Con los pocos años de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, nos hemos dado cuenta que los resultados han hablado por sí solos y demuestran el fracaso total y rotundo de la política de la 4T.
Pésimas finanzas y economía nacional, al mismo tiempo, un criminal manejo de la pandemia, llegando a cifras exorbitantes de miles de muertos jamás pensados, además, un incremento inusitado en la criminalidad e impunidad, ya no en grandes ciudades, sino que hoy, hasta las localidades más pequeñas y recónditas del país tienen problemas de inseguridad, desapariciones, feminicidios y extorsiones; por si fuera poco, una evidente e inocultable actitud corrupta, no sólo de los viejos políticos de anteriores Gobiernos, sino que también ahora en la ultra e "incorruptible” actual administración. En fin, un panorama deplorable que vaticina un futuro político verdaderamente desastroso.
Para empeorar más la situación, la oposición del Gobierno que está destinada a ser el organismo de equilibrio para la democracia en el país, no solamente están igual sino incluso en peores condiciones que la actual administración.
La famosa alianza opositora que conforma el PRI, PAN y PRD, el Frente Nacional AntiAMLO (FRENA), y otros que por han surgido, se han dedicado a señalar y criticar acertada y puntualmente los errores del presidente, pero casualmente, ninguno en absoluto ha propuesto o diseñado un programa o proyecto de nación en el cual la población se identifique fehacientemente y pueda ver representados sus intereses. La mayoría de el lejos de verse como una oposición seria, valiente, arrojada, creativa, sensible y fuerte, más bien, refleja la imagen de un organismo, blandengue, oportunista, postulando a los políticos chapuceros y tramposos de siempre.
El Movimiento Antorchista Nacional (MAN) ha afirmado por mucho tiempo que uno de los problemas más graves y profundos que tiene la estructura política de nuestra nación, es la nula o escasa existencia de cuadros políticos con un verdadero compromiso social, moral y ético con el pueblo.
En su mayoría son políticos arribistas, oportunistas, marrulleros, burocráticos y sinvergüenzas, que siempre buscan la forma y oportunidad de alcanzar su beneficio personal y familiar; prueba de todo ello es que hoy muchos de los partidos, tanto de oposición como los de Morena, están postulando candidatos de la farándula, actores, actrices, comediantes, entre otros.
Es cierto que todo ciudadano por ley tiene la oportunidad de participar como representante popular; sin embargo, es necesario entender que mínimamente se requiere de ciudadanos con entereza social, con un mínimo de trayectoria y experiencia que demuestre de una u otra manera el compromiso verdadero con la sociedad.
Los candidatos no son más que una muestra del bajísimo nivel y calidad política que hoy ostentan la mayoría de los partidos existentes en México, son un espejo de la cruda y penosa realidad. En estos tiempos la vida nacional exige, de todos los grupos políticos, su mayor esfuerzo, que saquen lo mejor de el que muestren sus mejores músculos políticos y los exhiban en beneficio de la patria, y no a propuestas de la farándula (sin menospreciar u ofender su actividad profesional).
Si la oposición quiere verdaderamente cumplir con su misión, debe esforzarse para estar a la altura real de las circunstancias, en caso contrario será tan culpable y tan responsable en el deterioro nacional como lo es hoy el Presidente que tanto critican y tendrán que someterse al juicio político e histórico de la sociedad.
En las elecciones de junio, México se estará jugando el futuro de sus próximos 6 o 12 años, y probablemente el pueblo no sepa esto, pero lo que sí es completamente seguro, es que si no se gira el rumbo, penosamente la sociedad mexicana lo tendrá que pagar y muy duro. Por eso se hace necesario tomar conciencia de que si Morena continúa con la mayaría en las Cámaras legislativas, no habremos aprendido de nuestros errores.
Pues estos meses de pandemia por covid-19, nos ha enseñado que Morena no Gobierna para el pueblo, que lo deja morir al no haber camas con oxígeno, no hacerle frente, de manera oportuna a este patógeno que ha cobrado la vida de miles de mexicanos.
Para nosotros los antorchistas es necesario la formación de una oposición real y verdadera, sensible, valiente, que vea como primer interés el de la población y que estos sean integrados en un proyecto de nación completo, realista y objetivo. Junio podría ser un mes histórico, puesto que, si se logra equilibrar la democracia en las Cámaras.
El pueblo, sobre todo el organizado, debe de cumplir la tarea de vigilar permanentemente que los aspirantes propuestos por los grupos de oposición, sean serios, verdaderos líderes, con arraigo social y no candidatos de risa, oportunistas y sinvergüenzas. Los mexicanos debemos exigir, antes y después de las elecciones, la ejecución de los proyectos sociales, exigir, a través de la lucha y protesta social, el acatamiento a los compromisos hechos por sus candidatos; debemos de dejarles claro a estos señores, que iremos hasta donde sea y como sea necesario, para hacerles ver que el pueblo ya no está dispuesto a soportar más mentiras y demagogias que exigirá de manera contundente los derechos de la Constitución y el cumplimiento de las promesas planteadas.
Tenemos el derecho como nación a darnos la oportunidad de corregir el rumbo del país, no repetir nuestros errores, no volver al pasado, pero tampoco continuar con el pésimo presente.
El presidente tuvo su tiempo y espacio, dos años bastaron para saber que el mandatario no sabe gobernar para los mexicanos pobres y con sensibilidad social.
Todos los mexicanos debemos de entender que la única y la mejor manera de poder hacer valer nuestros intereses como clase trabajadora es la participación activa y organizada en la vida social y política de nuestra nación, los antorchistas te convocamos a ello. En junio la historia nos dará esa oportunidad de virar el timón, no desperdiciemos, la cuenta corre por el pueblo.
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