
El asunto es que no se ha tenido el cuidado para con los jóvenes, adolescentes y niños con respecto a su protección en esta contingencia. Es necesario y además urgente que las autoridades educativas, estatales y federales aceleren el proceso de vacunación para la juventud. Sabemos que el estado de Baja California fue el primero de todo el territorio nacional en vacunar a las personas de 18 a 39 años de edad contra la covid-19. ¿Cómo le hicieron? Con una buena organización y empeño para lograr el objetivo primordial: proteger a los jóvenes. Y es que la situación es grave, pues nos dice Ricardo Hernández Martínez, experto de la Universidad de Duke, USA que “alrededor del 10 % de las personas que sobrevivieron a la covid-19 presentan problemas de pérdida de memoria y de concentración, además de altos niveles de ansiedad, lo que puede estar relacionado con la presencia del SARS-CoV-2 en el cerebro”. Indicó “estudios tanto de 2020 como de 2021 han revelado que cuando el virus ataca el sistema nervioso central tiene la capacidad de adherirse a las células nerviosas y a las neuronas, y ocasionan lo que se conoce como isquemia o hemorragias cerebrales”. ¿Esto queremos para nuestros jóvenes? ¡Claro que no!
El mismo especialista al participar en el Club de Neurociencias, de la facultad de Psicología de la UNAM, expuso que tras realizarse diversas asociaciones “se cree que existen dos formas en que el virus llega al cerebro: una es a través del bulbo olfatorio, en la parte superior de la nariz que está en contacto con ramificaciones de las neuronas, y la otra vía es la barrera hematoencefálica; es decir, a través del líquido cefalorraquídeo, por medio de la sangre que lleva todos los nutrientes al cerebro”.
Expone además que “aún se desconoce el efecto a largo plazo del SARS-CoV-2 en el cerebro, debido al tiempo que lleva la pandemia”. El neurocientífico indicó que “se cree que a futuro esto podría llevar a problemas crónicos, como Alzhéimer, neurodegeneración, Parkinson. Esto no se sabe aún, es una hipótesis, de ahí la importancia de dar seguimiento a estos pacientes.
La cuestión es grave, de ahí que se deben tomar medidas urgentes para salvar a los jóvenes de esta tiranía bacteriológica.
El científico añade “que también se ha encontrado que las conexiones entre las redes neuronales cambian, con una disminución en las conexiones de diferentes zonas del cerebro, lo que apoya la teoría de que esto se relaciona con el desarrollo de ansiedad y trastorno postraumático”.
Urge la vacunación inmediata de nuestros jóvenes para prevenirlos de estas graves consecuencias y secuelas a las cuales hace alusión este gran neurocientífico.
Por lo anterior, es necesario y urgente que las autoridades diseñen una estrategia con políticas que aseguren a la población de jóvenes, adolescentes y niños el acceso a la vacuna y a los insumos de prevención, para que el biológico llegue a todo este sector tan importante de nuestra sociedad.
Abundando en el tema, esta semana publicó el diario La Jornada del domingo 29 de junio de 2021 que el número de contagios covid-19 terminó esa semana al alza en México. De acuerdo con el reporte técnico diario de la Secretaría de Salud (SSA), se registró un incremento de 15 por ciento en el número de casos estimados, en comparación con la semana anterior, y se calcula que hay 28 mil 759 casos activos.
Ante esta situación la SSA sigue haciendo las recomendaciones pertinentes de prevención: sana distancia, lavado frecuente de manos, uso correcto de cubrebocas, ventilación en espacios cerrados y disminución de aforos en espacios públicos. De ahí que también urge la necesidad de desinfectar la infraestructura escolar al grado máximo antes del regreso a clases presenciales.
También publicó el diario antes mencionado que hasta esa fecha se habían acumulado 231 mil 151 defunciones a causa de la enfermedad desde que inició la pandemia. Además se han registrado en total 2 millones 475 mil 705 casos confirmados desde aquel momento.
Los signos de alarma de la covid-19 dice la misma SSA pueden ser: pulso y respiración acelerada, fiebre que no se quita, dolor en el pecho, y en los niños llanto permanente. ¿Y vamos a esperar que suceda todo esto a nuestros niños y jóvenes? Como dije anteriormente: claro que no. Es por eso que urge la vacunación para este sector tan importante de nuestra sociedad antes de un regreso a clases ya presencial.
El licenciado Andrés Manuel López Obrador (AMLO), así como la Secretaría de Educación pública deben adquirir vacunas para menores de 16 años y en cuanto sean autorizadas las vacunas para niños, adquirirlas y contemplar un plan estratégico para vacunar a toda la población estudiantil, y no suceda que en el regreso a clases precipitado en la ciudad de México, se tuvo que dar marcha atrás debido al contagio de varios alumnos de educación primaria en algunas alcaldías como la de Coyoacán y la Álvaro Obregón.
Juventud, divino tesoro…
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